¿Cuáles son los países latinoamericanos más endeudados?

Con 545 mil 700 millones de dólares, Brasil fue el país latinoamericano que registró la mayor deuda externa de la región en 2017, de acuerdo con el reporte de The World Factbook de la CIA, con corte al 31 de diciembre. El gigante suramericano ocupó la casilla 21 a nivel global, en el escalafón que lideró la Unión Europea con 29 billones.

En conjunto, indicó la Cepal en su informe Balance preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2017, la deuda externa bruta de la región se ha duplicado y algo más desde 2008. En aquel año ésta era de 823 mil millones de dólares, y en 2017 fue de un billón 811 mil millones.

En cuanto a la deuda pública, fue Jamaica, con el 103.4% de su PIB nacional, el país de esta zona del mundo con más compromisos en ese campo, de acuerdo con el reporte de la CIA (estimado 2017), en el que ocupó la 16ª posición. Japón, con el 223.8% de su PIB, fue el primero en el mundo.

La Cepal concluyó que en 2017 la deuda pública bruta de América Latina alcanzó un 38.4% del PIB, cifra similar a la registrada al término de 2016. Y agregó: “Aunque como promedio simple la deuda pública prácticamente no varió, se produjo un incremento del número de países que aumentaron su nivel de endeudamiento, alza que fue compensada por una caída en siete de 19 países de la región. El incremento de los niveles de deuda en una buena cantidad de países se debió principalmente al aumento de la emisión de bonos soberanos, como búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento”.

Deuda externa

Las cifras de la Cepal indican que los compromisos externos tanto del Gobierno como de empresas, personas o entidades brasileños son los más altos en la actualidad en la región, teniendo su pico más alto en 2014, cuando superaron los 710 mil millones de dólares, pero entre 2015 y 2017 se han mantenido estables.

En este apartado tuvo mucho que ver el alto nivel de endeudamiento corporativo, uno de los más altos de la región, con el 42.4% del PIB.

En cuanto a Argentina, mantuvo estable su deuda externa bruta entre 2008 y 2014, con márgenes entre 154 mil millones y 158 mil millones de dólares, pero entre 2015 y 2017 se incrementó hasta los 204 mil millones, reportó la Cepal.

Un incrementó de casi el 35% desde que asumió el actual presidente Mauricio Macri, como informó el diario El País de España el primero de enero del presente año.

Las cifras anteriores no incluyen el reciente préstamo de 50 mil millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional le hizo al Gobierno argentino para rescatar a una economía golpeada por el déficit y la inflación -cercana al 25% en el último año-.

En un análisis publicado en el sitio web del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica -CELAG- en mayo de este año, Guillermo Oglietti opinó: “El regreso al endeudamiento fue la principal estrategia económica que vino con el cambio de gobierno en Argentina. La conducción económica aplicó a rajatabla el modelo de crecimiento liderado por la deuda. El nuevo endeudamiento generado en 2 años y medio de gobierno suma más de 140 mil millones de dólares, de los cuales casi 2/3 son deuda externa”.

Agregó: “Este modelo ha comenzado a crujir desde principios del 2018. El Banco Central, hasta ahora un paladín de la libre flotación cambiaria, ha comenzado a aplicar políticas cambiarias heterodoxas, forzando a los bancos a desprenderse de sus tenencias de divisas y vendiendo unos 8 mil millones de dólares de reservas a bajo precio. Aun así, no ha podido contener la depreciación del peso”.

En cuanto a Colombia, el Banco de la República, en su más reciente informe de deuda externa publicado en marzo de 2018, señaló que a esa fecha “el saldo de la deuda externa fue de US$126.686 millones (…). El 85% de este saldo corresponde a créditos con vencimiento original mayor a un año y el 15% a créditos con vencimiento igual o menor a un año. Por tipo de instrumento, el saldo de la deuda externa corresponde principalmente a préstamos y a títulos de deuda”.

Por los lados de México, en 2008 el país tenía una deuda externa bruta de 123 mil 626 millones de dólares, y en 2017 fue de 323 mil 423 millones, cifró la Cepal.

Héctor Villarreal Páez, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), dijo a los medios en marzo pasado que el incremento ha sido afectado por “la depreciación cambiaría, pero también debido a que hubo mayor contratación de pasivos de todo tipo”.

En el caso de Chile, la CIA reportó que el país tenía 167 mil 900 millones de dólares de deuda externa a finales de 2017.

Para el primer semestre de 2018 el Banco Central chileno informó que esta alcanzó los 184 mil 127 millones de dólares, “equivalente a 60,9% del PIB anual, aumentando en US$2.615 millones respecto del periodo anterior”.

