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La deuda médica hundió su crédito. Los nuevos cambios de las agencias de informes crediticios no ayudarán

CHARLOTTE, Carolina del Norte - Después de un año de quimioterapia y radiación, los médicos le dijeron a Penelope "Penny" Wingard en 2014 que su cáncer de mama estaba en remisión. Ella había estado rezando por esta buena noticia. Pero también significaba que ya no cumplía con los requisitos de un programa de su estado que ofrece cobertura temporal de Medicaid a pacientes que están en tratamiento activo de cáncer de mama.

Wingard se quedó sin seguro. Había sobrevivido a la carga médica, pero la carga financiera era continua.

Las facturas de las citas de seguimiento, los análisis de sangre y las exploraciones se acumularon rápidamente. Pronto, su oncólogo le dijo que no la vería hasta que pagara la deuda.

"Ni siquiera me había crecido el cabello tras la quimioterapia", dijo Wingard, "y no podía ver a mi oncólogo".

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La deuda médica ha hundido su puntuación crediticia hasta el punto de que ha tenido dificultades para obtener préstamos, y solicitar trabajos y apartamentos se ha convertido en una experiencia angustiosa.

"Es como si te castigaran por estar enferma", dijo Wingard.

A principios de este año, cuando tres agencias de crédito nacionales anunciaron nuevas políticas para tratar las deudas médicas, los defensores de los consumidores lo celebraron, pensando que supondría un alivio para pacientes como Wingard. Pero resulta que los cambios no son suficientes para ayudarla a ella o a muchos otros pacientes afroamericanos y de bajos ingresos, que suelen ser los más afectados por las deudas médicas.

Según las nuevas políticas, Equifax, Experian y TransUnion eliminarán de los informes crediticios las deudas pagadas o las que sean inferiores a 500 dólares, aunque no se hayan pagado. Esto no borra lo que la gente debe, pero la idea es eliminar la marca negra de los cobros de su crédito para que puedan alcanzar más fácilmente metas como la calificación para un auto o un préstamo de vivienda.

Se espera que los cambios, que entrarán en vigor en 2023, beneficien a unos 16 millones de estadounidenses. Pero un informe federal publicado este verano sugiere que esos pueden no ser los que más lo necesitan.

"Aunque las empresas de información crediticia han anunciado a bombo y platillo que se trata de un gran cambio, lo cierto es que solo están eliminando las cosas pequeñas", dijo Ryan Sandler, coautor del informe y economista principal de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor. "Quizá no están haciendo algo tan bueno como sus comunicados de prensa quieren hacer creer".

Las personas más agobiadas por las deudas médicas tienden a ser afroamericanas o hispanas, de bajos ingresos y del Sur. Una encuesta nacional de KFF encontró que el 56 por ciento de los adultos afroamericanos y el 50 por ciento de los hispanos dicen que tienen deudas actuales debido a facturas médicas o dentales, en comparación con el 37 por ciento de los adultos blancos no hispanos. Y un estudio publicado en 2021 descubrió que la deuda médica era mayor en las comunidades de bajos ingresos y en los estados del sur que no habían ampliado Medicaid.

Pero, dijo Sandler, "la población a la que se le van a quitar todos los cobros es un poco más probable que viva en barrios de mayoría blanca y en barrios de altos ingresos".

Los cobros inferiores a 500 dólares suelen ser el resultado de un copago o coseguro no pagado, dijo Sandler, y las personas con seguro son más propensas a ser más ricas y blancas.

Alguien como Wingard –una mujer afroamericana que vive en Carolina del Norte– tiene menos probabilidades de beneficiarse de las nuevas políticas de las compañías de crédito.

Después de que el oncólogo de Wingard le cerrara el grifo, tardó casi seis meses en encontrar otro médico que la atendiera mientras dejaba las cuentas sin pagar.

Carolina del Norte no ha ampliado Medicaid, por lo que Wingard, que tiene 58 años y no tiene hijos pequeños, no puede alinearse al programa de seguro público de su estado.

Calcula que su deuda médica actual supera los 50 mil dólares. No se trata solo de la atención al cáncer, sino también de facturas por problemas de salud no relacionados que se desarrollaron en los años siguientes.

Ha trabajado como profesora extraescolar y tutora, como rastreadora de contactos de COVID-19 y como conductora de un servicio de transporte, pero ninguno de esos empleos le ha proporcionado un seguro médico. Wingard no puede permitirse contratar un seguro privado. Eso le ha hecho pagar una cuenta tras otra. Su informe de crédito muestra cinco páginas de notificaciones de agencias de cobro que representan a consultas médicas, hospitales y laboratorios.

Wingard es ingeniosa. Ha buscado clínicas que trabajan con tarifas reducidas, programas de farmacia que reducen los copagos y organizaciones sin ánimo de lucro que ayudan a cubrir los costos de la atención a la salud. Pero no ha sido suficiente para salir de sus deudas.

En febrero, Wingard necesitó una mamografía especializada para comprobar si el cáncer volvía a aparecer. Antes de la cita, se puso en contacto con una organización local sin ánimo de lucro que aceptó cubrir el costo. Pero unas semanas después del procedimiento, Wingard recibió una cuenta de casi 1,900 dólares. Según Wingard, hubo una falta de comunicación entre la organización sin ánimo de lucro y el hospital. Mientras intentaba resolver el problema, la factura fue a parar a la oficina de cobros. Es de más de 500 dólares, por lo que no se eliminará ni siquiera cuando las nuevas políticas de las agencias de crédito entren en vigor el año que viene.

