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Astronautas 'muy normales' se preparan para un lanzamiento espacial extraordinario

Sian Proctor, durante su entrenamiento en Bozeman, Montana. (John Kraus / Inspiration4 vía The New York Times)
Sian Proctor, durante su entrenamiento en Bozeman, Montana. (John Kraus / Inspiration4 vía The New York Times)

Una es una asistente médica de 29 años que vive en Memphis, una sobreviviente de cáncer con varillas de metal en la pierna izquierda que remplazan los huesos destruidos por un tumor.

Otra es una profesora de una universidad comunitaria de Phoenix de 51 años que no logró cumplir su sueño de convertirse en astronauta de la NASA.

El tercero es un ingeniero de datos que vive en el oeste de Washington y que alguna vez fue consejero en un campamento que ofrecía a los niños una muestra de lo que es ser un astronauta.

El cuarto, de 38 años, abandonó el bachillerato y se convirtió en el fundador multimillonario de una empresa de procesamiento de pagos. Él es quien va a pagar un viaje al espacio como nunca antes se ha visto, donde nadie a bordo es astronauta profesional.

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Esta tripulación de cuatro miembros está convocada para viajar al espacio en un cohete de SpaceX que se lanzará desde el Centro Espacial Kennedy en Florida el miércoles a las 8:02 p. m., hora del este. El grupo orbitará el planeta durante tres días a una altitud superior a la de la Estación Espacial Internacional.

Esta misión, conocida como Inspiration4, será la primera expedición en la que el gobierno es un espectador más en términos generales. También es mucho más ambiciosa y arriesgada que los viajes de minutos al borde del espacio realizados en julio por dos celebridades ultrarricas del mundo de los negocios, Richard Branson y Jeff Bezos.

El viaje demuestra que cualquier ciudadano, al menos cualquiera con un par de cientos de millones de dólares de sobra, ahora puede alquilar una nave espacial. En este caso, se trata de Jared Isaacman, fundador de Shift4 Payments, una empresa que procesa pagos para restaurantes y otros negocios.

SpaceX, la compañía privada dirigida por Elon Musk, otro multimillonario cuya compañía ha revolucionado el negocio espacial en la última década, está a cargo del vuelo de Isaacman.

Un viaje como Inspiration4 sigue siendo asequible solo para los más ricos de los ricos, pero ya no es imposible. Al decidir gastar una parte considerable de su fortuna, Isaacman le dio la oportunidad a tres personas que no conocía.

El resultado es una misión con una tripulación que es más representativa de la sociedad en general: Hayley Arceneaux, asistente médica en St. Jude Children’s Research Hospital de 29 años; Sian Proctor, una profesora negra de una universidad comunitaria de 51 años, y Christopher Sembroski, un ingeniero de datos de 42 años.

“Creo que estamos más que preparados para ir al espacio”, dijo Sembroski.

Las distintas historias de vida de la tripulación de Inspiration4 presentan un marcado contraste con Branson y Bezos, cuyas excursiones fueron vistas por muchos como paseos de placer para multimillonarios.

“El mundo no vio cómo les beneficia”, dijo Timiebi Aganaba, profesora de Espacio y Sociedad en la Universidad Estatal de Arizona, sobre los vuelos de Virgin Galactic y Blue Origin de Branson y Bezos. “La opinión general fue algo como: ‘Esto solo es un parque de juegos para los ricos’”.

Con su equipo de personas comunes, Isaacman intenta abrir el espacio para todos.

“La diferencia con este vuelo es que tenemos a tres personas muy normales abordo y nos van a mostrar lo que significa abrir las puertas de esta experiencia”, comentó Aganaba.

Proctor habló de Arceneaux, una sobreviviente de cáncer que se convertirá en la primera persona con una prótesis en viajar al espacio. En su opinión, eso amplía la idea de la gente sobre quién puede ser un astronauta.

“Esa es una de las razones por las que la representación es importante”, afirmó Proctor, quien será la primera mujer negra en servir como piloto de una nave espacial. “Y el acceso importa”.

La misión también muestra el papel cada vez más importante de las empresas privadas en el espacio. La expedición utiliza el mismo cohete Falcon 9 y la misma cápsula Crew Dragon que SpaceX desarrolló para llevar a los astronautas de la NASA hacia la Estación Espacial Internacional y de vuelta.

Para Inspiration4, Isaacman nombró los cuatro asientos disponibles en la nave espacial con términos que simbolizan las cualidades que espera que represente la misión: liderazgo, que será su lugar, y esperanza, generosidad y prosperidad para sus compañeros de viaje.

Cuando decidió utilizar el viaje con el fin de ayudar a recaudar fondos para el hospital St. Jude, un centro de salud que les brinda a los niños atención gratuita contra el cáncer, le pidió al hospital que sugiriera un trabajador de la salud de primera línea para representar la esperanza. Los funcionarios del hospital escogieron a Arceneaux. El asiento de la generosidad, que fue para Sembroski, recaudó dinero para St. Jude a través de una rifa. Luego, la empresa de Isaacman, Shift4, hizo un concurso en el que se pedían ideas empresariales y Proctor ganó el puesto de prosperidad con la creación de una tienda para vender el arte de temática espacial que hace.

Isaacman se ha negado a decir cuánto va a pagar, solo que es una cantidad menor que los 200 millones de dólares que espera recaudar para St. Jude.

“Todavía estamos muy lejos de que la gente común pueda ir al espacio”, dijo Aganaba.

© 2021 The New York Times Company