Cinturones cerealeros de Estados Unidos y Argentina buscan aumento de humedad por El Niño: Braun
Por Karen Braun
22 sep (Reuters) - Condiciones moderadamente fuertes de El Niño se han formado en el Océano Pacífico y los meteorólogos confían en que durarán hasta principios de 2024, lo que posiblemente traerá alivio a algunas zonas secas de producción de granos de las Américas.
Esto reemplaza al ciclo de La Niña que duró casi tres años y produjo una sequía severa en los campos de Estados Unidos y Argentina durante el último año.
Esos impactos aún persisten a pesar del cambio hacia El Niño, que ocurre cuando las aguas superficiales en el Océano Pacífico ecuatorial son más cálidas de lo normal.
Las temperaturas de la superficie del mar en la importante región del Niño estuvieron el mes pasado 1,3 grados centígrados por encima de la media.
Esos niveles de agosto suelen preceder a los "súper" episodios de El Niño, aunque es posible que el evento de este año no alcance ese estado, lo que podría afectar los niveles de precipitación a principios de 2024.
¿RENACIMIENTO DEL SUELO?
Reponer la humedad en las Américas es vital dada la situación actual. Esta semana, alrededor del 58% de las áreas maiceras de Estados Unidos están experimentando sequía, muy por encima del promedio de cinco años del 20%.
La humedad del suelo en todo el cinturón cerealero de Argentina sigue siendo inusualmente baja antes de la temporada de cultivo de verano.
Los datos de sequía de Estados Unidos se extienden hasta el año 2000 y no hay casos anteriores de niveles de sequía comparables que coincidan con las condiciones de El Niño. La sequía en el cinturón maicero empeoró notablemente entre el otoño y la primavera durante uno de los inviernos más fuertes de El Niño: 2002-03.
El Niño tiende a beneficiar más durante el invierno a los campos del sur de Estados Unidos, ricos en trigo, que al Medio Oeste, rico en maíz. Sólo el 20% de los fenómenos más fuertes de El Niño presentan precipitaciones por debajo del promedio en Kansas, el principal productor de trigo de invierno, durante los meses críticos de marzo y abril.
En el Medio Oeste de Estados Unidos, marzo y abril tienen una tendencia muy leve a ser más secos de lo normal después de un ciclo de El Niño más fuerte, por lo que la abundante humedad primaveral no es necesariamente un hecho.
RESULTADOS POR VER
A principios de este año, Argentina registró sus peores cosechas de soja y maíz en décadas, aunque el cambio a El Niño aún no ha frenado la sequía como se esperaba.
Las perspectivas de producción para la cosecha de trigo en curso en el país ya se han reducido al menos un 15% con respecto a las previsiones iniciales.
Argentina, el principal exportador de productos de soja, rara vez tiene una mala cosecha de soja durante un ciclo de El Niño, y la última vez que ocurrió fue hace mucho tiempo. Todos los peores rendimientos de cereal de Argentina han coincidido con los eventos de La Niña.
Una posible explicación para el reciente clima más seco en Argentina es que los patrones de presión y temperatura en todo el Océano Pacífico chocan con El Niño. Esta variabilidad climática, conocida como Oscilación del Pacífico Norte (PDO, por su sigla en inglés), se encuentra en una fase fuertemente negativa que respalda a La Niña.
La PDO negativa podría limitar el fortalecimiento de El Niño en los próximos meses y contribuir a su eventual desaparición, especialmente si la PDO permanece en este estado hasta fin de año.
Los modelos de pronóstico globales de esta semana establecen posibilidades casi iguales de El Niño o condiciones neutrales para mayo o junio, lo que sugiere que El Niño podría desaparecer a mediados de 2024. Esto es estadísticamente sólido, ya que un evento de El Niño más fuerte normalmente no se mantiene durante un segundo ciclo el año siguiente.
Es demasiado pronto para saber si puede producirse un estado neutral u otro fenómeno de La Niña más adelante en 2024, por lo que también se desconocen los posibles impactos agrícolas.
En 2016, a los mercados les preocupaba que una transición de El Niño a La Niña perjudicara la cosecha de maíz estadounidense, que terminó con fuertes rendimientos luego de abundantes lluvias.
Sin embargo, el Cinturón del Maíz estuvo prácticamente libre de sequía en ese momento de 2015 y hasta mediados de 2016.
Karen Braun es una analista de mercado para Reuters. Las opiniones expresadas son suyas.
(Traducido por Walter Bianchi; Editado por Lucila Sigal)