La entidad explicó que el resultado se debió en gran parte a que “el Gobierno aumentó sus obligaciones externas en 3.142 millones de dólares”, debido a dos nuevas emisiones de bonos soberanos en los mercados internacionales y por compras de no residentes en el mercado local.

“Asimismo, las Empresas de inversión extranjera directa incrementaron la deuda en 1.778 millones de dólares por préstamos de corto plazo. Por su parte, la deuda de Bancos disminuyó en 1.054 millones por pago de préstamos, y el Resto de empresas la redujo en 884 millones, por menores valorizaciones de sus bonos en los mercados internacionales”.

¿Cómo están las economías más fuertes de la región en deuda pública?

En cuanto a los pasivos del sector público, algunos países de Centroamérica y Caribe se ubicaron en las primeras treinta posiciones a nivel mundial: Jamaica (16), Barbados (21), Antigua y Barbuda (22), Puerto Rico (24) y Belize (29).

Recién en la casilla 45 aparece Brasil como la primera de las economías fuertes latinoamericanas en el ranquin, con el 74% del PIB de deuda pública (estimado 2017).

Como informó la agencia EFE en enero de 2018, su endeudamiento fue producto de “títulos emitidos por el Tesoro Nacional para financiar el creciente déficit fiscal del país, cuya economía ha comenzado a recuperarse tímidamente de la dura recesión en que se sumergió entre 2015 y 2016”, como consecuencia de las dificultades políticas acontecidas desde 2014, que provocaron el derrocamiento de la presidenta Dilma Rouseff.

Tras Brasil, y con algunas economías menores en medio como Granada, Aruba, Bahamas, Costa Rica, San Cristóbal y Nieves, Surinam, El Salvador y Uruguay, Argentina ocupó el lugar 92 a nivel global con el 53.7% del PIB en deuda pública.

El país está lejos de tener los niveles alcanzados en 2002, cuando la deuda público llegó a ser del 152.25% del PIB, pero sigue estando alta desde que en 2011 registrara el valor más bajo de la última década con 37.55%.

Siguiendo con el ranquin de la CIA, Colombia le siguió a Argentina en la posición 94, con el 53% del PIB. En un informe publicado en el portal digital de la Universidad Nacional en enero del presente año, los autores Francisco José Rodrigo Luelmo y Óscar Romera Jiménez conceptuaron que la desaceleración económica, la gestión del posconflicto con la otrora guerrilla y ahora partido político de la Farc, la continuidad del proceso de paz con la agrupación ELN, la desviación de los objetivos de déficit y los constantes cambios introducidos en el sistema tributario “han provocado un leve empeoramiento de las opiniones prospectivas sobre la deuda colombiana”.

Señalaron Luelmo y Romera que para 2018 y años posteriores la situación tiende a ser más “optimista”. Su argumento fue que el FMI le otorga a Colombia un crecimiento de un 2.8 % para este año, un punto más respecto a 2017. “La esperada consolidación fiscal, consecuencia de la última reforma tributaria, el alza del precio del petróleo y la mejora de la demanda externa –que aumenta los ingresos por otras exportaciones– motivarían estas perspectivas”.

México, por su parte, se instaló en la posición 101, con el 51.5% del PIB. A mayo de 2018, el saldo de ese compromiso del Gobierno Federal era de 407 mil millones de dólares, indicó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que agregó que esos niveles estaban en la línea de lo aprobado por el Congreso para el año en curso.

Sin embargo, en abril el FMI le recomendó al Gobierno mexicano no endeudarse más y mejor pagar los intereses de esa deuda, debido a la incertidumbre que había, y que aún hay, con el futuro del Tratado de Libre Comercio con Canadá y EE.UU. y a que pasaran las elecciones presidenciales que tuvieron lugar hace un par de semanas y que dejaron como ganador a Andrés López Obrador.

Por último, Chile se ubicó en la casilla 176 del ránquin de la CIA (entre 210 países), con una deuda pública del 25.20% del PIB (estimado 2017), siendo la más alta en las últimas dos décadas y media, publicó La Tercera en abril pasado.

“Esta trayectoria ascendente viene desde el primer mandato de Sebastián Piñera y se aceleró en la administración Bachelet. La deuda del gobierno central más que se triplicó desde 2010, cuando apenas superaba los US$20.357 millones. Por más que este dato haya estado internalizado, no deja de llamar la atención el incremento de los compromisos fiscales, la velocidad con que aumentó y, por último, la inercia del endeudamiento que perseguirá al fisco”, opinó el diario.