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Alta producción combustóleo muestra aprietos de Pemex para lograr soberanía energética México

Imagen de archivo. Una vista general de una refinería de la petrolera estatal mexicana Pemex en el norte del país.

Por Ana Isabel Martinez

CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) - Un nuevo repunte de la producción del contaminante combustóleo ha puesto de manifiesto las dificultades de la gigante estatal Pemex para alcanzar en 2024 la prometida "soberanía energética", a pesar de un ambicioso plan para rehabilitar y ampliar la infraestructura de refinación de la endeudada empresa.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dejará el cargo el 1 de octubre del próximo año, sostiene que Pemex debe parar sus exportaciones de crudo para refinarlo en sus plantas y producir los combustibles que el país requiere. Actualmente la empresa bombea 1.6 millón de barriles por día (bpd) de petróleo, exporta más de 900,000 bpd de ellos y procesa unos 855,000 bpd.

Pese a que no es la primera vez que Pemex muestra que su producción de combustóleo es superior a la de gasolinas, en sus más recientes cifras de abril divulgó que la elaboración de ese petrolífero alcanzó 322,501 bpd, su mayor nivel para un mes desde julio del 2010, de 355,449 bpd, promediando unos 305,000 bpd en el primer cuatrimestre del año.

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La estatal no suele explicar las variaciones puntuales de sus cifras, pero directivos ha dicho que el deterioro en el que se recibieron las refinerías locales -ahora en rehabilitación- al inicio del gobierno actual a fines del 2018 y la falta de coquizadoras para reducir la producción de combustóleo y aumentar la de gasolinas y diésel, han jugado en contra.

El combustóleo con alto contenido de azufre que mayoritariamente produce Pemex ya no puede ser vendido como combustible marítimo en los países adheridos al protocolo IMO 2020. Existe, sin embargo, un mercado paralelo de ese combustible de alto azufre que se comercializa con descuento para otros usos, como la generación eléctrica.

Y mientras la producción del también llamado fueloil repuntó, la de gasolinas fue de 291,318 bpd en abril, seguida de la de diésel con 162,402 bpd, con promedio entre enero-abril del año de 280,000 bpd y 139,500 bpd respectivamente.

Si bien la elaboración de petrolíferos, que también incluye gas licuado, querosenos y lubricantes entre otros, mejoraron el año pasado, las seis refinerías locales de Pemex están procesando al 54% de su capacidad conjunta de 1.6 millón de bpd.

La estatal apuesta que la construcción en marcha de dos coquizadoras para producir 145,000 bpd de gasolinas, la refinería de Deer Park, en Texas; y la nueva refinería Olmeca en construcción en el sur de México agreguen barriles de combustibles al mercado local, pero faltando 15 meses para que López Obrador entregue el poder, la meta luce compleja.

METAS CASI IMPOSIBLES

Para suplir la demanda, Pemex, el único refinador y mayor vendedor de combustibles del país, ha importado un promedio de 353,000 bpd de gasolinas entre enero y abril, la mitad de los petrolíferos que compra al exterior y que incluyen gas natural seco y diésel. En contraste, ha exportado un promedio de 224,186 bpd promedio de combustóleo en el primer cuatrimestre.

En las filas de Pemex crecen las dudas de que México termine con las importaciones de gasolinas y diésel en 2024. Apenas en noviembre, el propio presidente, conocido como AMLO, prometió que eso sucedería a fines de este año, lo que luce imposible.

"Todo se están complicando conforme pasa el tiempo", dijo una fuente de alto rango de Pemex. "Es más un discurso político que una meta alcanzable. Las elecciones están aquí mismo", dijo refiriéndose a los comicios presidenciales de mediados del 2024.

Bregando por las metas del presidente, Pemex compró en 2021 a Shell la mitad de la refinería conjunta Deer Park para sumar barriles de combustibles a un sistema de refinación local que ha dado pérdidas por muchos años y sufre frecuentes accidentes.

También construye una refinería en el sureño Dos Bocas con capacidad de 340,000 bpd, pero que es casi imposible que inicie operaciones en julio e incumpla así una nueva fecha de arranque prometida por el Gobierno, que ha más que duplicado la inversión inicial de 8,000 millones de dólares para eregirla.

Las refinerías están "bastante comprometidas", dijo otra fuente de la empresa que también duda de la anunciada soberanía y la entrada en operación tanto de la refinería Olmeca como de las coquizadoras, ni siquiera tan pronto como en 2024.

"La producción de combustóleo es un problema que va desde el deterioro de las refinerías hasta las combinaciones de su dieta de crudo", añadió.

El procesamiento promedio de crudo en el primer cuatrimestre fue de 854,700 bpd con un pico en abril de 914,836 bpd, muy por encima de los 590,000 bpd en los dos primeros años de López Obrador, pero aún lejos de la promesa de 1,0-1.2 millón bpd que se ha hecho varias veces, incluso antes del actual Gobierno.

AMLO asegura que Pemex, con una deuda financiera de 107,400 millones de dólares, había sido empujada casi a la quiebra con reforma energética del 2013/14 y ha inyectado miles de millones de dólares por diversas vías para "rescatarla".

Ha fijado en dos millones de bpd la producción de crudo de Pemex para fines del 2024 y se jacta de haber frenado el declive del bombeo en casi dos décadas desde un techo de 3.4 millones de bpd en 2004, por el agotamiento de campos, falta de hallazgos significativos e ineficiencia de la empresa, usada por gobiernos previos como una suerte de caja chica.

Pero la producción de crudo ha bajado de 1.80 millón de bpd en 2018 a 1.59 millón bpd promedio este año mientras que la de condensados, un hidrocarburo muy ligero de baja densidad, ha ayudado a la empresa en los últimos cinco meses a cifrarla en casi 1.9 millón de bpd.

(Reporte adicional de Marianna Párraga en Houston; Editado por Adriana Barrera)