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Eduardo Dávila, asesinatos y narcotráfico, el prontuario del dueño de Unión Magdalena, el equipo que protagonizó el “arreglo del siglo”

El empresario y dirigente deportivo, Eduardo Dávila Armenta, dueño de Unión Magdalena, de Colombia
El empresario y dirigente deportivo, Eduardo Dávila Armenta, dueño de Unión Magdalena, de Colombia

Nada es casual y mucho menos cuando se trata de escándalos. En el fútbol de Colombia todavía resuena lo que ocurrió en el choque entre Unión Magdalena y Llaneros, por uno de los ascensos a la máxima categoría. La actitud de los futbolistas fue determinante y el partido entre ambos fue catalogado como el partido del “arreglo del siglo” . Y todo se debe a que Magdalena logró el ascenso y es imposible que no se analicen las formas ni queden en el centro de la escena las sospechas por el principal accionista del club: Eduardo Dávila, un personaje que estuvo 10 años preso por narcotráfico y que cumple una condena por el asesinato de su primera esposa.

En medio de un partido que quedó expuesto y que todo el planeta del fútbol calificó de vergonzoso, después de ver a los futbolistas de Llaneros parados dejando que los delanteros de Magdalena conviertan, apareció Dávila, que ante la pregunta del periodista Oswaldo Hernández, del diario La Patria, sobre un “posible arreglo”, ofreció una respuesta que permite comprender cómo piensa este personaje: “No entiendo la pregunta, nosotros ganamos. En el segundo gol, ellos piensan que había fuera de juego y nunca lo hubo. Y nuestro jugador aprovechó ¿O no sabías que Llaneros tenía la misma opción de ascender que nosotros?”.

Y después agregó: “A ti te parece que hubo irregularidades? ¿Tú viste el partido? ¿No comenzamos perdiendo? ¿Te parece que el empate fue irregular? ¿O sea, que el Unión no hizo mérito para ganar? Y nos zamparon 6 minutos más de tiempo adicionado, esperando que Llaneros empatara. ¿De eso no dicen nada?”.

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Eduardo Dávila es un hombre con mucha historia en Santa Marta y los municipios de Magdalena, empezó como un empresario de alta influencia en la zona bananera de la región y posteriormente adquirió otras empresas, además del equipo de fútbol Unión Magdalena del que es el máximo accionista y ocupó varios cargos administrativos.

La palabra Dávila tiene un peso muy significativo, por eso no es menor que haya atacado al presidente de Colombia, Iván Duque, que se pronunció acerca de lo ocurrido entre Magdalena y Llaneros: “ Lo que se vio en el partido de ascenso a la Primera División del Fútbol Colombiano es una vergüenza nacional. El deporte requiere transparencia, honestidad y cero tolerancia frente a cualquier situación que deslegitime la ética deportiva”. La respuesta del dueño de Magdalena fue inmediata: “Ustedes viven creando fantasmas y siempre con suspicacias, pues eso es lo que les da audiencia, las polémicas. Deberían informarle a la opinión pública todos los detalles de los dos partidos y las posibilidades de todos los lados, y decirle a tu presidente Duque que no juzgue a priori sin haber hecho las investigaciones del caso sobre los pormenores de las circunstancias”.

El tema generó fuertes reacciones y hasta el ministro del Deporte, Guillermo Herrera, anunció que tomará medidas. Incluso, el presidente de la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano, Fernando Jaramillo, citó a las comisiones disciplinarias para estudiar el caso.

Dávila es una persona con antecedentes temerarios, ya que la justicia colombiana determinó en enero de 2007 que asesinó a su primera esposa Carmen Vergara Díaz que era conocida como “La Nena” por medio de unos sicarios que la interceptaron en una vía que une a Santa Marta con el sector del Rodadero. Tras ser declarado culpable, el máximo accionista del “Ciclón” está en la cárcel El Bosque de Barranquilla y tiene que cumplir una condena de 34 años.

Tan extraño y enredado fue el caso que Vergara era quien manejaba las finanzas de María del Pilar Espinosa, la segunda esposa de Dávila y viuda de su ex socio Jorge Gnecco Cerchar. Vergara le recomendó a Espinosa terminar esa relación, por lo cual la viuda decidió dejar el país, dejándole los negocios a “La Nena”.

