Anuncios
U.S. markets close in 1 hour 39 minutes
  • S&P 500

    5,253.87
    +5.38 (+0.10%)
     
  • Dow Jones

    39,789.06
    +28.98 (+0.07%)
     
  • Nasdaq

    16,381.78
    -17.74 (-0.11%)
     
  • Russell 2000

    2,123.71
    +9.36 (+0.44%)
     
  • Petróleo

    83.07
    +1.72 (+2.11%)
     
  • Oro

    2,242.90
    +30.20 (+1.36%)
     
  • Plata

    25.00
    +0.24 (+0.98%)
     
  • dólar/euro

    1.0796
    -0.0034 (-0.31%)
     
  • Bono a 10 años

    4.2020
    +0.0060 (+0.14%)
     
  • dólar/libra

    1.2623
    -0.0015 (-0.12%)
     
  • yen/dólar

    151.4050
    +0.1590 (+0.11%)
     
  • Bitcoin USD

    70,905.47
    +2,387.23 (+3.48%)
     
  • CMC Crypto 200

    885.54
    0.00 (0.00%)
     
  • FTSE 100

    7,952.62
    +20.64 (+0.26%)
     
  • Nikkei 225

    40,168.07
    -594.66 (-1.46%)
     

El peligro empresarial de exigir la vacuna: unos prefieren renunciar al contagio y otros eligen el desempleo al pinchazo

A healthcare worker fills a syringe with Pfizer Covid-19 vaccine at a community vaccination event in a predominately Latino  neighborhood in Los Angeles, California, August 11, 2021. - All teachers in California will have to be vaccinated against Covid-19 or submit to weekly virus tests, Governor Gavin Newsom  announced on August 11, as authorities grapple with exploding infection rates. The number of people testing positive for the disease has surged in recent weeks, with the highly infectious Delta variant blamed for the bulk of new cases. (Photo by Robyn Beck / AFP) (Photo by ROBYN BECK/AFP via Getty Images)
Una sanitaria llena una jeringa con la vacuna Pfizer contra el COVID-19 en un vecindario latino de Los Angeles, California, el 11 de agosto de 2021. Todos los maestros californianos deberán vacunarse o presentar semanalmente pruebas negativas del virus. (Photo by Robyn Beck / AFP) (Photo by ROBYN BECK/AFP via Getty Images) (ROBYN BECK via Getty Images)

La economía estadounidense se está recuperando con fuerza de las secuelas que dejó la pandemia y tan sólo en julio contó 943.000 empleos no agrícolas a su fuerza laboral y logró reducir en medio punto la tasa de desempleo a un 5,4%.

Pero el coronavirus sigue siendo su mayor enemigo. La tasa de vacunación contra el COVID-19 se ha mantenido plana y al 10 de agosto de 2021 sólo la mitad la población había recibido las dos dosis necesarias para tener una inmunidad efectiva contra la enfermedad, a pesar de que le sobran las vacunas para proteger a todos sus ciudadanos

Los esfuerzos de vacunación han sido masivos y aún así Estados Unidos se ha quedado rezagado en relación con otros países industrializados. España comenzó con tropiezos en enero, pero la primera semana de agosto suministró 2,2 millones de dosis, el 61% de la población tiene la pauta completa y comenzó a inmunizar a los niños mayores de 12 años para que comiencen el año escolar en septiembre con al menos una dosis.

PUBLICIDAD

Pero la mitad de los estadounidenses se encuentran paralizados ante el temor de vacunarse. Por eso Estados Unidos ya superó a Brasil y a India en número de casos y es el país más afectado por la pandemia con 36.177.914 millones de contagios y 618.434 muertes.

Los expertos creen que para vencer la resistencia tendrán que aplicar medidas a mediano plazo que incluyan la obligatoriedad de la vacuna en los lugares de trabajo, incentivos del gobierno como pagos directos y el aumento de las primas de las pólizas de seguro para quien se niegue a la inmunización.

Las grandes corporaciones como Disney, Google, McDonald’s, Microsoft, Ford, United Airlines, Facebook y Wal-Mart fueron los primeros en mandar a sus empleados a sus casas cuando comenzó la pandemia y también lideraron la adopción de medidas corporativas que obligan a los empleados a vacunarse si desean mantener sus empleos.

Pero muchos empleadores prefieren apelar a la buena voluntad de sus trabajadores, aunque la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo dejó claro que las empresas tienen el derecho legal de exigir la vacuna para entrar en sus instalaciones.

Las firmas que temen perder trabajadores tienen algo de razón. Tan sólo en el mes de abril unos 4 millones de estadounidenses renunciaron a sus empleos, de los cuales 740.000 pertenecían al sector de la hostelería. Las empresas del sector servicio y las universidades desean frenar la sangría de personal calificado y no presionarán a sus trabajadores, aunque tengan contacto con un alto número de personas susceptibles al contagio y se arriesguen a causar nuevos brotes.

Y es que en el mercado laboral pareciera haber un forcejeo entre los que desean trabajar sin temor al contagio y los que se niegan a aceptar imposiciones para vacunarse contra el coronavirus.

Una investigación publicada en agosto por la empresa de análisis de datos Qualtrics señaló que el 44% de los encuestados considerarían renunciar a sus trabajos si la empresa decreta la obligatoriedad de la vacuna, frente al 39% que dijo que lo haría en marzo pasado.

Pero los empleados de las tecnológicas no se suman a la tendencia de la población general. El 80% apoya medidas sanitarias enérgicas mientras que la mitad dijo que renunciaría si lo obligan a trabajar junto a una persona que no estuviera vacunada.

Pero los analistas también tienen los ojos fijos en las cifras de los casos graves que requieren hospitalización y que aumentan día a día entre los niños y los adultos no vacunados.

Un sondeo de la firma Fisher Phillips reveló que el 15 por ciento de las firmas del sector privado en Estados Unidos están considerando exigir la obligatoriedad de la vacuna, en comparación al magro 4 por ciento que lo contemplaría en mayo.

Las gigantes que no lo pensaron dos veces para instaurar políticas estrictas de vacunación han tenido que indagar en la vida espiritual de sus empleados para conocer si tienen alguna creencia religiosa. Una de las excepciones permitida por la agencia reguladora de equidad de empleos es que, una de las excepciones para exigir la vacuna a un trabajador es que su religión no se lo permita.

Amazon decidió evitar conflictos y problemas sanitarios y pospuso el regreso de sus trabajadores a las oficinas hasta al menos el 3 de enero del 2022 para ver cómo evoluciona la pandemia, aunque a principios de año había previsto que las actividades presenciales comenzarían en septiembre.

La mala noticia para los que esperaban protegerse en la inmunidad de rebaño es que falta mucho para que eso ocurra, si es que llegamos a esa meta algún día, porque la variante delta es el doble de contagiosa que la cepa original que causa la enfermedad del Covid-19 y tiene la habilidad de infectar a muchas más personas, incluyendo a un porcentaje de los vacunados. La inmunización es lo único que puede protegerlos de enfermar gravemente o morir de Covid.

Y mientras intentan convencer a los reticentes a vacunarse, el gobierno de Joe Biden ordenó el envío de 8,5 millones de dosis de AstraZeneca y Moderna a México durante el mes de agosto. La política de asistencia humanitaria comenzó en junio, cuando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador recibió de Washington 1,3 millones de dosis de Johnson & Johnson, que fueron aplicadas mayoritariamente en los estados del norte, fronterizos con Estados Unidos.

Fuentes: Quartz, Protocol, Financial Times, Reuters.

Historias que también te gustarán:

(VIDEO) Covid-19: Claves para trabajar sin miedo