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Demandan a Samsung y a Apple porque sus móviles ‘pueden producir cáncer’

Que los móviles producen cáncer es un bulo que llevamos años oyendo. No hay ninguna evidencia científica que relacione las radiaciones que emiten los teléfonos y el cáncer en zonas de nuestra cabeza o de nuestros órganos sexuales (cuando los guardamos en los bolsillos). Aún así, hay un grupo de consumidores estadounidenses que ha presentado una demanda colectiva contra Apple y contra Samsung aduciendo que sus móviles emiten radiaciones peligrosas para la salud.

La demanda, que ha sido conocida gracias a este artículo del Chicago Tribune, alega que los smartphones de ambas marcas emiten hasta un 500% más de radiación que el límite marcado por la ley federal estadounidense.

Demandan a Samsung y a Apple. (Feestocks.org / Unsplash)
Demandan a Samsung y a Apple. (Feestocks.org / Unsplash)

En concreto, la radio frecuencia (RF) del iPhone 8, iPhone X y el Samsung Galaxy S8: "superan con creces las pautas federales". Los riesgos de tales niveles de radiación, continúa, incluyen "mayor riesgo de cáncer, estrés celular ... daños genéticos, déficit de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos" y una larga lista de otros problemas médicos.

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La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), el organismo responsable de establecer estos límites en Estados Unidos, prueba los teléfonos según su tasa de absorción específica, medida en vatios de energía absorbida por kilogramo de tejido corporal.

Ningún teléfono vendido en Estados Unidos puede exceder los 1.6 w / kg, mientras que los reguladores europeos permiten un 2 w / kg. Sin embargo, los activistas de la salud consideran que estos niveles están desactualizados. De hecho, las pautas de la FCC se elaboraron en 1997 y se basaron en gran medida en la prueba realizada sobre un soldados estadounidense de 100 kilos de peso.

Este último detalle es importante, ya que cuánto más robusta es la persona, se soporta un mayor nivel de radiación. Por ejemplo, los niños absorben hasta un 150% más de ondas que los adultos, y este dato es preocupante, ya que los menores cada vez pasan más tiempo pegados a este tipo de dispositivos.

Como decíamos al principio, hasta el momento ninguna organización importante de salud pública ha podido vincular el uso de los smartphone con el cáncer u otras dolencias graves. Sin embargo, varios estudios han encontrado que incluso a niveles muy inferiores a los establecidos por la FCC, son posibles efectos significativos para la salud. Se encontró que la radiación 2,000 veces más baja que el límite de 1.6 debilita el ADN de las ratas de laboratorio y disminuye su conteo de espermatozoides.

Además, otro estudio encontró que una dosis cuatro veces menor aumenta estadísticamente la probabilidad de tumores malignos, mientras que la exposición a poco menos de la mitad del límite altera los patrones de sueño de los usuarios.

Esta demanda llega en un momento sensible, ya que las empresas de telefonía se están preparando para la llegada de las redes 5G cuya potencia hará que presumiblemente las antenas de los teléfonos y de las torres de telecomunicaciones emitan un mayor grado de radiación. ¿Es hora de revisar los estándares?