(Bloomberg) -- Nayib Bukele iba camino de lograr una de las victorias más aplastantes en la historia mundial reciente cuando un recuento parcial mostró que los votantes de El Salvador respaldaron sus draconianas políticas antidelincuencia y le otorgaron un segundo mandato presidencial por una abrumadora mayoría.
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Con el 31% de los votos escrutados, la autoridad electoral del país informó que Bukele tenía alrededor del 83% de los votos emitidos, frente al 7% de su rival más cercano.
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El domingo por la noche, en un discurso ante sus seguidores desde un balcón del Palacio Nacional, Bukele dijo que la oposición había sido “pulverizada” y que su partido además había ganado 58 de los 60 escaños en el Congreso.
“El pueblo salvadoreño habló, no solo fuerte y claro, sino de la manera más contundente en toda la historia de la democracia”, dijo Bukele.
El expublicista de 42 años ha utilizado poderes de emergencia para encerrar a decenas de miles de presuntos mafiosos en los últimos dos años, una popular medida entre los votantes que dicen que las calles son más seguras en lo que no hace mucho era uno de los países más peligrosos de América Latina. Algunos grupos de derechos humanos han criticado la falta del debido proceso, alegan que se atrapó a muchos inocentes en las redadas y han cuestionado las cifras de criminalidad del Gobierno.
Líderes de toda la región, desde Honduras hasta Perú, ahora copian su estrategia para combatir la violenta delincuencia.
El Salvador, que alguna vez se consideró la capital mundial de los homicidios, logró el año pasado disminuir la tasa de asesinatos a mínimos históricos, según muestran cifras oficiales. El número de salvadoreños a quienes se sorprendió cruzando a Estados Unidos se redujo en más de un tercio en el año fiscal 2023, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU.
El Salvador ya ha encerrado a un 1,6% de su población, la tasa de encarcelamiento más alta del mundo. Grupos de derechos humanos acusan al Gobierno de violar el debido proceso y manipular los datos de criminalidad, y también han criticado la apuesta de Bukele por la reelección. En 2021, legisladores de su partido votaron a favor de destituir a los principales jueces de la Corte Suprema y designaron nuevos magistrados que dictaminaron que Bukele podría postularse para un segundo mandato consecutivo.