Yahoo Finanzas Así ha cambiado México: lo que gastaban tus papás de jóvenes y lo que gastas tú ahora
La generación Z y los millennials han crecido en dos Méxicos muy distintos
En 1990 la población era de solo 84 millones es de 130 millones
"No había tantos lugares en que gastar el dinero, uno se dedicaba a su familia"
“Mi papá a los 25 años tenían hijo, casa y carro. Yo tengo 25 y sigo viviendo en su casa"
La generación Z (1965 y 1978) que ahora tienen más de 50 años y los millennials (1981 y 1995) arriba de los 25 años, son dos generaciones muy diferentes, los últimos está preocupándose por su futuro: educación, pensión, matrimonio, familia, vivienda, transporte y otros gastos. Aspectos que han cambiado drásticamente desde que nuestros padres tenían esa edad.
Cuando la Generación Z tenía 25 años, es decir, en 1990, la población en México era de solo 83.94 millones, ahora somos casi 130.3 millones. La población mexicana incrementó 55% en 31 años, considerando hasta el 2021. Es decir, que hay mayor competencia por todo, más alumnos buscando entrar a una universidad, más personas buscando un trabajo, más necesidad de vivienda, salud, vestido, bienes básicos, todo.
Todo eso es un incremento en la demanda, y en la ley de la economía, a mayor demanda implica un mayor precio.
Así es, en 30 años el precio de absolutamente todo ha cambiado. Los terrenos, los sueldos, los autos, la comida, la educación, la ropa, todo. Eso hace que los millenials se enfrenten a un escenario más complicado en la vida diaria. Veámoslo poco a poco.
Todavía en casa con papá y mamá
“Mi papá a los 25 años estaba por tener a su tercer hijo, mi mamá solo tenía 23 años. Ellos ya tenían una casa pequeña en Guadalajara y un modesto automóvil. Yo tengo 25 y sigo viviendo en su casa, no tengo auto propio, y terminé la universidad hace un año, sigo decidiendo sobre estudiar una maestría o buscar mi primer empleo”, nos contó Gerardo, un exalumno de la licenciatura en Derecho.
De hecho, en México la tasa de fecundidad en 1990 era de 3.47 nacimientos por cada 1,000 mujeres en edad fértil, ese número descendió a 2.2 en 2018. Algo que también cambio fue el precio de los partos, que hace 30 años era menor de 10 mil pesos y ahora puede costar alrededor de los 50 mil pesos.
Además, el salario y la moneda han cambiado en el periodo. Para 1990, el salario mínimo diario era de 11,900 pesos, pero recordemos que en esa fecha el peso mexicano tenía tres ceros adicionales, es decir, que ese salario quedaría como 11.9 pesos diarios en la actualidad. Afortunadamente, los salarios han mejorado, y ahora se pagan como mínimo casi 173 pesos al día.
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Precios distintos prioridades distintas
“Los trabajos eran más agotadores, pero la calidad de la comida era mejor y más fresca. No había tantos lugares en que gastar el dinero, uno se dedicaba a su familia, a buscar un patrimonio para sus hijos, pero tampoco podíamos dedicarnos tiempo a nosotros mismos, yo solo acabé la preparatoria y con eso tuve que seguir adelante”, dijo el señor José de 62 años.
Aunque el salario era menor al actual, todos los precios han cambiado. Un terreno de 200 metros cuadrados podía costar, dependiendo la ubicación y otros factores, menos de 150,000 pesos, ahora cada metro cuadrado tiene un precio promedio de 19,000 pesos, eso es 380,000 pesos por un terreno de la misma dimensión.
Algo tan sencillo como los diarios, en 1990, el precio de un periódico era de solo 50 centavos, para 1996 era de 3.50, en el 2000 costaba 5 pesos y ahora lo compras en más de 10 pesos la pieza. Incluso el precio de las tortillas, en 1990 costaba alrededor de 4 pesos el kilo, para el 2000 era de casi 10 pesos y ahora lo encontramos hasta en 18 pesos.
Pero también tenemos cosas positivas, se tiene registro de que más de 16,886 estudiantes en 1990 egresaron de una universidad y esa cantidad pasó hasta 26,920 estudiantes en 2004. Hasta el 2021 se registraban cerca de 3 millones de estudiantes de nivel superior.
No obstante, los egresados jóvenes en México tienen una tasa de desempleo de 14.5%, más alta que la de los mayores: 12.0%.
Ahora, los jóvenes destinan más gasto en comida que en otra cosa. De acuerdo con el Inegi, el 34.1% de su presupuesto lo destinan a alimentos, bebidas y tabaco, 18.8% a transporte, 14% a servicios educativos y 33.1% gastos diversos.
La Condusef nos recuerda que aprender a gastar no tiene edad, con estos consejos:
Realiza un presupuesto. Checa cuánto dinero dispones al mes y compáralo con tus gastos fijos (comida, transporte, telefonía móvil, entre otros) así conocerás tu capacidad de ahorro.
Haz una lista de lo indispensable; no adquieras cosas que no necesites.
Busca nuevas alternativas de entretenimiento. Recuerda: existen espectáculos gratuitos o con descuentos.
Valora si necesitas salir todos los fines de semana. Ahorra durante unos meses. Al final podrás destinar esos recursos a metas más grandes; un viaje por ejemplo.
