Bienvenido al pueblo fantasma más grande de Gran Bretaña, donde una de cada tres tiendas ha cerrado
Bienvenido al pueblo fantasma más grande de Gran Bretaña, donde una de cada tres tiendas ha cerrado.
Burslem, en Stoke-on-Trent, tiene un índice de tiendas vacantes del 31,5%, casi tres veces el promedio nacional, que asciende al 12,2%.
Lo que una vez fue un centro bullicioso repleto de comercios locales, ahora es una zona de edificios clausurados y abandonados a su suerte que solo atraen a artistas del grafiti y vándalos.
Los dirigentes empresariales afirman que el pueblo ha quedado abandonado debido al impacto del Brexit y la desaparición de la industria de la cerámica, que supo ser muy próspera en la zona. De hecho, fue la que le dio el sobrenombre al pueblo.
En los últimos años, Burslem ha sido testigo del cierre de su histórico mercado interior, así como del museo del vidrio y de unas 30 tiendas en total.
Amit Patel, de 42 años, quien ha dirigido la “Booze and News Convenience Store” durante nueve años, considera que no existen incentivos para abrir nuevos negocios en Burslem.
“Existen muchas tiendas vacías, demasiadas”, contó. “Cada mes soy testigo de ello, dicen ‘esta tienda va a cerrar, esa otra tienda también’, y así una tras otra. Aquí ya no queda nada”.
Patel reveló que el estacionamiento es un gran problema, hay líneas amarillas dobles “por todas partes”.
Y añadió: “Si las personas quieren ir a una tienda a comprar un litro de leche, no quieren además pagar una hora de estacionamiento”.
“Si es tan difícil aparcar y no hay bancos, no hay motivos para venir aquí”.
El comerciante reveló que las personas se sentían más atraídas por las ciudades vecinas de Stoke-on-Trent o Newcastle-under-Lyme, donde hay aparcamiento gratuito.
Un estudio realizado por la Local Data Company calculó el alarmante índice de comercios vacantes de la comunidad de 11.000 habitantes.
El estudio recogió además datos de 2.700 pueblos y ciudades. También reveló que el número de aperturas de tiendas en el segundo trimestre de 2017 se ha reducido en un 80%.
Las tiendas físicas tradicionales del centro del pueblo han tenido que competir con las grandes tiendas situadas a las afueras y con el auge de las compras por Internet.
El concejal independiente Alan Dutton, quien representa al distrito de Burslem Central en el Ayuntamiento de Stoke-on-Trent, reveló que el declive de las fábricas de cerámicas tuvo un gran peso sobre estas cifras impactantes.
Explicó: “La clave de la cuestión es que Burslem no es precisamente una ‘ciudad turística’”.
“Hemos estado trabajando para suplir las necesidades de quienes viven y trabajan aquí, en vez de atraer a nuevas personas”.
“Quizá necesitamos cambiar esa mentalidad”.
“Durante los días dorados de la cerámica, este era un lugar animado y atractivo que visitar”.
Reveló que, al desaparecer la industria de la cerámica, no se buscó una nueva alternativa y aún sigue siendo así.
“Todavía hay fábricas vacías donde se solían fabricar cerámicas, las cuales se podrían convertir fácilmente en casas y añadir unos 4.000 pares de manos más”, dijo.
Aboga porque los propietarios reduzcan los alquileres para animar a las empresas a arriesgarse y atraer así a más compradores.
A su vez, el Consorcio Británico de Minoristas coincide con que los altos impuestos sobre los bienes inmuebles comerciales y los centros comerciales fuera de la ciudad están detrás del declive nacional que experimentan las calles principales de las ciudades.