"Luchas mucho y pasas por muchas cosas", dijo Wingard. "Aun así, a veces no ves ningún tipo de alivio".

Casi el 20 por ciento de los estadounidenses con deudas médicas no creen que vayan a pagarlas nunca, según la encuesta de KFF. Wingard se ha resignado a vivir con las ramificaciones.

Su nevera y su cocina llevan más de un año averiadas. No puede obtener un préstamo para reemplazarlos, así que en lugar de hacer pollo al horno con su receta familiar favorita, a menudo se conforma con una lata de sopa o alitas de pollo de comida rápida.

En caso de emergencia, como cuando necesitó reparar un diente roto este otoño, Wingard pide prestado a su familia. Pero no es fácil pedir dinero, dice. "Te hace sentir inútil, como si no pudieras hacer nada".

Un estudio publicado recientemente ha descubierto que las deudas médicas dejan a muchas personas sin poder pagar los servicios básicos, aumentan su inseguridad alimentaria y de vivienda, y pueden "contribuir a una espiral descendente de mala salud y precariedad financiera".

En el caso de Wingard, ha perjudicado su capacidad para conseguir un trabajo. Dijo que dos empleadores le dijeron que el mal crédito aparece como una bandera roja en las verificaciones de antecedentes y la ha llevado a ser rechazada para puestos.

Los empleadores a veces usan los informes crediticios como un "sustituto del carácter", explicó Mark Rukavina, director de programas del grupo de defensa de la salud sin ánimo de lucro Community Catalyst. Si dos candidatos están igualmente cualificados pero uno de ellos tiene un crédito bajo o varias deudas impagadas, los empleadores podrían considerar a esa persona menos responsable, dijo, a pesar de que las investigaciones demuestran que las deudas médicas no son un indicador preciso de la probabilidad de que alguien pague sus facturas.

Aunque es poco probable que las nuevas políticas de las compañías de crédito mejoren la situación de Wingard, los defensores de los consumidores dicen que hay señales de que la sociedad está empezando a pensar en la deuda médica de manera diferente.

El gobierno de Biden ha aconsejado a los prestamistas federales que dejen de tener en cuenta las deudas médicas a la hora de evaluar las solicitudes de préstamos y pidió a la Oficina de Protección Financiera del Consumidor que investigue si las deudas médicas deben aparecer alguna vez en los informes crediticios.

Este año entró en vigor una ley federal que prohíbe ciertos tipos de cuentas médicas de sorpresa, y algunos estados han reforzado las protecciones contra las deudas médicas ampliando Medicaid o responsabilizando a los hospitales sin ánimo de lucro de la prestación de asistencia financiera a los pacientes con bajos ingresos.

En agosto, VantageScore, una empresa que calcula las puntuaciones de crédito, dijo que dejaría de usar los cobros médicos en su fórmula.

Wingard está preparada para un cambio más rápido y fuerte. Y tiene una idea para conseguirlo: una marcha sobre Washington para exigir un alivio de la deuda médica y un seguro universal que reduzca las cuentas futuras.

"Creo que sería histórico que un millón de personas se reunieran allí y dijeran que necesitan una mejor atención a la salud", dijo. "Quizá entonces reconozcan que necesitamos ayuda".

Sobre este proyecto

"Diagnosis: Debt" es una colaboración informativa entre KHN y NPR que explora la escala, el impacto y las causas de las deudas médicas en Estados Unidos.

La serie se basa en la "Encuesta sobre la deuda sanitaria de KFF", una encuesta diseñada y analizada por investigadores de opinión pública de KFF en colaboración con periodistas y editores de KHN. La encuesta se realizó entre el 25 de febrero y el 20 de marzo de 2022, en línea y por teléfono, en inglés y en español, entre una muestra representativa a nivel nacional de 2,375 adultos estadounidenses, incluidos 1,292 adultos con deudas de atención médica actuales y 382 adultos que tuvieron deudas de atención médica en los últimos cinco años. El margen de error de muestreo es de más o menos tres puntos porcentuales para la muestra completa y de tres puntos porcentuales para los que tienen deudas actuales. Para los resultados basados en subgrupos, el margen de error de muestreo puede ser mayor.

El Urban Institute llevó a cabo una investigación adicional, en la que se analizaron los datos de la oficina de crédito y otros datos demográficos sobre la pobreza, la raza y el estado de salud para explorar dónde se concentra la deuda médica en Estados Unidos y qué factores se asocian con los altos niveles de deuda.

El Instituto JPMorgan Chase analizó los registros de una muestra de titulares de tarjetas de crédito de Chase para ver cómo los saldos de los clientes pueden verse afectados por los gastos médicos importantes.

Los reporteros de KHN y NPR también realizaron cientos de entrevistas con pacientes de todo el país; hablaron con médicos, líderes de la industria de la salud, defensores del consumidor, abogados especializados en deudas e investigadores; y revisaron decenas de estudios y encuestas sobre la deuda médica.