El meteórico ascenso de Sundar Pichai, el nuevo CEO de Google

Sosegado y amable: esos son los calificativos que acompañan a Sundar Pichai, el nuevo CEO de Google, tras una reestructuración anunciada por Larry Page, el cofundador de la compañía.

Nacido en Chennai, en la India en 1972, Pichai hizo galones durante su etapa como jefe del proyecto Google Chrome, que incluso se convirtió en un sistema operativo de éxito, tras lo cual pasó a dirigir la división de Android y seguidamente fungió como jefe de Producto de Google.

Pero un poco antes se había producido su largo viaje como emigrante desde su país natal, luego su crecimiento, su entrada en la Universidad de Stanford y su MBA en la Wharton School de la Universidad de Pennsylvania.

En el ya lejano año de 2004, Pichai desembarcaba en Google, específicamente en los salones desde donde se desarrollaba la marca Chrome, que hoy resulta el navegador más popular del mundo, superando al Internet Explorer de Microsoft, según Fortune.

Curiosamente, el lanzamiento de Google Chrome fue un fiasco: debía debutar con una especie de libro de caricaturas online, y salir un martes, luego de un feriado en EEUU. Pero el envío llegó a Alemania –donde no había feriado- y fue publicado allí, con lo cual el anuncio perdió todo el impacto deseado.

Pocos recuerdan hoy ese incidente debido al éxito arrasador de Chrome. Pichai consolidó su buena reputación.

En lo sucesivo, el ejecutivo supervisaría los procesos de Gmail y Google Docs, dirigiría la implementación de la vital barra de herramientas de Google, y sería promovido a vicepresidente. Después, de acuerdo con Bloomberg, se dedicó a todo lo concerniente a la evolución del producto Android, además de supervisar las aplicaciones de Google y su servicio de correo electrónico, Gmail.

Pocos habían notado a este ejecutivo discreto, de suaves ademanes. Ahora sabemos que no por gusto fue designado como presentador de la última conferencia anual de Google.

La compañía pasa por un momento de “reestructuración corporativa masiva”, como la ha llamado un reporte de CNN: Larry Page será el CEO del nuevo conglomerado Alphabet (que abarcará tanto la gestión de Google, como la producción de drones, entre otros campos), Sergei Brin será su Presidente, mientras que Pichai deviene vicepresidente de Alphabet y CEO de Google.

A Pichai, como comentan muchos observadores, le esperan años de duro bregar y de asumir nuevos retos en la empresa de Mountain View. Por lo pronto, toca trabajar en definir y perfeccionar el resultado de Android y evitar nuevos fracasos, como el de las Google Glass.

El lado más agradable del asunto lo aporta YouTube, con Susan Wojcicki al frente, otro de los productos a su cargo: un reservorio para la memoria de la existencia humana y un portal que se perfecciona día a día y que cada vez se hace más necesario para empresas y para el ciudadano común.

Con más de 55.000 empleados, concentrados en diversas y complicadas divisiones en Google, la gestión de Pichai será un desafío constante. Es por ello que no pocas publicaciones lo han visto como un buen jefe de orquesta.

Apenas unas horas después del anuncio de Larry Page, Pichai recibía un mensaje vía Twitter, nada menos que del Primer Ministro de la India, Narendra Modi: "Felicitaciones para Sundar Pichai. Mis mejores deseos para su nuevo desempeño en Google".

Por su parte, quienes lo conocieron en sus primeros pasos como estudiante en el Instituto Indio de Tecnología también han manifestado su regocijo: "Es un logro único que haya logrado sobresalir a una edad tan joven y en suelo extranjero", declaró para CNN su ex profesor, Sanat Roy, ahora retirado de la enseñanza. "Pichai tuvo la oportunidad y demostró su potencial."

Con el visto bueno de los inversores, tras su designación las acciones de la compañía han subido un 6%, según una nota del portal Tech Crunch.

En 2014, tras su nombramiento como jefe de todos los productos de Google y, de facto, segundo de Larry Page, el bloguero e inversor Om Malik comentó lo que estaba en mente de muchos que conocen a Pichai: “prueba de que los buenos pueden ganar”.