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Biden podría ganar por paliza a Trump

Primero, el descargo de responsabilidad: los pronósticos pueden ser equivocados, algo que todo el mundo aprendió de la alarmante victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2016. Ninguna previsión es a prueba de balas.

Ahora, la sorpresa: el candidato presidencial del Partido Demócrata, Joe Biden, podría no solo vencer a Trump en noviembre, sino ganar por paliza. El modelo electoral dirigido por la firma de pronósticos Oxford Economics prevé que Biden vencerá a Trump por un margen histórico, a causa de los profundos daños infligidos a la economía debido a la recesión por el coronavirus. Antes de la recesión, el modelo mostraba que Trump ganaría con un resultado ajustado.

Los cierres comerciales de emergencia destinados a detener la propagación del coronavirus han provocado la pérdida de 37 millones de puestos de trabajo desde finales de marzo, la mayor caída del empleo desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado. Algunos de estos despidos son temporales, pero la tasa de desempleo, que ahora es del 14,7 %, probablemente se mantenga en torno al 10 % el día de las elecciones. Esta tasa es tres veces mayor que la de antes del virus y se puede equiparar al peor período de la última recesión, que comenzó en 2007. En pocas palabras, muchos estadounidenses estarán peor el día de las elecciones que un año antes, algunos de ellos incluso presos de la desesperación.

El presidente Donald Trump habla frente a un cuadro del presidente Theodore Roosevelt durante un acto sobre la cadena de suministros alimentarios en medio de la pandemia de coronavirus celebrado en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca el martes, 19 de mayo de 2020, en Washington (AP Photo / Evan Vucci).
El presidente Donald Trump habla frente a un cuadro del presidente Theodore Roosevelt durante un acto sobre la cadena de suministros alimentarios en medio de la pandemia de coronavirus celebrado en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca el martes, 19 de mayo de 2020, en Washington (AP Photo / Evan Vucci).

La variable clave en el modelo de Oxford es una fuerte contracción en los estados en disputa que alimenta la desafección con Trump y sus colegas republicanos y que refuerza la base electoral demócrata. En el modelo, el exvicepresidente Biden gana en todos los estados tradicionalmente demócratas y en siete estados en los que ganó Trump en 2016: Iowa, Michigan, Misuri, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvania y Wisconsin.

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Este resultado otorgaría a Biden el 65 % del voto popular y a Trump solo el 35 %. Biden ganaría las elecciones por 328-210 votos electorales, el peor resultado para un presidente en ejercicio de sus funciones desde que Jimmy Carter perdió contra Ronald Reagan en 1980. En 2016, Trump perdió la votación popular frente a Hillary Clinton, por 48 % a 46 %, pero su victoria en varios estados en disputa le valió la victoria electoral por 306-232. El modelo de Oxford predijo que Hillary Clinton ganaría el voto popular, pero no que Trump tendría ese margen de votos electorales a su favor. En 18 elecciones presidenciales desde 1948, el modelo de Oxford se ha equivocado con el voto popular solo dos veces, en 1968 y en 1976.

Antes de la llegada del virus, Oxford preveía la reelección de Trump con un 55 % del voto popular. El tambaleo de la economía y la respuesta vacilante de Trump a la crisis desatada obviamente han ayudado a Biden. Las encuestas muestran que Biden sacaría entre 4 y 5 puntos de ventaja a Trump en toda la nación. Biden también lidera la mayoría de estados en disputa, los cuales probablemente determinen al ganador en noviembre. Mark Zandi de Moody’s Analytics explicó recientemente a Yahoo Finance que la herramienta de proyección electoral de su firma también registró este trasvase de votos de Trump a Biden, aunque los datos todavía no son públicos.

El exvicepresidente y candidato a presidente del Partido Demócrata, Joe Biden, habla sobre el coronavirus el jueves, 12 de marzo de 2020, en Wilmington, Delaware (AP Photo / Matt Rourke).
El exvicepresidente y candidato a presidente del Partido Demócrata, Joe Biden, habla sobre el coronavirus el jueves, 12 de marzo de 2020, en Wilmington, Delaware (AP Photo / Matt Rourke).

La participación es fundamental en las elecciones y una menor participación demócrata ‒debido al coronavirus, a la falta de entusiasmo por Biden o a cualquier otra razón‒ podría ayudar a Trump. Por su lado, una alta participación demócrata podría dar pie a una victoria aún más decisiva de Biden. En el modelo de Oxford, si la participación demócrata es tan fuerte como la de 2008, cuando los votantes llevaron a Obama a la Casa Blanca, entonces Biden ganaría Florida, Texas y otros estados tradicionalmente republicanos, por una avalancha electoral de 434-104. Una victoria decisiva de Biden seguramente significaría para los demócratas recuperar el control del Senado, de modo que controlarían por completo el gobierno federal.

Trump parece ser consciente de estar en problemas, razón por la cual está presionando mucho a los estados para que reabran cuanto antes, incluso si eso significa más infecciones y muertes por el coronavirus, pero puede hacer algunas cosas para evitar que el día de las elecciones la economía esté todavía peor de lo que estaba un año antes. La mejor baza de Trump podría ser convencer a los votantes de que el virus es un enemigo externo y de que él reconstruirá mejor el país que Biden. Sí, sí, sí: es posible que Trump lo logre, independientemente de lo que digan los expertos.

Rick Newman