Antaño rechazadas, las acciones de empresas nucleares vuelven a brillar
(Bloomberg) -- Gestores de fondos están apostando que la energía nuclear, una industria en el pasado prohibida a los inversionistas enfocados en temas medioambientales, está a punto de resurgir.
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Robeco Institutional Asset Management, J O Hambro Capital Management y Janus Henderson Investors son algunas de las firmas que ven espacio para las acciones de empresas nucleares en sus carteras, según representantes entrevistados por Bloomberg.
“En el pasado, nuestro enfoque estaba más en el lado muy cauteloso y de excluirlas”, dijo Chris Berkouwer, gestor principal del fondo Net Zero 2050 Climate Equities de Robeco. Pero ahora está claro que la energía nuclear es “una parte indispensable” para eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero, afirmó.
Incorporar energía nuclear en carteras comercializadas como respetuosas con el medio ambiente seguramente avivará el debate. Los detractores señalan preocupaciones como los residuos nucleares, el suministro de uranio y riesgos geopolíticos. La guerra en Ucrania ha provocado nuevos niveles de ansiedad mundial después de que la central nuclear de Zaporizhzhia cayera bajo control ruso.
Sus defensores replican que un reactor nuclear no genera emisiones y produce enormes niveles de electricidad utilizando sólo pequeñas cantidades de combustible, lo que las hace más eficientes que otras formas de energía. Es una de las razones por las que la energía nuclear es la mayor fuente de energía limpia en EE.UU., Francia y Corea del Sur.
En la Unión Europea, la fuerte presión ejercida por Francia contribuyó a que la energía nuclear entrara en la llamada taxonomía verde del bloque en 2022.
El BlackRock Investment Institute, una filial de BlackRock Inc., considera a la energía nuclear parte de la combinación necesaria para alimentar los enormes centros de datos que está construyendo la industria tecnológica.
“A medida que crece la adopción de la IA, es probable que esa demanda de energía al menos se duplique —y posiblemente se cuadruplique— para finales de esta década”, afirmó Alastair Bishop, responsable global de inversiones sostenibles y gestor de carteras del BlackRock Investment Institute, en una rueda de prensa en julio. “Eso va a tener profundas implicancias para el mercado energético”.
Robert Lancastle, gestor de carteras de J O Hambro, afirma que, sin energía nuclear, es poco probable que el mundo disponga de energía suficiente para el continuo crecimiento de la inteligencia artificial.
Encontrar energía suficiente para la revolución de la IA “es una de las grandes cuestiones sin resolver”, dijo en una entrevista. “Creemos que la energía nuclear —y quizá los pequeños reactores modulares ubicados cerca de grandes centros de datos— se va a convertir en un área interesante que además está infravalorada”.
Lancastle compró acciones de la minera de uranio Cameco Corp. en el primer trimestre de 2022. Han subido cerca de un 80% desde principios de ese año.
Otros ejemplos de acciones con exposición a lo nuclear son Constellation Energy Corp, que ha subido más del 50% este año, BWX Technologies Inc, que ha ganado más del 20%, y NuScale Power Corp, cuyas acciones se han disparado más del 150%. Entre las opciones en renta fija están los bonos de empresas como Orano SA, Urenco Ltd. y Electricite de France SA.
La Agencia Internacional de Energía calculó en 2022 que la capacidad nuclear mundial debería duplicarse a mediados de siglo con respecto a niveles de 2020 para ayudar al mundo a cumplir los compromisos de cero emisiones netas. La forma en que los gobiernos gestionan la energía nuclear ha tenido importantes ramificaciones geopolíticas. Es famoso el caso de Alemania, que puso fin a su programa de energía nuclear en la década que siguió a la catástrofe de la central japonesa de Fukushima en 2011. Esa decisión ha suscitado críticas ya que hizo que el país dependiera demasiado de los combustibles fósiles de Rusia.
Al mismo tiempo, la decisión de la UE en 2022 de incluir la energía nuclear en su taxonomía verde suscitó muchas críticas de grupos ecologistas. Entre sus preocupaciones están los residuos generados por las centrales nucleares, que pueden tardar miles de años en descomponerse, o que las tecnologías caigan en las manos equivocadas y puedan utilizarse para fabricar armas nucleares.
Berkouwer, de Robeco, afirma que el proceso de la empresa para elegir activos nucleares está lleno de controles y equilibrios, y las inversiones no pueden seguir adelante si exponen a Robeco a países de alto riesgo en lo que respecta a la seguridad nuclear. Siguen excluyendo además valores de empresas vinculadas a la industria de defensa.
Berkouwer dijo que ve oportunidades de inversión en mineros de uranio, proveedores de equipos, empresas que construyen los llamados pequeños reactores modulares y empresas eléctricas en las que la energía nuclear es una parte importante de su portafolio de generación. También incluye a proveedores de software, ya que muchas centrales nucleares necesitan informática avanzada para operar.
Pero los costos siguen siendo un problema. Las centrales nucleares usualmente requieren inversiones de miles de millones de dólares y su construcción suele tomar más tiempo que las instalaciones de energías renovables. Eso da a la energía nuclear “una mala reputación”, afirma Tal Lomnitzer, director de inversiones del equipo de renta variable sostenible global de Janus Henderson Investors.
Aun así, los costos “pueden abordarse con pequeños reactores modulares”, dijo Lomnitzer. “Es de esperar que la percepción pública mejore con las garantías de los gobiernos y otros”.
Nota Original: Asset Managers Are Now Investing in Once—Shunned Nuclear Stocks
--Con la colaboración de Rachel Morison y Jonathan Tirone.
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