Boca Juniors se quedó con las ganas de sumar su segundo triunfo en hilera y de continuar como líder de la Liga de Fútbol Profesional. Es que igualó 0-0 ante Central Córdoba en La Bombonera, en un partido que supo dominar y en el que necesitó a su arquero, Sergio Romero, para evitar la derrota.

Una semana después de haberse estrenado con una victoria por la mínima sobre Atlético Tucumán, el Xeneize volvió a presentarse en su cancha y aprovechó la velocidad de Sebastián Villa para generar peligro con sus desbordes por el sector izquierdo.

Los rápidos e incisivos ataques del colombiano no pudieron finalizar de modo eficaz, ya sea por un centro impreciso a Pol Fernández en el arranque u otro envío a Nicolás Orsini, quien cabeceó de manera defectuosa.

Asimismo, Villa fue asistido de manera notable por Óscar Romero, uno de los puntos altos, mediante un pase desde la mitad de la cancha. Sin embargo, llegó exigido y no pudo definir de zurda como hubiera deseado.

El paraguayo Romero tuvo una entrada al área, cuyo disparo con pie izquierdo pasó muy cerca del poste rival, mientras que Villa mantuvo su protagonismo con un tiro libre por encima de la barrera y otro remate sobre el cierre que pasó cerca del palo de Marcos Ledesmea.

Lucas Gamba creó una de las pocas oportunidades para el elenco santiagueño en esa primera mitad, mientras que Marcelo Benítez probó los reflejos de Chiquito Romero.

El complemento mostró una merma en la capacidad del local para llegar al área contraria y fue Central Córdoba el que, replegado, lo puso en problemas. Un contragolpe dejó a Facundo Castelli mano a mano con el guardameta rival y recibió la falta en una estirada extrema. El árbitro le sacó tarjeta amarilla mientras la visita reclamó la roja por último hombre.

El propio ex arquero de la Selección argentina se volvió héroe los 20 minutos ante el disparo de penal de Castelli: el tiro no fue bien colocado y Romero, un tanto pasado hacia su derecha, estiró el brazo izquierdo para impedir el gol.

Desdibujados, los de Hugo Benjamín Ibarra carecieron de llegadas de riesgo, apostaron por Changuito Zeballos para ocasionarlo y tuvieron en contra a Luis La Pulga Rodríguez, quien saltó desde el banco de suplentes para incomodar a la defensa.

Boca se marcha con un sabor agridulce, por un triunfo que buscó con insistencia -sobre todo en la primera mitad- y por un penal tapado que, al menos, le permitió sumar una unidad. El próximo sábado visitará a Talleres en Córdoba en su búsqueda de regresar al camino de la victoria.

Foto: Marcelo Endelli/Getty Images