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El despertar de Asia alienta el apetito inversor

Para abrir boca comenzamos con unos números sobre la región:

  • Asia es una región importante a nivel global,

  • Es el continente más extenso (30% del área terrestre),

  • Es el continente más poblado (60% del total de la población mundial),

  • Es la región de más rápido crecimiento en el mundo, n Es la región de mayor contribución al crecimiento global. El FMI pronostica que aportará el 70% del PIB en 2023,

  • Cuenta con 6 miembros y con algunas de las economías más industrializadas del G20,

  • Tiene una de las tasas de ahorro más elevadas (en torno al 27.5% del PIB vs 27% de Europa), con Singapur del 40.3% o China con el 49.75%,

  • Una demanda doméstica fuerte y poderosa.

Asia no es un bloque fácilmente clasificable

Es innegable la importancia de la región y “más allá de la visión más positiva o negativa, lo que es indiscutible es que Asia tiene que formar parte de las carteras y es un mercado clave. "Las cifras son lo que son en cuanto a tamaño y potencial, no solo ahora sino desde hace bastantes años” apunta Pablo Mansilla, responsable de Fondos de Inversión de Santander Banca Privada España. Además, enfatiza que Asia es un gigante económico, cuyo potencial mayoritario para los inversores viene no tanto por el tamaño económico sino por el tamaño de mercado tanto el de renta fija como el de renta variable asiática, que están muy por debajo del tamaño que supone su economía. “El driver fundamental de largo plazo es que a medida que sus mercados se liberalicen, conformarán una mayor proporción de la tarta mundial”. Además, la heterogeneidad de Asia es destacable. “China tiene poco que ver con el resto; India es a su vez un mundo en sí mismo; hay mercados muy desarrollados como Hong Kong y Corea y otros frontera como Vietnam, Filipinas, y mercados más a caballo como Malasia e Indonesia, y con cifras muy distintas” y concluye diciendo que es una herramienta de diversificación.

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Eva Pérez, directora de inversiones del área de asesoramiento independiente en Wealth Management de Bankinter, considera que cada vez hay más opiniones a favor de recortes de tipos de interés en la región para finales de este año, incluso adelantándose a lo que podría hacer la Fed en el primer trimestre del año que viene. Y destaca que “están siendo capaces de controlar la inflación mucho mejor que las economías desarrolladas, como por ejemplo el índice de precios a la producción, que en noviembre de 2021 era en torno al 12% y ya en febrero estaba en el 2%”. Y coincide en que China está liderando todo esto, y los precios a la exportación ya están viendo esa aceleración, cuando en otoño del año pasado reportaban cifras de doble dígito, con lo cual, tanto el control de inflación en la región como la previsión de recortes de tipos de interés en el medio plazo, son los factores principales que favorecen a la región.

En cuanto a la visión de corto y largo plazo para la región asiática, Rosa Duce, CIO de Deutsche Bank España, coincide con Pablo Mansilla en que la visión de largo plazo es clara, apoyado en los datos antes mencionados. Otra cosa es el corto plazo, enfatiza Duce. “Si tú preguntas a cualquier inversor hoy en día si están positivos en la región dirán que sí, pero la gran pregunta es si es el momento de entrar en Asia”. Sostiene que el hecho de que China por fin haya quitado todas las limitaciones y su apertura, están haciendo que la visión sobre Asia sea más positiva, “ya que al final ese gigante implica mucha demanda doméstica que compra a Europa y que viaja, pero también compra a sus socios de la zona”. Hace referencia a todo el ahorro acumulado y el potencial de compra que tienen. “Por tanto, si miramos a corto plazo, hay muchos factores que hacen prever que Asia lo puede hacer bien. China se está recuperando muy rápidamente y el último dato del PIB ya nos dice que va hacia arriba y cada vez más, y probablemente las previsiones de este año se queden cortas”. Añade que si finalmente la Fed sube los tipos, eso le viene bien a los emergentes en general y a Asia en particular. Y finaliza diciendo que el entorno de China ha mejorado mucho y se está abriendo, creando un entorno respecto a los tipos de interés a nivel mundial en el que parece que la Fed podría frenar y con un crecimiento con potencial muy alto, lo que hace que Asia esté cada vez más en las carteras. Pero “como inversor europeo no recomendaría invertir en un solo país, sino vía fondos regionales que ayuden a disminuir la volatilidad”.