Ante este escenario, Carmen Vergara comenzó a circular en un vehículo blindado que era de los Gnecco, ya que el mismo había sufrido un atentado, que se le atribuyó en su momento a Eduardo Dávila. En 2006, María del Pilar Espinosa regresó a Colombia y le habría pedido ese vehículo protegido a “La Nenay le dio su vehículo particular. Luego de eso, la justicia determinó que Dávila planeó el asesinato de Vergara, contratando a sicarios que la interceptaron en El Rodadero, por el cerro Ziruma.

No es la única acusación que recae sobre Dávila. En abril de 2021 fue acusado por el asesinato de Javier Alfredo Cotes Laurens, juez especializado de Santa Marta, quien lo condenó en noviembre de 1996 a diez años de prisión por narcotráfico. Familiares y allegados de Dávila siguen al pie de sus negocios en el fútbol y fuera de él. Incluso, Eduardo Méndez (presidente de Santa Fe) fue presidente de Unión Magdalena durante un corto período, entre 2017 y 2018.

Jonathan Segura se aprovecha de la pasividad de los cinco defensores de Llaneros y marca el gol del ascenso para Unión Magdalena
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Jonathan Segura se aprovecha de la pasividad de los cinco defensores de Llaneros y marca el gol del ascenso para Unión Magdalena

Eduardo Dávila está bajo la lupa de la justicia desde los 70. Su familia está inmersa en numerosos negocios de la región, con la posesión de varias tierras en la zona bananera y en la Sierra Nevada. Después de que le encontraran varios nexos con paramilitares, Dávila tuvo extinción de dominio en varias propiedades durante el año 1997 y en 2003 perdió el 25% de las acciones del Unión Magdalena a manos de la justicia.

El 16 de abril de 1994 , en el estadio Eduardo Santos, en un partido de la segunda división entre Real Cartagena y Deportivo Samario, Eduardo Dávila -que tenía relación con el conjunto samario- fue detenido por ocho oficiales del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía Regional. Dávila era requerido en Barranquilla para rendir indagatoria ante un juez por la aparición de un cargamento de marihuana -1.900 kilos prensados, empacados en cajas y listos para su exportación- que fue hallado en una cabaña de su propiedad ubicada en Villa Concha.

El polémico personaje es dueño de Unión Magdalena desde los 80 y es señalado por los hinchas como el máximo responsable de los descensos del equipo. Dávila fue quien le dio la chance de jugar al padre de Radamel Falcao y a El Pibe Valderrama. Durante los últimos años, Magdalena militó en el ascenso del fútbol colombiano y acusan a Dávila de haber arreglado diferentes partidos para que su equipo pierda y así evitar el ascenso, lo que le permitía embolsar dinero de la TV sin invertir en futbolistas para competir en una categoría mayor.

Los vínculos paramilitares de Dávila

En febrero de 2009, la Fiscalía 25 Antiterrorismo desembarcó en Santa Marta con la orden de capturar a Eduardo Dávila, Ulilo Acevedo (dueño y director del Hoy Diario de Magdalena); y a los políticos Romualdo Macías, Euclides Gómez Forero y Guillermo Rueda. Todos debían responder por presuntos nexos con paramilitares, en especial con Hernán Giraldo Serna, conocido como “El Señor de la Sierra”, un ex narcotraficante y ex paramilitar colombiano, antiguo miembro de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

En su declaración ante una fiscal de Justicia y Paz para esclarecer la participación del exgobernador José Domingo Dávila Armenta (hermano de Eduardo) con paramilitares, Giraldo vinculó también a Eduardo Dávila, diciendo que había participado en varias reuniones con el Bloque Resistencia Tayrona de las desaparecidas AUC.

Dávila se entregó dos semanas después, el 9 de marzo de 2009, con el fin de rendir indagatoria frente a las sindicaciones en su contra. El 5 de mayo de 2011, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia ordenó el traslado de este proceso del distrito judicial de Santa Marta hacia la ciudad de Medellín, con el propósito de evitar posibles influencias.

Tras el escándalo del ascenso de Unión Magdalena, los hinchas y la prensa colombiana potenciaron su mirada en Dávila, el señor que no “vio nada raro”, que le contestó al presidente de Colombia y todos desde las comodidades que tiene en la cárcel El Bosque, en Barranquilla.