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Cómo los vehículos sin conductor van a cambiar nuestras vidas y la economía

Son muchos los que consideran que los vehículos sin conductor cambiarán la industria del transporte de forma radical. El hecho de que Tesla (TSLA), con función para piloto automático en sus modelos eléctricos, sobrepasara en valor bursátil a Ford (F) y General Motors (GM) hace unos meses, es un poderoso indicador.

El fabricante de autos capitaneado por Elon Musk lidera esta carrera, pero no es la única empresa en ella. El sueño del transporte terrestre sin intervención humana es un sueño que también persiguen desde hace años compañías como Google (GOOGGOOGL), Apple (AAPL) o Uber

“No hay duda de que los coches sin conductor harán nuestras vidas más sencillas, ahorrarán tiempo a los conductores y proveerán un servicio muy conveniente”, explica Joel Barbier, director de la oficina de digitalización de Cisco. “Mejorarán la seguridad de los pasajeros y harán nuestros desplazamientos al trabajo más previsibles. Le darán la habilidad a las personas de hacer otras cosas mientras viajan”.

Chrysler Pacifica equipado con la tecnología de vehículo autónomo de Waymo. (Julia Wang/Waymo via AP)
Chrysler Pacifica equipado con la tecnología de vehículo autónomo de Waymo. (Julia Wang/Waymo via AP)

Por supuesto que los ocupantes de semejantes coches podrán trabajar, usar ordenadores o teléfonos a discreción, aprovechar para hablar con familiares o amigos, o leer un libro. Otros añaden una cabezadita extra por las mañanas antes de llegar a la oficina. O por la tarde a modo de siesta al finalizar la jornada.

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El mismo Barbier se encargó de elaborar un decálogo de las industrias que puede golpear esta tecnología y las conclusiones son sorprendentes. Para empezar habla de la eliminación de miles de kilómetros cuadrados en espacio destinado a aparcamiento, asumiendo que muchos de esos vehículos autónomos funcionarían como servicios compartidos que seguirían su camino al dejar al pasajero en su destino.

También habría un descenso considerable en el número de multas, desde las de aparcamiento hasta las de velocidad. Con una máquina al “volante”, los excesos de los humanos desaparecen. Para ciudades como Washington, que en 2012 recaudó 92 millones de dólares en multas municipales, el palo sería importante.

El golpe también sería considerable para los seguros, acostumbrados a subir sus cuotas con cada accidente de sus clientes. La nueva tecnología debería suponer una drástica reducción de los siniestros y, por tanto, un descenso notorio para las arcas de esas compañías. La meta sería incluso hacer desaparecer el seguro.

Prototipo de carro autónomo Rinspeed Oasis en el Motor Show de Essen, Alemania, el 29 de noviembre de 2017. (AP Photo/Martin Meissner)
Prototipo de carro autónomo Rinspeed Oasis en el Motor Show de Essen, Alemania, el 29 de noviembre de 2017. (AP Photo/Martin Meissner)

Barbier también considera el problema que supondría para los hoteles. Ya no haría falta parar en carretera para dormir con un coche que maneja solo. La predicción es que el interior de los vehículos cambie de forma drástica para convertirse en espacios mucho más funcionales. La cabina del conductor ya no sería necesaria.

A los que le vendría muy bien un futuro así sería a la industria de los restaurantes y el entretenimiento. Salir al cine, a cenar y pasarse después con el alcohol ya no sería un problema. Además, empresas como Netflix o Amazon se verían muy beneficiadas. Las horas al volante se traducirían, en muchos casos, en horas de consumo de sus series y películas de elaboración propia. Y el comercio electrónico tendería a crecer. Un estudio de McKinsey and Company asegura que cada minuto adicional que un usuario medio pasa en internet puede generar 5.600 millones de dólares de ingresos.

En el capítulo de damnificados también estarían los mecánicos. Menos accidentes igual a menos negocio. Y los empleados en la industria de las entregas a domicilio, principalmente de comida. Uber Eats ya lleva meses explotando el envío de comida a las casas, pero con conductor. En el futuro, esa misma compañía le está apostando a que desaparezcan, en línea con Amazon y los drones que ya están haciendo entregas en hogares selectos del Reino Unido.

El impulso llega de California

Una vez más, California se encuentra a la vanguardia en lo que a tecnología se refiere. El “estado dorado” dio un paso más en el desarrollo de los vehículos sin conductor el pasado mes de octubre, al permitir las pruebas de autos sin volante, pedales, retrovisores o conductores humanos a partir del año que viene.

La directriz proviene del Departamento de Vehículos a Motor de California (DMV, por sus siglas en inglés), que lleva regulando y siguiendo de cerca la iniciativa de multitud de compañías desde 2015.

La medida no solo beneficia el empuje de gigantes como Google o Uber. En la actualidad hay 42 compañías haciendo pruebas con 285 vehículos autónomos, de acuerdo a los datos del DMV, todos con licencia. Incluso se han otorgado permisos a 1.000 conductores “de emergencia”, aquellos encargados de intervenir en caso de que el vehículo falle.

Este mundo de cambios del que hablamos podría estar a la vuelta de la esquina. De acuerdo a Peter Sweatman, experto en transporte de la firma Cavita, si estas primeras pruebas en California salen bien, para 2025 esos coches estarán poblando las carreteras locales y estatales. “De alguna forma puede sonar como un camino distante, pero en realidad no lo es”, dijo. “Hay un enorme sistema de transporte ahí fuera. De lo que estamos hablando es de un enorme cambio en el sistema”.

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@pscarpe