Asia no pesa en los índices lo que debería si tenemos en cuenta su PIB

Hay algunos factores que hacen que el crecimiento actual sea diferente al del pasado, y en este sentido Elena Cortina, directora de producto de banca privada y fondos de inversión de Sabadell Urquijo Banca Privada comenta que “hoy el crecimiento está siendo impulsado por la demanda interna más que por las exportaciones, que fue el impulsor de crecimiento hasta hace unos años”. La experta hace alusión a los brotes verdes del sector inmobiliario, que desde luego son buenas noticias, sobre todo considerando de dónde venimos, y eso da estabilidad a China, pero también al inversor europeo, pudiendo invertir directamente en China como tal o en Asia. Sin embargo, Elena Cortina hace mención a que la inversión en Asia también se puede complementar invirtiendo en muchas empresas europeas o americanas, en las que la mayoría de sus ingresos provienen o tienen exposición a dicha región. Y considera que el buen comienzo de año para los mercados europeos tiene que ver con esa apertura de la región. “Quizás la diversificación es incluir empresas europeas con exposición a la región, pero aquí tiene mucho que ver el riesgo que pueda asumir el inversor y el horizonte de inversión que tenga en su cartera”.

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Apoyan las valoraciones y previsiones de beneficios

Hasta ahora, los participantes en el debate han coincidido en cierta forma en su visión, aunque cabe la pena comentar sobre la valoración. Y es ahí donde Victoria Torre, responsable de oferta digital de SelfBank, comenta que “estando infraponderados en renta variable en general, precisamente en la zona Asia – Pacífico es donde estamos más constructivos y el motivo, aparte de que tenga unas políticas económicas con muchísimo más recorrido, sin presiones inflacionistas, principalmente es por un tema de valoraciones y por una previsión de beneficios”. Victoria Torre comenta que las valoraciones de la renta variable asiática podrían estar algo distorsionadas, ya que hay algunos países cuyos PER están más caros que otros, haciendo que la región muestre un PER que posiblemente no esté tan alejado de otras regiones. Pero mirando a algunos países en concreto, se observa que hay algunos de ellos cotizando a niveles muchísimo más atractivos. La experta incide en algo que es clave para ella, y son las previsiones. “Por ejemplo, en el caso de Estados Unidos, nos cuesta un poco creer en el entorno del mercado que hay, los analistas están siendo bastante optimistas y vemos que habrá recortes de beneficios, pero en el caso de algunas economías asiáticas, pasa al revés”. Menciona China, donde las previsiones de crecimiento de beneficios a 12 meses están en los mínimos de 2020, y por tanto, “creemos que hay muchísimo más margen de mejora de previsiones y de sorpresas positivas respecto a otras regiones. Al final la combinación de estos factores hace que, en el corto plazo, nos parezca que construye una oportunidad muy interesante para estar en la renta variable asiática”.

Además, comentando sobre el near-shoring, con Apple diversificando sus fabricantes en la región y habiendo anunciado que reasigna parte de su producción a India, o bien Tesla que también anunció la construcción de una fábrica al norte de México, es interesante ver si los países “satélites” a China se verán beneficiados. Respecto a ello, Rosa Duce comenta que después de la pandemia, la globalización se está estancando, ya que al final, producir en Asia no es tan barato, porque muchos países de la región son países desarrollados y tienen unos costes de producción no tan competitivos. Además, muchas empresas están diversificando su cadena de producción en muchos países para reducir la dependencia, a la vez que reducen costes y producen más cerca. Pablo Mansilla, en este sentido hace referencia al Brexit, en el que no hubo un único beneficiario, sino muchos, incluyendo a las multinacionales occidentales, que pueden jugar un papel relevante, con China siendo el principal perjudicado.

Respecto a invertir indirectamente vía empresas occidentales con buena parte de sus beneficios provenientes de Asia, es una estrategia que es complementaria, combinada con fondos europeos, y desde luego teniendo en cuenta las valoraciones, que como apuntó Torre, son atractivas en muchos casos.

