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La AIE augura tensión y volatilidad en el petróleo por la fuerte demanda

París, 19 ene (EFE).- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte de que este año, que ha empezado con un barril de petróleo en máximos desde 2014, corre el riesgo de estar marcado por la tensión en el mercado ante una demanda más fuerte de lo anticipado, y de nuevo por una gran volatilidad.

En su informe mensual sobre el mercado petrolero publicado este miércoles, la AIE revisa sustancialmente sus estimaciones sobre el consumo en 2021 ante el impacto económico más que contenido de la ola de la variante ómicron, y hace lo mismo para 2022.

Después de constatar que entre octubre y diciembre el mundo absorbió 99 millones de barriles diarios, lo que significa 1,1 millones más que en el trimestre precedente y 345.000 más de lo que había anticipado en diciembre, corrige su escenario.

Así, el consumo medio en 2021 fue de 96,4 millones de barriles diarios, con un aumento de 5,5 millones respecto a 2020; y subirá otros 3,3 millones este año hasta 99,7 millones de barriles diarios, de forma que recuperará el nivel que había antes de que estallara la crisis de la covid a comienzos de 2020.

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En los dos años, son 200.000 barriles diarios de los que la propia agencia había anunciado hace solo un mes, lo que corre el riesgo de favorecer todavía más las presiones que desde las vacaciones de Navidad han encarecido el barril de crudo en cerca de una veintena de dólares hasta llegar a techos que no se alcanzaban desde hace más de siete años.

ÓMICRON, CASI SIN RESTRICCIONES

Detrás de esto hay varios elementos, pero el principal es que ómicron pese al volumen ingente de contagios que ha causado no ha conducido a la imposición de fuertes restricciones como en olas precedentes y por eso se explica el fuerte aumento del consumo en los últimos meses del pasado año.

Además, pese a que los expertos de la agencia reconocen que hay una incertidumbre creciente por las sucesivas olas, las mutaciones del virus, las interrupciones de las cadenas de aprovisionamiento o las dificultades para recoger datos fiables, dan por hecho que el impacto de ómicron sobre la actividad económica será temporal y relativamente limitado.

La principal duda sobre esa cuestión la plantea China, que hasta ahora mantiene su estrategia de cero casos de covid, con las consiguientes restricciones incrementadas durante los Juegos Olímpicos de invierno que organiza en febrero.

Más allá del tirón de la demanda, la AIE destaca que las reservas industriales de crudo en la OCDE se redujeron en 6,1 millones en noviembre y se quedaron en 2.756 millones de barriles. Es decir, 345 millones de barriles menos que hace un año y su nivel más bajo de los últimos siete.

Por si fuera poco, los datos preliminares de diciembre apuntan a un nuevo descenso de 45 millones de barriles.

INQUIETUDES SOBRE LA OPEP Y SUS SOCIOS

Por el lado de la oferta, la situación tampoco está muy despejada, sobre todo en lo que hace referencia a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios, ya que la agencia teme que algunos de ellos no puedan cumplir las expectativas de extracción que se tienen este año.

En principio, ese grupo debería incrementar su cuota de mercado del 51 % el pasado año al 53 % en 2022.

Pero hay que ponerlo en condicional porque en diciembre ese grupo sacó a la venta 250.000 barriles diarios más que en noviembre, cuando se esperaban 400.000 a causa de Nigeria y en particular de Rusia, que solo fueron compensados en parte por Arabia Saudí.

De esa forma, la brecha entre el objetivo que se había marcado la OPEP y sus socios y la producción final aumentó hasta 790.000 barriles diarios en el último mes del año.

Si esas inquietudes no se confirman, este año la oferta debería crecer rápidamente y países como Estados Unidos, Canadá y Brasil producirán al mayor ritmo de su historia.

En el caso de Estados Unidos se espera una media estratosférica de 17,7 millones de barriles diarios, un millón más que en 2021.

Pero la subida más pronunciada tiene que venir de Arabia Saudí, que debería extraer 4,4 millones de barriles diarios adicionales.

(c) Agencia EFE