Cómo invertir y ganar dinero en el mundo del deporte

Estoy en Barcelona, en la cafetería a la que voy cuando me encuentro en la ciudad dónde nací y que adoro. Es muy temprano y veo la misma gente de siempre; un barrio tranquilo y de costumbres en la zona de Tres Torres. Es una establecimiento pequeño y muy familiar, dónde no importa que no tengan mesas disponibles, siempre te ofrecen una silla en la que poder sentarte, leer el periódico y conversar con alguien. El dueño es muy positivo y siempre está alegre: una actitud frente al trabajo y la vida digna de admirar. Los clientes oscilan entre los 40 y los 90 años, gente muy agradable que siempre te aporta algo nuevo, compartiendo sus experiencias, opiniones y conocimientos en el mejor momento del día: el desayuno.

En un lugar como este es casi imposible no escuchar una conversación sobre fútbol. Y, mientras oigo comentarios sobre este y aquel jugador, me viene a la mente un asesor deportivo español que conocí en Miami este año, un gran profesional, reconocido en el sector, que me mencionó la posibilidad de invertir en el deporte y me explicó cómo hacerlo.

Así que utilizaré su idea para continuar en mi línea de escribir columnas sobre tipos de inversiones distintas al resto. Esta vez, me centraré en el deporte.

El fútbol mueve masas, hace que las ciudades se vacíen por horas y la facturación de los bares se dispare. Generalmente asociamos el deporte al entretenimiento, a un talento físico y estratégico, a juego en equipo, a una pasión y a una profesión dura y exigente. Todo eso es cierto. Sin embargo, en el momento que se habla del dinero en este mundo, tendemos a pensar en lo mucho que ganan algunos jugadores profesionales (de unos deportes más que de otros, de unos equipos más que de otros y de un género más que de otro), en el elevado precio de las entradas y los contratos multimillonarios por derechos de imagen.

Pero nos dejamos cosas por el camino. El deporte asociado al mundo de las inversiones es inmenso y está repleto de oportunidades.

Veamos algunas ideas y su proceso:

1.- Apoyar económicamente a un jugador con potencial en sus inicios

Hay mucho talento en todo el mundo entre los más pequeños y los adolescentes que aman el deporte y sueñan con ser como sus ídolos y se desviven entrenando. Los hay buenos, realmente buenos (viajando por Latinoamérica he visto a varios de ellos) pero, desgraciadamente, la mayor parte de ellos no disponen de recursos, lo que implica que nunca tendrán la oportunidad de ser detectados por ojeadores. Otros, por ejemplo, se ven obligados a abandonar su práctica para trabajar desde muy pequeños para ayudar en la economía familiar.

Como inversor se puede ayudar a que vean la luz estos talentos ocultos mientras se obtiene un beneficio y se diversifica el portafolio (lo que busca todo inversor).

Lo primero que hace un inversor interesado en este mundo es contactar con asesores deportivos. Ellos suelen tener ya varios nombres de adolescentes que esperan a dar el gran salto y, además, conocen todas las oportunidades nacionales e internacionales.

Una vez que el inversor tiene una lista, trata de conocer a los jóvenes en persona y tantear las oportunidades que manejan de llegar a clubs importantes, para conocer las puertas que se le pueden abrir a corto plazo.

Una vez que se deciden por uno de los jugadores, o por varios, los inversores firman un contrato con ellos y aportan capital para ayudarles a despegar. Normalmente la cantidad está alrededor de los 150.000 dólares, a veces más. Ese contrato se suele mencionar que el dinero aportado es destinado a: costes de viaje, dinero al club, entrenamientos, coste de vida , etc.

Una vez que el deportista arranca su carrera profesional, el inversor comienza a recibir beneficios por su apuesta. Normalmente, obtendrá el 30% de todo lo que gane el jugador en concepto de salario (normalmente los futbolistas cobran cada seis meses), ficha y derechos de imagen, así como lo que le corresponda por ser transferido de un equipo a otro.

Se trata de una inversión a largo plazo que, normalmente, dura lo que dure la vida profesional del deportista. Pero si el inversor ha tenido paciencia y ha elegido bien sus cartas, puede lograr una rentabilidad muy alta.

