Según los científicos, las enigmáticas ráfagas rápidas de radio (FRB) emanan de galaxias masivas.
Estas ráfagas, descubiertas por primera vez en 2017, aparecieron como pulsos breves y poderosos de luz de radiofrecuencia que ocasionalmente iluminaban el firmamento y desataron un abanico de teorías sobre su origen. Aunque al principio la explicación era un misterio, con posibilidades que iban desde tipos extremos de estrellas hasta tecnología alienígena, la acumulación de cientos de ejemplos en años recientes llevó a los expertos a inclinarse hacia una causa más definida: magnetares, estrellas muertas con campos magnéticos descomunales.
Gracias a avances en estudios recientes, los investigadores refuerzan esa teoría y encuentran más indicios sobre su posible origen. Mediante un nuevo análisis, se comprobó que las FRB tienen más probabilidades de originarse en galaxias masivas con alta formación estelar, en lugar de en galaxias de menor masa.
“La descomunal potencia de los magnetares los hace de los objetos más asombrosos y extremos del universo”, comenta Kritti Sharma, autora principal del estudio. “Se conoce muy poco acerca de qué desencadena la formación de magnetares después de la muerte de estrellas masivas. Nuestro trabajo ayuda a despejar esa incógnita”.
Además, podría aportar pistas sobre los propios magnetares y las ráfagas rápidas de radio. Se cree que estas estrellas muertas, con campos magnéticos tan potentes como 100 billones de veces el de la Tierra, se forman cuando dos estrellas se fusionan y explotan en una supernova.
Anteriormente, los científicos pensaban que las FRB podían originarse en todo tipo de galaxias, pero ahora parece que su origen se centra en aquellas más pobladas y ricas en metales. Lo mismo ocurre con los magnetares, que también parecen ser más comunes en estas galaxias.
Esta nueva investigación surge de un análisis realizado con el Deep Synoptic Array-110 (DSA-110), un conjunto de radiotelescopios administrado por el Instituto de Tecnología de California. El DSA-110 ha detectado y localizado un total de 70 FRB, de las cuales 30 fueron examinadas en este estudio.
Los científicos a cargo de este nuevo estudio esperan descubrir más FRB y determinar su ubicación en el espacio, con la esperanza de desentrañar más detalles sobre su origen. Se proyecta que en 2028 se active un nuevo conjunto de radiotelescopios, el DSA-2000, que permitirá un rastreo aún más detallado.
El artículo titulado ‘Preferential Occurrence of Fast Radio Bursts in Massive Star-Forming Galaxies’, que presenta estos hallazgos, se publicó en Nature.
Traducción de Leticia Zampedri