FOTOS | La impresionante y singular central eléctrica sostenible que tiene hasta una pista de esquí en el techo

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Sostenibilidad hedonista

Amager Bakke o Copenhill es uno de los más recientes ejemplos de la sostenibilidad hedonista, corriente que propone que es posible ser responsables con el medio ambiente, sin sacrificar la calidad de vida. También intenta demostrar que la arquitectura y el diseño pueden ser económicamente rentables y sostenibles a la vez.

(Getty Images)

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La zona de los deportes extremos

El proyecto de 41.000 m2 incluye un centro de recreación urbana y un centro de educación ambiental, convirtiendo la infraestructura social en algo inédito. Debido a su ubicación en el paseo marítimo industrial de Amager, donde muchas instalaciones industriales se han transformado en centros para practicar deportes extremos, la planta de energía agrega el esquí, el senderismo y la escalada en roca a las actividades emocionantes que se pueden practicar en la zona.

(Getty Images)

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Innovadores ladrillos de aluminio

La fachada de 30.000 m2 está hecha de grandes ladrillos de aluminio en forma de ajedrez. Los ladrillos de 1,2 metros de alto y 3,3 metros de ancho también sirven como maceteros. La fachada se compone de dos capas. Una capa interior de hormigón de polímero reforzado con fibra (FRP) con rejillas de ventilación y la capa exterior de aluminio natural plegado. En la imagen se observa un deportista practicando snowboard frente a la fachada.

(Photo by OLIVIER MORIN/AFP via Getty Images)

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El muro de escalada más alto del mundo

La imagen muestra al escalador danés Mikkel Frederiksen subiendo el muro de escalada de 85 metros de alto y 10 de ancho de CopenHill el 6 de diciembre de 2020. El muro está construido como un rocódromo deportivo con diferentes ángulos y pendientes, así como salientes y voladizos. Hay 10 rutas hasta la cima con diferentes grados de dificultad. Pero ninguna de las rutas es adecuada para principiantes.

(Photo by OLIVIER MORIN/AFP via Getty Images)

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Un paraíso para los amantes del esquí

En Dinamarca no hay montañas. Por eso los daneses asiduos al esquí aman subir a Copenhill para descender esquiando sin necesidad de viajar al extranjero. Hay una pista de slalom, freestyle park y una zona para los más pequeños.

(Photo by OLIVIER MORIN/AFP via Getty Images)

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La montaña del país plano

La imagen muestra el interior de la planta de energía sustentable. Toda esta maquinaria está dispuesta en orden de altura, lo que forma la cubierta inclinada del edificio y el terreno de esquí resultante de 9.000 m2.

(Photo by NIELS CHRISTIAN VILMANN/Ritzau Scanpix/AFP via Getty Images)

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Muchas rutas para llegar a la cima

No hay una sola forma de llegar a la cima de CopenHill. Los sistemas de senderos y escaleras permiten combinar varias rutas diferentes: el viaje más corto hasta la cima es de aproximadamente 450 metros.

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Paisajes y atardeceres desde lo alto

Una de las atracciones más populares son los sistemas de senderos o las escaleras en ambos lados de la pista de esquí. Las rutas permiten a los visitantes hacer ejercicio o simplemente pasear para mirar el atardecer y disfrutar de una vista aérea que no permite la topografía de Copenhague.

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Con la naturaleza en mente

La firma Neveplast desarrolló una superficie personalizada para la pendiente CopenHill de 450 metros de largo con cinco matices de color diferentes. El objetivo era hacer que la pendiente pareciera un campo montañoso natural. Al poblar el techo con cientos de árboles, arbustos, pastos y flores autóctonos, los arquitectos paisajistas de SLA intentaron convertir el parque alpino en una extensión natural de la topografía de Copenhague.

(Photo by MADS CLAUS RASMUSSEN/Ritzau Scanpix/AFP via Getty Images)

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El lugar de los bocadillos

El complejo también ofrece la cafetería Amager Bakke para que los visitantes puedan sentarse a descansar y disfrutar de las pistas mientras disfrutan de bebidas y apetitivos.

(Getty Images)

Dinamarca posee uno de los edificios más curiosos del mundo: CopenHill, o Amager Bakke, como se le llama en danés.

La idea de edificar una estructura multifuncional que combina una planta de energía sustentable con instalaciones de ocio que incluye una pista de esquí la llevó a cabo el estudio de arquitectura danés BIG (Bjarke Ingels Group) en la antigua zona industrian de Copenhague.

Se trata de un edificio con hornos y turbinas que funcionan las 24 horas del día y convierten 440 000 toneladas de desechos en electricidad limpia y calefacción para 150.000 hogares cada año.

El proyecto forma parte de la estrategia de la capital danesa para convertirse en la primera ciudad del mundo en alcanzar la neutralidad de carbono para 2025.

Su techo en forma de cuña alberga una pista de esquí en invierno y una ruta de senderismo en verano, y su fachada más alta es un muro de escalada de 85 metros, que dice ser el más alto del mundo.

Fue seleccionado como el Edificio del Mundo en el Festival Mundial de Arquitectura de 2021.

La planta integra la tecnología denominada “DynaGrate” que no requiere detener los procesos cuando se detectan metales en los residuos. DynaGrate también se enfría con agua, lo que reduce la formación de óxido nítrico y la energía consumida por los ventiladores. Estos factores contribuyen a costos operativos más bajos que los métodos tradicionales.

Paradójicamente, la creciente eficiencia de Copenhague en la reutilización y el reciclaje ha generado el problema de que la ciudad no genera la suficiente basura para mantener el funcionamiento de la planta. Para mantener la producción de energía han tenido que importar basura de países vecinos.

Fuentes: Earthbound, Interesting Engineering, Architecture Today, CopenHill.