Axel Kicillof fogonea en la liga de gobernadores la implementación de un salario básico universal

CORDOBA.- En medio de los tironeos internos del Frente de Todos y de los reclamos de los gobernadores reunidos en la Liga, el paliar los efectos de la inflación escala en importancia. Los mandatarios admiten que ya no hay aportes extras que se puedan hacer para reducir el impacto de la suba de precios en los ingresos. Hace diez días empezaron a plantear -impulsados por Cristina Kirchner- la descentralización de los planes sociales y, hace unos días, el bonaerense Axel Kicillof empezó a insistir con que mejor sería un salario universal.

La idea no es nueva; la propia vicepresidenta la barajó en su momento y la retomó hace unas semanas con sus allegados -entre los que están Kicillof y Capitanich- después de criticar el manejo de los planes sociales por parte de la Rosada y sus movimientos sociales aliados.

En paralelo, los diputados que llegaron a sus cargos como referentes de esos sectores pidieron debatir el proyecto que ya existe. Los legisladores son Itai Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli, del Frente Patria Grande, que lidera Juan Grabois; Juan Carlos Alderete y Verónica Caliva, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC); Leonardo Grosso y Eduardo Toniolli, del Movimiento Evita de Emilio Pérsico, y Natalia Souto, de Barrios de Pie.

La propuesta que Kicillof deslizó con sus pares de la “liga” es que el Salario Básico Universal podría llegar a unas 7,5 millones de personas y convivir con la Asignación Universal por Hijo; sí reemplazaría a los planes sociales. Es decir, habría más beneficiados con menos plata. No hay detalles de qué condiciones se exigirían.

En la Liga hay gobernadores que la integran convencidos y otros que están pero toman distancia con el presidente Alberto Fernández y tampoco tienen línea directa con la vicepresidenta. Todavía no debatieron la idea de apoyar abiertamente la idea del salario universal, confió una fuente a LA NACION y agregó que saben que ya está el “no” del ministro Martín Guzmán.

“Es una forma de mantener vivo el debate sobre los planes y su gestión -dijo el ministro de un distrito peronista grande-. No hay márgenes fiscales para discutir seriamente esa iniciativa, más allá de la voluntad política que pueden tener algunos. Es un debate para economías estables”. El que habla no sabe qué posición pública tomará su gobernador.

Más allá de la coincidencia de los mandatarios de que el cómo está la situación pone en riesgo que el peronismo pueda retener las provincias que hoy tiene, son varios -Omar Perotti (Santa Fe), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Uñac (San Juan), Arabella Carreras (Río Negro) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones)- los que se muestran menos radicalizados en sus propuestas.

Ese grupo es el mismo al que le hace “ruido” -como definió un referente- expresiones como la del ministro bonaerense Andrés “Cuervo” Larroque, quien consideró que “la fase moderada está agotada”. Sí reconocen que, a esta altura, ya no hay chances de “mediar” para que el Presidente y la Vice se acerquen. También Larroque había hablado del salario básico universal: “Implicaría una inversión mayor pero no es algo desmesurado”.

Las medidas económicas de los últimos días del Gobierno también hicieron reconocer a los gobernadores que tenían expectativas en lo que podría realizar Daniel Scioli como ministro de la Producción. “En dos semanas quedó desdibujado; eso demuestra la velocidad de la crisis”, confió un legislador nacional muy cercano a su mandatario.

Para el economista Jorge Colina, titular de la consultora Idesa, es “inviable” una propuesta de ese tipo. “Ni los países que tienen estabilidad la discuten. La Argentina no puede hacerlo con un déficit fiscal primario que hoy es de 4% y que no sabemos cómo termina”, indicó a este diario y confió en que los gobernadores “no presionen para lograrlo porque sería desestabilizador”.