ANÁLISIS-Avance de rendimientos de bonos del Tesoro podría augurar cambio de tendencia para el riesgo
Por Lewis Krauskopf
NUEVA YORK (Reuters) - La marcha ascendente de los rendimientos de los bonos alcanzó el martes un nivel crítico que podría llevar a los gerentes de cartera a considerar un traslado del dinero a valores más seguros de renta fija a expensas de activos más riesgosos como acciones y mercados emergentes.
El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años (^TNX), un referencial global de las tasas de interés para todo tipo de contratos, desde préstamos inmobiliarios a bonos corporativos, marcó 3 por ciento por primera vez en más de cuatro años. El movimiento por encima del umbral, observado muy de cerca, tiene lugar cuando los inversores en bonos se tornan más cautos por señales de que la inflación repunta y la Reserva Federal estadounidense no está de humor para frenar su propio programa de alzas de tasas.
El aumento de las tasas de interés plantea varios problemas para las acciones, en particular.
Los mayores costos de financiamiento amenazan con reducir el robusto crecimiento de ganancias que apuntaló un mercado alcista de nueve años durante el cual el índice S&P 500 (^GSPC) ha dado un retorno total, incluyendo dividendos reinvertidos, de 367 por ciento.
Pero de igual importancia, los rendimientos más altos de los bonos ofrecen una alternativa más segura para generar ingresos, algo que ha faltado durante años de tasas de interés bajísimas luego de la crisis financiera. Las acciones ya no son el único juego posible.
"El incremento que hemos visto en los bonos recientemente definitivamente hizo a los bonos más atractivos que algunas de las acciones, especialmente las que continúan teniendo dificultades", dijo Mary Ann Hurley, vicepresidenta de renta fija de D.A. Davidson en Seattle. "Estos rendimientos más altos en los bonos a 10 años y más largos estarán trayendo algo de dinero real para colocar en niveles que no hemos visto en un largo tiempo".
"Un nivel grande"
El retorno a 10 años ha trepado constantemente desde fines de 2017 al 2,41 por ciento. Su quiebre del nivel de 3 por ciento ayudó a enfocar a los inversores en los crecientes riesgos para las acciones, ofreciendo un factor de perturbación de las acciones que hizo que el S&P 500 regresara a territorio negativo acumulado en el año, con una baja de 1,4 por ciento.
"Es un nivel grande en el mercado global, es un nivel psicológico grande", dijo Justin Lederer, estratega de tasas de interés de Cantor Fitzgerald en Nueva York.
Además, es una amenaza para los activos más riesgosos más allá de las acciones estadounidenses.
Los bonos corporativos de grado de inversión y alto rendimiento también ahora están negativos en el año, y la subida de los retornos del Tesoro pareció hacer olas en los mercados emergentes a medida que los inversores analizan pasar dinero a la deuda estadounidense, más segura. Los referenciales de MSCI para las acciones y bonos de mercados emergentes de JPMorgan, respectivamente, cerraron ambos en mínimos de dos meses.
"Al menos en el mundo de las monedas, los rendimientos crecientes en Estados Unidos socavan severamente el atractivo de los activos más riesgosos, particularmente los de rendimientos más altos y las divisas de mercados emergentes", dijo Omer Esiner, analista jefe de mercados de Commonwealth Foreign Exchange en Washington.
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Rendimientos reales todavía pobres
No todos los inversores estaban listos para aprovechar el movimiento del título a 10 años como el detonante para mover el dinero, especialmente en medio de un temporada de ganancias corporativas que se encamina a ser el período más fuerte en más de siete años.
"No creo que el nivel de 3 por ciento necesariamente haga que los bonos sean para comprar", dijo Alan Gayle, presidente de Via Nova Investment Management en Fredericksburg, Virginia. "No creo que los inversores deban abandonar las acciones cuando la economía está creciendo y las ganancias han subido alrededor de 20 por ciento desde hace un año".
Dados sus retornos previstos, las acciones continúan luciendo relativamente atractivas, dijo Jason Ware, presidente de inversiones de Albion Financial Group en Salt Lake City. Ese es particularmente el caso cuando uno mira lo que rinden los bonos del Tesoro después de la inflación, su llamado "rendimiento real".
"Aún no creo que haya mucha competencia desde una perspectiva de decisión de asignación de activos", dijo Ware. "Estamos hablando de un retorno de 1 por ciento, con un 3 por ciento a 10 años después de inflación".
Algunos inversores minimizaron el umbral del valor a 10 años, prefiriendo observar el sendero de las tasas a partir de ahora.
"No creo que haya algo mágico con el 3 por ciento", dijo Willie Delwiche, estratega de inversiones de Baird en Milwaukee. "Si las tasas suben rápidamente desde aquí, eso es un viento en contra para las acciones y para la economía. Pero si tenemos una subida lenta, no veo motivos para que sea un viento en contra".
(Reporte adicional de Karen Brettell, Saqib Iqbal Ahmed y Megan Davies en Nueva York; editado por Gabriel Burin)