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La progresividad de Ganancias: ¿distribuye la riqueza o no?

El Impuesto a las Ganancias en Argentina se muestra como el impuesto más progresivo de la estructura tributaria actual. Aún a pesar de ello, la falta de actualización de sus escalas ataca sobre el nivel de progresividad del mismo, y como instrumento de redistribución del ingreso.

Para empezar: ¿qué es un impuesto progresivo y qué es un impuesto regresivo?

El impuesto progresivo es aquel que afecta en mayor medida a quien tiene ingresos altos por sobre quien tiene ingresos bajos. El Impuesto a las Ganancias entra en esta categoría principalmente por dos razones: comienza a pagarlo quien supera un umbral mínimo de ingresos (establecido entre otras cosas por el mínimo no imponible) y cuanto mayor es el nivel de ingreso (en este caso la ganancia neta), el porcentaje – alícuota - a pagar aumenta como proporción del ingreso total. Esto es: un salario de $4.500 no tributa Ganancias, mientras que un salario de $12.000 y otro de $60.000 mensuales pagan Ganancias, y el salario más alto pagará una proporción de su sueldo mayor que quien tiene salario más bajo.

Por otro lado, el impuesto regresivo es aquel que afecta relativamente en mayor medida a quienes tienen ingresos más bajos que a quienes tienen ingresos más altos. Un ejemplo de este impuesto es el IVA, un impuesto al consumo que paga el mismo porcentaje la gente con ingresos bajos que aquellos con ingresos altos. Como quien tiene ingresos bajos posiblemente destine todo o gran parte de su ingreso a consumir (pagando cerca del 21% de su ingreso total en ese impuesto), aquel con ingresos más elevados pague - como proporción de sus ingresos totales - una alícuota mucho más baja al no destinar todo su ingreso en consumo. Por lo tanto el impuesto regresivo recae más fuertemente sobre las personas de clase baja que sobre las personas de clase alta.

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Situación internacional

Tal como se pudo ver en un análisis comparativo de Argentina con los países de la OCDE, en Argentina se pagan impuestos a los ingresos personales relativamente bajos. Esto se debe a que nuestra estructura tributaria se sustenta con más fuerza en otros impuestos, tales como el IVA, el impuesto a los créditos y débitos bancarios, y los derechos de importación y exportación.

Progresividad del Impuesto a las Ganancias

Como el Impuesto a las Ganancias es un impuesto que aplica a los ingresos corrientes, en periodos de aumento general de precios, se deberían actualizar tanto el mínimo no imponible, como las deducciones y las escalas.

El mínimo no imponible y las deducciones se actualizaron casi todos los años de la última década (con excepción del 2009 y 2012), pero en la mayoría de los casos por debajo del aumento promedio de los salarios. Como consecuencia de ello disminuyó el cociente de salarios medios necesarios para comenzar a pagar el Impuesto, y por lo tanto una mayor proporción de trabajadores registrados comenzó a tributar Ganancias.

 

Aún con esta ampliación de la base de personas que tributan este impuesto, según datos de AFIP para el año 2012 únicamente el 17% de los trabajadores pagaron impuesto a las ganancias. Y de ellos, más del 60% pagaba mensualmente menos de $500 al mes. O sea, de los más de 1,6 millones de personas que tributaban ganancias, casi 1,4 millones pagaban menos de $500 al mes, en las alícuotas más bajas del impuesto (de entre 9% y 23%).

 

Pero mientras se actualizaron los valores de las deducciones y el mínimo no imponible, en los últimos diez años no se tocaron los valores de las escalas del impuesto. Dependiendo el valor de la 'ganancia neta' se debe pagar por cada uno de los tramos un impuesto creciente. La falta de actualización de dichas escalas hace que se salte más rápidamente de escala, y por lo tanto únicamente por efectos de la inflación y aumentos salariales, se tenga que destinar una mayor proporción del salario a Ganancias.

El impacto que esto genera ataca directamente a una de las patas del carácter progresivo del impuesto, ya que una vez que se debe comenzar a pagar el mismo, la falta de actualización de las escalas hace que el diferencial de presión tributaria entre distintos niveles de ingreso se reduzca al saltar rápidamente de las escalas más bajas a escalas medias y altas.

Por lo tanto, el impacto de Ganancias (como proporción de los ingresos totales) tendería a igualarse en el mediano plazo entre aquellas personas con ingresos promedio de la economía y quienes cuentan con ingresos extremadamente elevados.