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Amazon prometió hacer entregar con drones en 2018... y todo era una patraña

Amazon es una de esas pocas empresas que consigue cambiar el mundo. Hace 24 años, Jeff Bezos, su fundador y actual CEO, prometió que cualquiera podría comprar libros y recibirlos en casa a los pocos días. Cumplió su promesa. Lo mismo pasó cuando amplió su catálogo y empezó a comercializar tecnología, ropa, discos y casi cualquier cosa que se pudiera vender. O cuando aseguró que iba a vender tabletas que no costarán más de 150 euros. También cumplió. Pero Amazon no siempre cumple lo que promete.

Hace 5 años el gigante de Internet publicó un espectacular vídeo promocional en el que se veía a un drone repartiendo sus paquetes. Sí, hace media década Jeff Bezos nos prometió que nuestros móviles, libros o discos iban a llegar volando hasta la puerta de nuestras casas. E incluso fijó una fecha para que este futurista sistema se pusiera en funcionamiento: 2018.

Un drone de Amazon Prime Air (Amazon)
Un drone de Amazon Prime Air (Amazon)

Pero ya hemos llegado a ese año y seguimos teniendo que depender de los horarios de entrega de los repartidores y de si estamos en casa o no. ¿Por qué Amazon no ha sido capaz de instaurar un sistema de drones capaz de transportar los pedidos?

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El 1 de diciembre de 2013, los estadounidenses pudieron ver un segmento del programa ‘60 minutes’ sobre los planes de Amazon para entregar paquetes con aviones no tripulados en tan solo “cuatro o cinco años”. Pero como pasa a veces en el mundo de la tecnología, parece que Amazon simplemente estaba realizando una acción publicitaria para ganar notoriedad. Y vaya si la logró: a finales de 2013 casi todos los medios de relevancia sacaron la noticia de los ambiciosos planes de Bezos y los suyos.

Otras compañías, como Google, se tiraron años y años calentando el ambiente con Google Glass, sus gafas inteligentes que se supone iban a matar ni más ni menos que a los smartphones y que finalmente se han quedado en agua de borrajas.

Sobre ellas y sobre los drones trata un reportaje publicado por The Associated Press en el que se hace seguimiento de las diversas promesas que las compañías de tecnología han hecho sobre el futuro… y que no han cumplido. En la información se revela que muchas se salen con la suya diciendo que faltan dos años, tres o cinco años para llegar a un determinado producto, y cuando se cumple ese tiempo, no presentan nada. Y lo que es peor, ninguna medio o periodista les interroga por ello.

Pero no hay que cargar las tintas exclusivamente sobre Amazon. Sus fantásticos drones no pueden repartir sus paquetes en la actualidad porque no se ha regulado el espacio aéreo de las ciudades para este tipo de aparatos. ¿Puede un drone causar una catástrofe s se estrella con un edificio? Y si desciende en una calle transitada y sus hélices dañan a un ciudadano o a una mascota? ¿Qué pasa si choca con un coche?

Parece que solo unos pocos barrios residenciales están preparados para este tipo de reparto futurista. Así quedó claro cuando Amazon volvió a la carga en 2015 con Amazon Prime Air, su división de entregas aéreas. Aquel año, entregó un par de paquetes con un drone, grabó varios videos promocionales e incluso abrió una web en la que versaba las maravillas de este sistema. Tres años después, ningún cliente de Amazon recibe así sus pedidos.