El BCE bajará los tipos de interés ante la fragilidad económica de la zona euro
El Banco Central Europeo debe en principio bajar nuevamente los tipos de interés ante la atenuación de la inflación y la fragilidad económica en la zona euro.
Varios miembros del Consejo de Gobierno no ocultaron su preferencia, como el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, que declaró que una nueva bajada de intereses en septiembre sería "justa y sabia".
La tasa de depósito podría reducirse en 25 puntos de base, hasta el 3,50%. Esta decisión afecta a la tasa de mercado interbancario y, en consecuencia, a las condiciones de los préstamos para los hogares y las empresas.
Después de una época de encarecimiento sin precedentes del crédito para luchar contra una inflación excepcionalmente elevada, especialmente después de la guerra rusa en Ucrania, los guardianes del euro redujeron los tipos en junio por primera vez en cinco años.
Se adelantaron a la Reserva Federal de Estados Unidos, que debería decidir su primera bajada de tipos el 18 de septiembre, después de haber elevado el coste del dinero a niveles no vistos desde 2001.
El BCE se tomó una pausa en julio, pero el contexto económico lo empuja a actuar de nuevo ahora.
La inflación se ralentizó al 2,2% interanual en agosto en la zona euro e incluso se quedó por debajo del objetivo del 2% en sus dos principales economías (Francia y Alemania), a la vez que la subida de salarios comienza a atenuarse.
Además, el crecimiento económico en la zona euro se revisó ligeramente a la baja, hasta el 0,2%, para el segundo trimestre de 2024.
- Estrategia prudente y progresiva -
Si bien esta nueva etapa de recorte de tasas no genera dudas, "la manera en que comunicará el BCE sus próximas acciones es muy incierta, con un riesgo de que decepcione por exceso de cautela", según los analistas de RichesFlores Research.
Todo dependerá de hacia qué lado se incline "la balanza de los riesgos", una cuestión que todavía no genera consenso entre los bancos centrales de la Eurozona, declara a la AFP Gilles Moec, economista jefe de Axa.
El debate opone "a quienes se empiezan a inquietar por la desaceleración pronunciada de la demanda", que justificaría reducir rápidamente el costo de los créditos, y "aquellos quienes consideran que el repunte del poder adquisitivo, provocado por la desinflación, permitirá sostener el consumo y que no es urgente actuar de manera firme", explica.
Las nuevas proyecciones económicas publicadas el jueves por el BCE no ayudarán a esclarecer dudas: los observadores no esperan más que un ligero ajuste a la baja tanto del crecimiento como de la inflación en 2024 y 2025.
Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, defendió recientemente una estrategia prudente y progresiva sobre los tipos para evitar un regreso de la inflación.
Esto podría animar a la presidenta de la institución, Christine Lagarde, a mantener su principio de apoyarse en los datos para ir reunión a reunión, sin comprometer políticas a largo plazo.
El BCE insistirá también en la importancia de aplicar rápidamente las nuevas reglas presupuestarias de la UE para garantizar la estabilidad de los precios.
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