En este sentido, Óscar Esteban, director de ventas de Fidelity International, comenta que, si bien es cierto que efectivamente la inversión en Asia se puede hacer indirectamente, hay que tener en cuenta que “a lo largo de la última década ha habido un cambio muy importante en la sociedad asiática. Si bien antes compraban muchas marcas de lujo europeas, ahora buscan marcas locales chinas en las que la calidad cada vez es mejor porque lo demandan sus clientes, y esto es uno de los grandes hitos que estamos viendo en la sociedad china”. Este es un factor que Óscar Esteban destaca al considerar invertir indirectamente en China.

Hay un proceso de reordenación de la balanza. ¿Preferimos menos costes o menos riesgos legales o fiscales, o mejor gobierno corporativo?, era la pregunta que lanzaba Eva Pérez. Hay compañías que priman los riesgos legales y otras que apuestan por estar más cerca de su economía o cultura, que al final tiene un impacto en las cuentas de resultados empresariales mucho mayor que el de la disminución de costes. Por esta parte, Elena Cortina añade que el tema geopolítico con la guerra de Ucrania ha venido a acentuar todavía más la necesidad en ciertas industrias que son estratégicas. Sin embargo, Victoria Torre pone una nota de cautela ya que la relocalización no va a ser tan rápida, y la sustitución de China es difícil porque es líder en muchísimas cosas, como la fabricación de litio o temas de coche eléctrico, donde lleva muchos años de ventaja. Añade que dentro de Asia, países como Vietnam, Malasia, y algunos otros se pueden ver beneficiados, “pero al final no creo que sea una explosión, ya que China le lleva muchísima ventaja y va a ser una diversificación y no una amenaza tan grande como algunos consideran”.

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En este sentido, Óscar Esteban dice que en Fidelity International tiene especial relevancia la inversión en Asia. Incide en ASEAN, una región de cooperación entre 10 países asiáticos, y que pueden ser los grandes beneficiados de la relocalización o diversificación de producción. “Estamos hablando de que son 10 países que suman 663 millones de habitantes y ocupan 4,5 millones de kilómetros cuadrados, unas dimensiones muy parecidas a la Unión Europea, con potencial por sí mismas pero que si añades el que va a venir de China e India cuando diversifiquen sus cadenas de producción, será una oportunidad muy interesante”. Victoria Torre pone énfasis en Vietnam, aunque el free float es muy bajo, lo que limita las oportunidades de inversión en el país. Pero la entrada de la inversión extranjera está fluyendo y es una de las temáticas que hay que seguir.

Ana Carrisso, directora de ventas senior en España, Portugal y Andorra de Fidelity International añade que en las últimas reuniones del Partido Comunista de China se observa una actitud a favor de fomentar la inversión extranjera. “No veo incompatible invertir indirectamente en Asia, pero el acuerdo alcanzado en 2021 entre Asia Oriental y Asia-Pacífico a través del cual se eliminan el 80% de los aranceles, derivando en que la economía de esa región esté mucho más reforzada y menos dependiente del exterior”. Añade que, por un lado, sigue habiendo esa inversión que proviene del exterior hacia la región y por otro, se toman medidas para reforzar los lazos y el comercio dentro de la misma. Además, comenta que es verdad que China por sí sola puede tener drivers muy interesantes, pero también es mucho más volátil, por lo que invertir en toda la región, incluso en los más ilíquidos como comenta Óscar Esteban, es muy interesante, con potencial alcista y mayor diversificación.

Entre las principales conclusiones destaca que Asia juega un papel de descorrelación en las carteras; el peso de los mercados tenderá a equipararse con su contribución al PIB a medida que se abran más hacia el inversor extranjero; tanto la renta fija (aunque hoy no es el mejor contexto ya que hay rentabilidad en desarrollados y con menos riesgo para el inversor europeo) como la bolsa ofrecen oportunidades, especialmente vía gestión activa; la apertura de la región asiática beneficia a las empresas de lujo y todas aquellas ligadas al turismo; la estrategia de inversión es tanto directa como indirecta, pudiendo incluso llevar a una ponderación de la región hasta cerca del 15%.