Generalmente es Yordan Alvarez el que pone los fuegos artificiales con su bate, pero el cubano tuvo que salir de un juego a causa de ellos durante un juego de los Astros de Houston contra los Bravos de Atlanta y tuvo que ser llevado a un hospital para ser atendido por falta de aire.

Tras caer 6-2 el viernes ante el equipo de Georgia, el mánager de los Astros, Dusty Baker, reveló ante los medios que Álvarez tenía dificultad para respirar, lo que empeoró por el humo en el aire después de que los Bravos dispararan fuegos artificiales en el Truist Park par..

“Está siendo analizado por los médicos”, dijo Baker. “Dijeron que todos sus signos vitales son buenos. Se siente normal, pero todavía tiene que ver a nuestro médico. Simplemente, le faltaba el aire, y cuando dispararon los fuegos artificiales, el humo lo empeoró”.

Todo sucedió con dos outs en la parte baja de la quinta entrada, cuando se produjo una pausa en la acción, luego de que el novato de los Bravos, Vaughn Grissom, recibiera un pelotazo en el pie y fuera atendido por un entrenador físico, momento aprovechado por Álvarez para salir del terreno.

Convertido en uno de los mejores artilleros de las Mayores y poseedor de un swing poderoso, el fornido pelotero cubano es una figura clave en la alineación de Houston y al momento de abandonar el choque bateaba para .295 con 31 jonrones y 77 carreras impulsadas.

Baker agregó que nadie en el dugout de los Astros sabía que Álvarez estaba bajo los efectos de los fuegos artificiales.

“Me alegra que lo hayamos sacado cuando lo hicimos”, dijo Baker sobre el estelar pelotero. “Miré hacia arriba y él estaba en el dugout. Fue un momento de miedo. Podría ser cualquier cosa. Dijeron que está bien en este momento. No vimos nada. Sólo miré hacia arriba en el dugout y él estaba allí. Después de eso, tuvimos que llevarlo a la acción de emergencia para averiguar su problema y luego el equipo de emergencia vino y lo llevó al hospital.”

Una lesión importante podría dificultar una carrera hacia la postemporada, pero el hecho de estar 11 partidos por delante de los Marineros, que ocupan el segundo lugar en la Liga Americana del Oeste, les da a Álvarez y a los Astros tiempo para recuperarse o elaborar un plan de respaldo.