Yahoo Finanzas Consultorios de farmacias, el mal necesario de México que la 4T considera "un engaño"
La crítica de Hugo López-Gatell a los consultorios médicos anexados a farmacias han encendido un potente debate en redes sociales. El subsecretario de Salud disparó con todo contra estos locales que abundan en todo el país: "Es un gran engaño, ¿en qué sentido?, los consultorios adyacentes a la farmacia no resuelven los problemas de salud de mayor importancia, quizá resuelven una pequeña gripe, un dolor de cabeza, una diarrea, un problema de salud de corta duración que afecta a la población principalmente sana". Gatell también hizo hincapié en que lo deseable sería que estos consultorios no existan. Desde luego, admitió también que su presencia no se puede cortar de tajo.
Y los hechos son duros al respecto. De acuerdo con la encuesta más reciente de Salud y Nutrición, durante la pandemia 7 de cada 10 pacientes se atendió de forma privada, muchos de ellos pese a tener acceso a servicios públicos como el IMSS o el ISSSTE. Un 30% lo hizo en los consultorios dependientes de farmacias. En un país sin acceso a un sistema de salud universal este tipo de atención médica pasa a ser un "mal necesario" y algo más.
Los consultorios similares son una garantía para la mitad de población que no tiene acceso ni a la salud pública por vía del seguro social ni mucho menos a la salud privada de alto nivel. Por eso, aunque López-Gatell diga que ahí sólo se tratan enfermedades de corta duración, estos establecimientos son muy bien valorados por la gente. Abundan testimonios de pacientes que han recibido tratos 100% profesionales por parte de los médicos que ahí laboran.
Otro aspecto que se deja de lado al hablar de estos consultorios es que no todos son propiedad de las cadenas farmacéuticas. Gatell ignoró que hay médicos que optan por emprender (quizá por decisión propia, quizá porque no encontraron lugar en la burocracia del Estado).
Pero ante esa tesitura, estos profesionales de la salud optan por poner el consultorio y también la farmacia. Visto de este modo, señalar a los doctores como agentes de ventas sería totalmente impreciso. Ahora, es cierto que eso sucede (recetan medicamentos para que las empresas vendan), pero tampoco se puede pedir algo diferente: al final, las enfermedades tienen que ser contrarrestadas. Y tampoco es válido decir que no cuentan con las habilidades científicas para tratar los males de los pacientes.
Si Gatell argumenta que una gripe, dolor de estómago o diarrea son enfermedades transitorias, de algún modo desestimables, es porque no conoce lo difícil que es tratar cualesquiera de esos padecimientos en el IMSS.
Si la enfermedad ya es molesta, aún a sabiendas de que es curable y no tendrá efectos de largo plazo, hay que sumar la incordia que representa ir a formarse a las cinco de la mañana para "alcanzar ficha" y ser atendido. Luego, obviamente, hay que esperar las horas para pasar a un consultorio en el que básicamente se dictaminará lo mismo que en un consultorio independiente, incluso los medicamentos recetados serán idénticos, pero acá no hay problema porque no son promovidos, sino gratuitos (cuando hay).
Si se piensa en ese proceso, para cualquier persona —empezando por lo que sí están asegurados— es mucho más accesible pagar unos cien pesos y recibir atención más rápida y casi siempre efectiva en estos satanizados consultorios de farmacia. Sí, todos concordamos en que no deberían de existir y también en que las condiciones que trabajo para los médicos que ahí laboran distan muchísimo de ser las ideales. Pero es una respuesta ante la demanda de servicios sanitarios de la población. Y mientras esa cobertura no llega por parte del gobierno, lo mejor es no estigmatizar a los médicos que trabajan en esta modalidad ni a quienes se atienden ahí.
