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Otra empresa denuncia que, por el cepo, corre el riesgo de parar su actividad

El acceso al dólar se complica cada vez más para muchas empresas, lo que pone en riesgo su actividad
El acceso al dólar se complica cada vez más para muchas empresas, lo que pone en riesgo su actividad - Créditos: @Hernán de la Fuente / Retoque digital: Sebastián Feldman

La dimensión que pasaron a tomar las restricciones cambiarias hacen que cada vez más empresas denuncien que, al tener vedado o muy limitado su acceso al mercado oficial para adquirir insumos, ven afectada su actividad o no pueden cumplir con los compromisos asumidos con otras compañías a las que prestan servicio, lo que les impide en ese caso a ellas producir o hasta exportar.

A comienzos de junio fue Ionar S.A., una pequeña metalúrgica dedicada a la nitrocarburación iónica (un tratamiento que mejora el rendimiento de piezas y equipos) con más de 30 años de actividad, 6 empleados y talleres en el conurbano (San Martín), quien denunció públicamente que no lograba autorización para comprar US$6570 en insumos importados que usa para ese proceso.

Concretamente, necesitaba importar dos sensores de presión absoluto, con precio FOB de US$1260 cada uno, y tres controladores de flujo másico marca MKS, con precio FOB de US$1350 cada uno. Pero, “por el cepo a la importación la empresa no puede comprarlos en el exterior (aquí no se fabrican), con lo que no puede cumplir con el servicio para la que fue contratada”, explicó el presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (Camima), José Luis Ammaturo, encargado de hacer la denuncia pública en procura de una solución. Y agregó: “La paradoja es que sin esos ellos no puede proveer a una gran empresa que fabrica compresores del rubro gas y petróleo, lo que pone en peligro una exportación por millones de dólares”,

Las capas del cable: 1) Polietileno. 2) Tereftalato de polietileno. 3) Acero trenzado. 4) Aluminio. 5) Policarbonato. 6) Tubo de cobre o aluminio. 7) Vaselina. 8) Fibras ópticas
Tanto el cobre como los plásticos, en su calidad de commodities, han tenido bruscos y sostenidos aumentos de precios en los últimos dos años. - Créditos: @Wikipedia

Hoy la que hizo una advertencia pública similar para poner en evidencia los problemas que el cepo le impone a la actividad productiva, aunque el Gobierno dice que lo diseñó para protegerla, es Cimet Optel, la única fabricante nacional de cables de fibra óptica y una de las dos de capital nacional que producen cables de media tensión.

La compañía que emplea a 339 trabajadores, tiene plantas, en San Martín y Quilmes (conurbano bonaerense) y es proveedora de otras grandes empresas como YPF, Genneia, Telecom, Telefónica, Metrotel, Cablevisión y Claro, entre otras, envió una carta al presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y al ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, para informarles sobre “el alto riesgo relativo a la interrupción de los servicios de distribución eléctrica y telecomunicaciones por suspensión de las actividades productivas de industria esencial nacional proveedora de esos sectores”, al no obtener aprobación para acceder al mercado oficial de cambios para importar por caso “cobre de pureza electrolítica” en su variante de 8 milímetros y plásticos especiales, como polietilenos reticulados, así como aramida y fibra óptica, insumos que no se producen en el país.

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En su caso, los problema derivan de la normativa que limita el monto total de importaciones permitidas a, por ejemplo, el 5% más de lo comprado al exterior el año pasado. “Tanto el cobre como los plásticos, en su calidad de commodities, han tenido bruscos y sostenidos aumentos de precios en los últimos dos años. En el caso puntual del cobre, el aumento de precio entre enero de 2020 y marzo de 2022 fue de 58,2%. Los plásticos aumentaron un 43,5%. En otras palabras, por igual cantidad de dólares pagados, recibimos hoy menos toneladas de cobre y plásticos que en 2020 y 2021″, detallan en la misiva firmada por Martín García Maglione, gerente general, de Cimet, y dos apoderados, para explicar las limitaciones que eso supone a su actividad. De allí que pide se revise el criterio, en su caso, y flexibilice el acceso al mercado para poder seguir operando.

Lo paradójico en este caso es que la actividad que esa compañía desarrolla había sido promocionada días atrás por el propio Ministerio de Desarrollo Productivo, cuando aún lo comandaba Matía Kulfas, subrayando que produce más de 20.000 kilómetros de cable por año. “Cimet Optel fabrica conductores de energía y fibra óptica para telecomunicaciones. Con el apoyo del ministerio va a instalar una nueva línea de producción para ampliar la distribución de energía en el país”, anunciaba.