La crisis en la cadena de suministro crea presión en diferentes industrias y mantiene la inflación
Sube el gas, hay escasez de personal y de barcos. Estas son señales de la presión sobre los precios en todo el mundo, que pueden acelerarse más de lo previsto; por tanto, ponen en duda la opinión de que la inflación será transitoria.
Ahora, los banqueros centrales —que insisten en que la inflación se moderará—, empiezan a admitir que podría seguir alta durante más tiempo. De hecho, una serie de problemas hacen subir los precios de los bienes y servicios. Esto hace que aumenten las expectativas de inflación en el futuro.
Sus conclusiones determinarán la rapidez con la que los responsables de la política monetaria retiren los billones de dólares de estímulo monetario liberados para mitigar la crisis causada por el Covid-19.
«¿Estarán los banqueros centrales más centrados en el crecimiento y se quedarán ‘un poco atrás’? ¿O se preocuparán más por la inflación y se pondrán manos a la obra rápidamente?», cuestionó Charles Diebel, responsable de renta fija de la gestora de activos Mediolanum International Funds.
Estos son 5 elementos clave sobre el debate de la inflación
1. Gasflación
Los precios del gas en Europa y en Estados Unidos se dispararon este año más de 350% y de 120%, respectivamente. Incluso, el petróleo subió alrededor de 50%; por ello, Goldman Sachs prevé que el crudo Brent alcance los 90 dólares por barril a finales de 2021, frente a los 80 dólares actuales.
Además, el gas y la electricidad representan 4.8% de la cesta de inflación armonizada (IPCA) de la zona del euro, que sigue el Banco Central Europeo. Por su parte, Rabobank considera que el aumento de los precios es un «shock» separado que podría añadir 0.15 puntos porcentuales (pp) a su previsión de inflación de la zona euro de 2.2% para 2021; y otros 0.25 pp a la proyección del 1.8% para 2022.
Muchos economistas consideran que el aumento del precio de la gasolina se mantendrá, debido a:
La ralentización de la producción en Estados Unidos
El aumento de los costos de los permisos de emisión de carbono para los contaminadores
Las restricciones al uso de combustibles más sucios
En China, donde la inflación en las fábricas alcanzó 9.5% en agosto, los cortes de electricidad redujeron la fabricación de productos como el cemento o el aluminio.
Además, los racionamientos son un riesgo para los usuarios finales; por ejemplo, en las cadenas de suministro de automóviles, dijo Morgan Stanley. Esta institución considera que «la inflación impulsada por los costos y la creciente restricción del suministro podría afectar a la producción y las ganancias».
2. Chipflación
Por otra parte, los semiconductores —o chips— son diminutos pero tienen un impacto desmesurado en las fábricas mundiales. Solo en General Motors, la escasez de chips redujo las entregas de vehículos en el tercer trimestre en 200,000 unidades.
Además, la caída de la producción disparó los precios de los automóviles usados. Los precios de los chips subieron y el gigante de los semiconductores taiwanés TSMC estudia nuevas alzas de hasta 20%.
Esa subida tendrá efecto en todo tipo de productos, desde la electrónica hasta los automóviles; pasando por los teléfonos y las lavadoras. Incluso los propios fabricantes de chips se enfrentan a un aumento de los costos de sus insumos, desde las materias primas hasta la energía.
«Parece probable que la escasez de semiconductores persista hasta el año que viene», dijo Jack Allen-Reynolds, economista europeo de Capital Economics.
3. Alimenflación
Los precios mundiales de los alimentos aumentaron 30% interanual en agosto, según un índice elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). También, esta es una señal de que las presiones inflacionarias se propagan.
De hecho, el aumento de los precios de las materias primas agrícolas está detrás de este salto. También, los analistas de JPMorgan atribuyen la inflación de los alimentos a presiones relacionadas con la pandemia. Por ejemplo, las interrupciones logísticas y los costos de transporte.
En los mercados emergentes, donde los alimentos constituyen una parte importante de las canastas de inflación, hay más presión para endurecer la política monetaria. El problema es menor en los países desarrollados; pero el aumento de precios de productos como los refrescos y los bocadillos parece inevitable.
4. Inflación verde
Ahora, las estrictas normas para transitar hacia un futuro más ecológico son culpables de avivar la “inflación verde». Por ejemplo, por el cierre de fábricas y las prohibiciones a vehículos, barcos y minas contaminantes; esto reduce, a su vez, la oferta de bienes y servicios clave.
Los precios de los derechos de emisión de carbono en Europa se duplicaron este año hasta alcanzar los 65 euros (75.2 dólares) por tonelada. En 100 euros (116 dólares), la electricidad al por menor en Europa subiría 12%; esto añade 35 puntos básicos a la general de la zona euro, estimó Morgan Stanley en junio.
Hay otros ejemplos. La caída de los pedidos de buques debido a los próximos cambios en la normativa sobre combustibles puede ser un aliciente para las tarifas de transporte marítimo, que ya subió 280% este año.
NatWest atribuye el repunte de los precios de las materias primas, al menos en parte, al cambio hacia tecnologías más ecológicas. Estas aumentan los costos de extracción y producción.
5. Inflación salarial
Finalmente, a medida que los precios suben, también lo hacen las expectativas de inflación futura entre los consumidores; que en consecuencia exigen aumentos salariales.
En este sentido, el panorama del crecimiento salarial es mixto. Los ingresos promedio por hora en Estados Unidos aumentaron 0.6% en agosto. En tanto, las expectativas de inflación a cinco años en ese país se sitúan en torno a 3%, según las encuestas.
En algunos sectores del Reino Unido, los ingresos aumentaron hasta 30% este año. Los costos laborales de la zona euro cayeron en el segundo trimestre; pero tanto la inflación como las expectativas de inflación están en alza.
«Tal vez los mercados sean un poco extremos en sus precios, pero no estoy recomendando a los inversores que desestimen el movimiento», dijo el estratega senior de tipos de Societe Generale, Jorge Garayo. «Cuando entremos en el próximo año, esa será la gran prueba», añadió.
Con información de Reuters.