Por ello, y si ha habido un buen experto detrás, puede conseguirse un beneficio considerable a largo plazo para aquél que en sus inicios confió en las posibilidades del deportista.

2-. Organizar y financiar partidos amistosos entre equipos de distintos países a nivel internacional

Hay innumerables partidos amistosos en todo el mundo en verano, puede ser un encuentro que se dispute en California y que los equipos sean de Perú, México o España, por poner un ejemplo. Estos eventos no serían posibles sin los inversores que hay detrás. El ejemplo más claro en este tipo de inversión es el famoso Clásico entre el F.C. Barcelona y Real Madrid que se disputó en Miami hace un par de veranos. Este encuentro es uno de los que obtiene mayor asistencia y más beneficios.

El proceso a seguir en este caso para un inversor es algo diferente.

Aquí normalmente es un especialista el que negocia con los clubs y propone diversos partidos en diferentes ciudades (habiendo antes negociado con los estadios, sponsors, puesto que organizar este tipo de eventos deportivos es un trabajo complejo). Cuando tienen el ‘ok’ de todas las partes, hacen la presentación y la propuesta a los inversores.

Normalmente, una o varias personas invierten alrededor de dos millones de dólares para que se pueda llevar a cabo el evento deportivo. Ese dinero se emplea para el pago de seguridad del estadio, personal que trabaja en él, marketing, publicidad, etc.

Esta vez se trata de una inversión a corto plazo, ya que el inversor puede recuperar el capital aportado más los beneficios (si los hay) entre tres y seis meses después de haber aportado el dinero.

Lo peor que puede ocurrir es que no se vendan más del 70% de las entradas. Si eso sucede, perderá parte del capital invertido. Si se venden más del 70% de la ocupación en el estadio, cobrará un porcentaje de cada entrada vendida (en el caso de el Clásico de la ciudad de Miami hubo entradas que llegaron a venderse por 1.500 dólares) y otros beneficios obtenidos por el partido.

Lo más complicado en este tipo de inversiones es seleccionar el lugar y los contrincantes. Normalmente estos partidos son muy estratégicos, se realizan en ciudades en las que se conoce el número aproximado de seguidores de cada club e incluso nacionalidad de sus residentes. En Nueva York, por ejemplo, viven muchos italianos y peruanos, por lo que un encuentro entre las selecciones de ambos países seria prácticamente un éxito garantizado.

Estos eventos están muy bien organizados y estudiados. Pero como ocurre prácticamente con toda inversión, también existe un riesgo, y se puede ganar mucho en poco tiempo o perder parte del dinero.

3-. Sponsorizar a un Club o equipo

Actualmente los medios de publicidad tradicionales están perdiendo cada vez más efectividad en detrimento de los medios digitales o los experienciales. En el mundo del deporte, el patrocinio está creciendo considerablemente por varios motivos pero, sobre todo, por la gran capacidad de asociación a los valores positivos de un club o un deportista que aportan a la marca o empresa que lo patrocinan.

Las oportunidades de publicidad vinculada al club, los soportes publicitarios en estadios o las redes sociales (con millones o incluso cientos de millones de seguidores) son un reclamo por el que vale la pena pagar. Si a eso le sumamos el valor experiencial de lo que se acostumbra a decir “money can not pay”, como conocer a un ídolo deportivo u ofrecer a tus clientes la posibilidad de estar un rato hablando con un futbolista, el valor intangible por lo que se paga compensa con creces seguramente la inversión que se hace. Así lo asegura Cinto Ajram, experto y asesor del mundo del patrocinio, un tipo de asesor y figura esencial para esta última opción de inversión.

También hay otras opciones como comprar y/o vender los derechos de un partido a un canal de televisión. Es un mundo lleno de posibilidades interesantes para los inversores y se presta a dar visibilidad a aquellos que no tienen las mismas oportunidades pero sí el mismo talento.

Eso sí, los inversores siempre tienen que tener en cuenta que en el mundo del deporte también es esencial entender bien los riesgos y detectar las buenas oportunidades reales que puedan surgir.

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Cristina Campabadal es CEO y fundadora de CCS Finanzas, empresa dedicada a gestionar grandes patrimonios y asesoramiento financiero.