El mundo amoroso y laboral se funden: usando LinkedIn para ligar… y Tinder para encontrar trabajo
Foto con un traja y corbata, o bien poniendo ‘morritos’. Al final, se trata de la misma persona en dos facetas distintas: la primera, con un aspecto serio y profesional e intentando dar una buena impresión para encontrar trabajo; la segunda, mostrando el mejor lado para buscar pareja.
Sí, por mucho que nos duela, la frontera que separa LinkedIn de Tinder es demasiado fina: ambas son plataformas que conectan personas y que incluso comparten un modelo de negocio muy similar.
Y es muy posible que una persona tenga perfil en ambas plataformas. Pero lo que no esperábamos sería que hubiera quien hiciera extrañas combinaciones con ambas: ¿Y si te dijéramos que una parte considerable de usuarios de LinkedIn emplean la plataforma para encontrar pareja o encuentros sexuales? No podíamos salir de nuestro asombro al conocer las conclusiones de un trabajo de campo llevado a cabo por Passport-Photo entre mil mujeres usuarias activas de LinkedIn.
“Acoso” de cuello blanco
Uno podría pensar que esta red profesional es un lugar seguro para una mujer, en el sentido de que no es habitual recibir proposiciones deshonestas ni ningún mensaje que vaya más allá de lo profesional. Craso error. De esta muestra en el trabajo de campo, una aplastante mayoría de las encuestadas (en concreto, un 91%), reconoce haber recibido en, al menos una ocasión, un mensaje “inapropiado” o de ligoteo. ¿Qué entendemos por inapropiado? Se trata de mensajes que proponen encuentros románticos o abiertamente sexuales.
Como podrás suponer, la sorpresa es máxima por parte de las féminas que reciben este contenido en una plataforma orientada al mundo laboral: un 74% de las encuestadas reconoce que disminuyen el acceso a LinkedIn debido a estos mensajes y casi la mitad de las mismas responde afeando la conducta a quien envía este contenido. Y espera, porque un 43% de las consultadas sostiene haber denunciado dichos perfiles por acoso.
Aunque, en ocasiones, la historia cuenta con final feliz
En cualquier caso, estas historias no siempre terminan con una denuncia o un bloqueo. Katie Ortman, escritora y conferenciante, por ejemplo, reconoce abiertamente en LinkedIn cómo conoció a su marido a través de la plataforma. La historia es conmovedora, puesto que Ortman acababa de superar un agresivo cáncer en estadio 4 y se había reincorporado a su trabajo como comercial en una empresa. Empleaba LinkedIn como herramienta fundamental de captación y fue así como, un buen día, dio a “conectar” al perfil del que luego se convertiría en su marido. Un ejemplo sobre cómo las conexiones en LinkedIn pueden evolucionar más allá de los intereses laborales y convertirse en vínculos emocionales.
Un artículo de Insider añade una capa de complejidad a este escenario, señalando que las fronteras entre lo personal y lo profesional están desapareciendo rápidamente. La gente está utilizando plataformas de citas para buscar oportunidades laborales y redes profesionales para encontrar pareja. Esto refleja cómo las normas sociales y las etiquetas que aplicamos a diferentes espacios en línea se están volviendo cada vez más flexibles.
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¿Y por qué no encontrar trabajo utilizando Tinder?
Al comenzar este artículo mencionábamos la fina frontera que separa LinkedIn de Tinder (y similares) como plataforma. Pues bien, ahora te informamos que hay gente que busca y encuentra trabajo empleando la segunda. Un artículo publicado en el Wall Street Journal avisó sobre este inesperado giro de los acontecimientos. ¿Cómo es posible? El principio fundamental es bien sencillo: detrás de un perfil en una red social hay una persona y, a la postre, un contacto inicial con un fin puede terminar con otro final inesperado.
Algo así sucedió en China, donde, tras anunciar LinkedIn que cerraba sus servicios en el país, una masa de jóvenes recurrieron a Tinder para labrarse su futuro profesional. Una situación que, dicho sea de paso, incomoda bastante a los gestores de la aplicación de citas dado que no es este el cometido de la plataforma.
Las fronteras entre lo personal y lo profesional están desapareciendo rápidamente. La gente está utilizando plataformas de citas para buscar oportunidades laborales y redes profesionales para encontrar relaciones amorosas. Pero mucho cuidado, porque emplear activamente una red con otro fin que el esperado puede concluir en un malentendido y generar tensiones.
Esto es lo que confiesa la estadounidense Molly Anne en Marketwatch, al quedar con su contacto en Tinder y tras una grata conversación, el joven le extendió una tarjeta de visita indicando que buscaba empleo. Nuestra protagonista confiesa que no pudo evitar la punzada del desengaño y es que, de alguna forma, estaba siendo empleada.
¿Cuál es la conclusión de este extraño fenómeno? Que detrás de cada perfil hay una persona, por un lado, y por otro, que tampoco hay que cerrarse de miras ¿Qué problema hay en permitir que surja el amor en un entorno laboral? ¿Y por qué no lanzarse a una oportunidad de trabajo que surge de un cortejo?