El último sistema de desbloqueo del móvil: por la forma en la que pisamos

Introducir un código de cuatro números o realizar sobre la pantalla un movimiento con nuestro dedo para desbloquear el teléfono puede que sea pronto algo del pasado. Los lectores de huellas dactilares llevan años entre nosotros, y dentro de poco se van a popularizar el reconocimiento facial y el escáner de iris. Pero el futuro será incluso más sencillo: tan solo tendremos que caminar para que el móvil sepa quiénes somos y nos dé acceso.

Esta futurista función ha sido descubierta por investigadores de la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO), que han sido capaces de registrar el paso de una persona y crear un software que desentraña qué tiene de particular. Sí, porque según estos científicos no hay dos personas que caminen igual en el mundo.

Y no tanto porque alguien apoye más o menos el pie o mueva la cadera de una forma particular, sino que lo que nos diferencia a todos es la energía que producen nuestros andares.

Los investigadores del grupo Data61 de esta organización con sede en Australia han creado un wearable que analiza los diferentes patrones en la energía generada y es capaz de establecer un sistema de reconocimiento. El aparato cuenta con acelerómetros para captar la velocidad y los movimientos y luego un programa analiza la información. Además, la batería del aparato se nutre de la electricidad generada por los pasos.

Toda esta información va a parar al teléfono móvil que ‘sabe’ que está en manos (o en el bolsillo) de su legítimo dueño y por eso permite que tenga libre acceso a todas sus funciones.

Sara Khalifa, investigadora de Data61 asegura en un comunicado de prensa que “Hemos desarrollado una forma de conseguir dos objetivos de una sola vez: dar energía a los aparatos y desarrollar un sistema de verificación para identificar a una persona gracias a la energía que genera al andar“.

Los investigadores han probado su invento con 20 personas a las que hicieron andar por diferentes suelos -desde moquetas hasta aceras o el campo abierto- para poder determinar los cambios que las diferentes superficies pueden tener sobre las lecturas.

Sus pruebas revelan que sistema de desbloqueo funcionó un 95% de las veces y aumentó la batería del wearable un 78%. Además, también midieron el hecho de que un impostor intentara imitar la forma de caminar del legítimo dueño, algo que engañó al sistema un 13% de las veces. Una cifra que puede parecer elevada pero que al tratarse de un prototipo que todavía no ha sido afinado es bastante esperanzadora.