Yahoo Finanzas Heno de Pravia se coló en nuestras casas por un paseo en el que surgió el amor
Algunas marcas llevan el nombre de sus creadores, otras tienen una explicación rebuscada detrás del nombre escogido, que puede representar unas siglas o simbolizar un concepto que se quiere transmitir.
Pero en el caso de Heno de Pravia no hay absolutamente nada de abstracto, aunque pueda pasar desapercibido: se creó con la intención de recrear, literalmente, el aroma del heno de Pravia.
Pravia es una localidad asturiana antigua, tanto que ya se tienen constancia de vestigios en zonas del concejo desde época paleolítica. Pero nuestra historia no se remonta tan atrás, sino al año 1903, cuando Salvador Echeandía Gal, uno de los fundadores de la mítica perfumería Gal, andaba de viaje por Asturias.
Cuentan que al pasar por Pravia, por aquel entonces una pequeña villa, quedó enamorado del olor que desprendía el heno recién cortado y fue entonces cuando tomó una determinación: crearía un perfume capaz de evocar ese magnífico aroma.
En 1905 se puso a la venta la primera pastilla de jabón Heno de Pravia, muy similar a la que se sigue utilizando hoy en día, de color verde como el heno fresco y con una envoltura amarilla como el heno seco.
Este jabón se convirtió en uno de los más utilizados en los hogares españoles, hasta el punto de ser mencionado en la famosa obra teatral La venganza de don Mendo de Pedro Muñoz Seca. Perfumería Gal se convirtió en 1925 en proveedor de la familia real española y siguió cosechando éxitos hasta que en 2004 la empresa pasó a ser propiedad del grupo Puig.
Para el recuerdo quedan los legendarios carteles publicitarios realizados por los mejores ilustradores de principios del siglo XX; las declaraciones de actrices de la época tan cotizadas como Margarita Xirgu, María Guerrero o María Ladrón de Guevara; las pegadizas cuñas de radio de los años 50 o los anuncios televisivos de los 60 con los que Heno de Pravia se introdujo en todos los lavabos del país.
El jabón, en cambio, aquí sigue, casi 120 años después de que un joven empresario disfrutara de un agradable paseo por Asturias sin ser consciente de que conseguiría compartir aquella sensación con tantas personas.
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