Erislandy Lara defiende su título en Nueva York contra un O’Sullivan que trajo mejor bigote que boxeo

Esta era la historia de una victoria anunciada. Erislandy Lara defendió con relativa facilidad su título de campeón “regular’‘ de la Asociación Mundial de Boxeo en las 160 libras, pero eso era algo que se esperaba, casi que se sabía y solo despertaba el interés por ver el estado del cubano a sus 39 años.

Como estaba en casi todas las cábalas, Lara dispuso por nocaut técnico en el octavo round de Gary O’Sullivan como parte de la velada de Showtime en Brooklyn, Nueva York, donde Gervonta Davis y el cubanoamericano Rolando Romero disputaban un choque por una faja del peso ligero.

“Le mostré al mundo que me adapto a cualquier tipo de boxeador y este rival fue perfecto para mi estilo’‘, expresó Lara. “Trato de hacer las cosas bien, conectar los golpes claros y que no me golpeen a mí. Soy un boxeador escurridizo e inteligente para cualquiera’‘.

En 12da pelea de título mundial, Lara contragolpeó de manera magistral e hizo fallar mucho a un O’Suillvan que trataba de acorrarlo y de disminuirlo con ataques al cuerpo, pero que perdía la mayoría de sus golpes en la guardia del antillano sin provocar mucho castigo.

Para el tercer asalto, los efectos del ataque de Lara se veían en el rostro de O’Sullivan y en el cuerto llegaba un golpe demoledor que propinaba el primer conteo de protección al irlandés, presagiando el principio del final y la victoria del cubano.

Sin embargo, entre los asaltos sexto y séptimo O’Sullivan encontró un segundo aire y resistió mejor los embates de Lara hasta que en la final de ese round el oriental descargó otra zurda que puso en malas condiciones al europeo, salvado por la campana.

Y al principio del octavo, el árbitro Benji Estevez decidió detener las acciones, porque vio claramente que no había respuesta de parte de O’Sullivan, mientras Lara celebraba en su esquina con el legendario entrenador Ismael Salas, quien ha estado a su lado en sus últimas peleas.

Demasiado talentoso y experimentado, incluso para su edad, Lara (29-3-3, 16 KO), demostró por qué es uno de los boxeadores que se mantienen en el panorama de Premier Boxing Champions, pero la pregunta no giraba en torno a O’Sullivan, sino a qué puede venir más adelante en la carrera del guantanamero.

Alguna vez Lara enfrentó a lo mejor de lo mejor, desde Saul “Canelo’‘ Alvarez a Brian Castaño, de Alfredo “El Perro’‘ Angulo a Jarrett Hurd, sin olvidar su memorable actuación ante Paul Williams, pero sus últimos oponentes han sido superados por la clásica milla.

O’Sullivan (31-4, 21 KO) quizá fue un poco más que Ramón Alvarez, Greg Vendetti y Thomas LaManna y no está nada mal que un boxeador de la talla de Lara haga un descenso en oposición, pero ya es hora de que el campeón regular de su calibre encuentre rivales que no solo aumenten el record sino el legado.

Digan lo que digan, Lara es un virtuoso del ring. Lo que ha perdido en velocidad lo ha ganado en balance y oportunidad. Sin el volumen de otros tiempos, su economía y efectividad de golpes le convierten en un problema para cualquiera en las 160 libras, desde Jermall Charlo al propio Gennady Golovkin.

“Espero una pelea grande, una pelea buena en mi próxima aparición’‘, agregó Lara tras su victoria. Espero que Al Haymon me de esa pelea junto con mi manager Luis de Cubas Jr. Gracias a Brooklyn por venir a apoyarnos esta noche’’.

De acuerdo con sus propios calendarios, Lara debe retornar al ring antes de que finalice el año Esperemos, entonces, que no sea otra crónica de una victoria anunciada.