La vulnerabilidad de la clase media mexicana: cada vez más pobres

La clase media mexicana está en el ojo del huracán.

Y quien comenzó a alborotar el avispero de ese numeroso grupo de mexicanos fue su presidente Andrés Manuel López Obrador, quien usó su popular programa matutino para criticarlos en reiteradas oportunidades.

Primero los acusó de ser manipulados para alimentar una feroz campaña sucia en su contra y hasta tuvo la osadía de insinuar que los mexicanos estaban siendo manipulados de la misma manera en que los nazis embaucaron a los alemanes con las falsas promesas del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán.

Los ataques presidenciales comenzaron en el calor de la campaña electoral de las elecciones federales y locales de medio período que se celebraron el 6 de junio de 2021. Y se profundizaron para justificar un resultado que no fue tan bueno como él esperaba. Aunque Morena logró la mayoría de la cámara baja, no alcanzó la mayoría calificada necesaria (334 de 500 escaños) para aprobar importantes reformas constitucionales, como la ley eléctrica y la ley de hidrocarburos, sin necesidad de llegar a un consenso con sus adversarios políticos.

Y los que pagaron los platos rotos fueron los ciudadanos de la clase media. AMLO infirió que no recibió su total respaldo por ceguera política y mezquindad.

El presidente no les dio tregua. Al referirse a un ente que agrupa a distintos actores de la clase media, López Obrador dijo: “Fíjense cómo se llama la organización,‘Confederación de la clase media’, ¿se acuerdan que dije que las clases medias habían apoyado a Hitler, a Pinochet y a Huerta? Entonces no es generalizar, es que son muy susceptibles de manipulación las clases medias, por eso es importante el tema”.

Unos días después, el presidente mexicano recomendó: “Que no se formen con clasismo, que no se vuelvan ladinos, sabiondos, de esos que le dan la espalda a los que sufren y que nada más les importa su situación personal y no voltean a ver a los demás, no le dan la mano al que se quedó atrás. No es estar en contra de la clase media de ninguna manera, es que podamos humanizarnos más, ser más fraternos, no dejarnos envolver por lo material”.

La clase luchadora

La publicación británica The Economist aprovechó la polémica política para analizar la situación actual de la clase media. Su dictamen fue que no sólo había sido abandonada a su suerte por los políticos desde hace mucho sino que recientemente fue golpeada por la pandemia de Covid-19 y las políticas de AMLO.

Asegura que los ingresos de la clase media han crecido, al igual que en muchos otros mercados emergentes, y que eso le ha permitido a algunos mexicanos la posibilidad de vestirse bien, comprar vehículos y acceder a los avances de la tecnología. Sin embargo, esa capacidad de compra no les ha asegurado la estabilidad.

“Los marcadores del estatus varían. La clase media mexicana no luce como sus pares españoles. Son más pobres y es más posible que trabajen en el sector informal en vez de ser un médico, un maestro u otro profesional”, reveló la publicación.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estableció que los integrantes de la clase media son aquellos cuyos ingresos están entre el 75% y el 200% de la renta mediana nacional. Y si tomamos esa definición amplia del club de los países más ricos del mundo, entonces aproximadamente la mitad de los 126 millones de habitantes cumplen con ese requisito. Un 36 por ciento no alcanza esos ingresos y es clasificado pobre y el 19% es oficialmente rico.

La expansión de esa clase social se debió en gran medida ​​a la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), es un acuerdo que estableció las reglas para el comercio internacional y la inversión entre Canadá, Estados Unidos y México, que entró en vigor en 1994.

The Economist describió la fuerza de la clase media mexicana al señalar que Ciudad de México tuvo el récord de más canciones escuchadas en stream en Spotify en 2019; es uno de los mercados mundiales más importantes de Uber, y la pequeña y mediana empresa son los mayores empleadores del país. También apuntó que los ciudadanos de clase media son buenos para la estabilidad democrática porque tienden a proteger lo que les pertenece.

Una vulnerabilidad que no acaba

Pero esa clase social también es profundamente vulnerable. Una enfermedad grave en la familia o una recesión los puede llevar rápidamente a la pobreza.

Un peligro real que se cierne sobre la clase media mexicana es el Covid-19. El Banco Mundial estimó que en 2020 unos 4,7 millones de latinoamericanos cayeron en la pobreza y muchos de ellos fueron mexicanos. El desempeño económico, con un crecimiento que normalmente rondaba entre el 2 y 3%, se desplomó y experimentó una contracción del 8,5%.

Ante este alarmante escenario, López Obrador ofreció poco apoyo financiero a la clase media y eso profundizó el impacto de la pandemia.

Hay otros problemas endémicos, derivados de la corrupción y la mala administración de recursos que comenzaron mucho antes y terminarán mucho después del Covid. La mala calidad de la salud y la educación pública obliga a la clase media a hacer grandes esfuerzos para financiar escuelas y hospitales privados y los analistas aseguran que AMLO no ha hecho nada para revertir esa situación.

El mito de la clase media

La analista política Viri Ríos desmontó la creencia de que la mitad de los mexicanos son de clase media en un artículo publicado hace un año en el diario The New York Times.

“Considerando que el 61 por ciento de los mexicanos cree ser clase media, incluyendo dos terceras partes de los más ricos, existen al menos 43 millones de mexicanos que viven en condición de pobreza moderada pero que creen que son clase media. No lo son, porque para ser clase media necesitarían ganar 64.000 pesos (3.180 dólares) mensuales para una familia de cuatro integrantes, un nivel salarial que solo gana el 10 por ciento más rico de México”, aseveró Ríos.

También hay 37 millones de personas que no son técnicamente pobres pero tienen carencias básicas fundamentales como acceso a la educación, salud y seguridad personal.

El Índice de Desarrollo Social de Evalúa de Ciudad de México, dijo que es necesario tener ingresos suficientes para satisfacer necesidades de educación, salud, servicios sanitarios, drenaje, teléfono, seguridad social, electricidad, combustible, bienes durables básicos y no trabajar más de 48 horas a la semana.

Y para lograr ese nivel de bienestar, la clase media en México debe ganar unos 16.000 pesos, casi 800 dólares mensuales por persona

Un respiro para el futuro

La buena noticia para los mexicanos de clase media es que el descalabro económico vivido el año pasado se detendrá y México volverá a crecer.

La agencia de calificación S&P afirmó que México fue el único país de Latinoamérica que tuvo una revisión al alza en sus pronósticos de riesgos para los próximos dos años.

Estima que el crecimiento económico de México rondará el 5,8% para 2021 y a 2,9% en 2022. Lamentablemente no es un cambio de timón interno sino la poderosa recuperación económica de Estados Unidos lo que impulsará la reactivación.

Uno de los factores fundamentales de ese respiro económico es que los mexicanos radicados en territorio estadounidense reanudarán el envío de remesas.

Los mexicanos de clase media no vivirán una situación tan apremiante como en el 2020 pero los expertos creen que deberán luchar un poco más para mantenerse a flote para que el empleo y los ingresos recuperen los niveles que tenían antes de la pandemia.

Los analistas de S&P creen que las pequeñas y medianas empresas tan golpeadas por la crisis tardarán en encontrar la estabilidad porque el gobierno limitó las medidas de estímulo económico para resguardarlas en 1% del PIB en 2020.

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