España está lejos de alcanzar las metas de déficit pactadas pese a los ajustes

La Comisión Europea (CE) vaticina un oscuro panorama macroeconómico para España, cuarta economía de la unión monetaria, con un déficit del 6,4% en 2014, más del doble del 2,8% pactado, echando un jarro de agua helada sobre el Gobierno, que ha adoptado severas medidas y ajustes para alcanzar esa meta.

En sus previsiones de otoño para los 27 países de la UE, Bruselas prevé que el PIB de España caerá un 1,4% en 2013, casi el triple de lo esperado, y cree que el Gobierno de Mariano Rajoy incumplirá las metas de déficit pactadas para este año y los dos siguientes.

"Si bien las presiones en los mercados se han reducido, debido en gran parte al programa anunciado por el BCE (Banco Central Europeo), las incertidumbres siguen siendo muy elevadas y el financiamiento del país genera una inquietud considerable", destacó el prolongado informe.

Hundida en una crisis desde finales de 2011, España no logra despegar y se encuentra bajo presión para pedir un rescate de sus socios europeos, condición 'sine qua non' para que el BCE active su programa de compra de deuda en los mercados secundarios.

Pese a los drásticos recortes decididos por el Gobierno -que provocan un creciente malestar social- el país no logrará, estima la Comisión Europea (CE), limitar su déficit público al 6,3% este año.

Pero más inquietante aún: tampoco podrá alcanzar la meta del déficit inferior al 3% en 2014. Por el contrario, será más del doble, según el borrador del texto, que la ubicó en el 6,4% (frente al 2,8% acordado con Bruselas).

Si el Gobierno no toma medidas correctoras, la CE prevé que el déficit español se reduzca apenas al 8% del PIB en 2012, después de haber alcanzado un 9,4% en 2011. Sin embargo, el objetivo fijado por el Gobierno para este año había sido del 6,3%.

El informe europeo prevé para 2013 un agujero fiscal en España del 6% (frente al 4,5% acordado). El objetivo final era llegar progresivamente a un déficit del 2,8% en 2014.

Los datos macroeconómicos son devastadores para Rajoy, quien sin haber finalizado su primer año de Gobierno, emprendió una política de draconianas medidas de austeridad y ajustes por valor de 150.000 millones de euros entre 2012 y 2014, diezmando sectores básicos como la salud y la educación, en medio de una creciente ira entre la población.

Y son mucho peor de lo que la Comisión había estimado en mayo, en coincidencia con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En ese contexto, Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión Europea y titular de Asuntos Monetarios instó al Gobierno español a "concretar las medidas de consolidación fiscal para 2014", dijo en una rueda de prensa.

Según los pronósticos de la CE, el PIB de España sufrirá este año una caída del 1,4%. La Comisión espera esa misma contracción en 2013, casi el triple de lo que prevé el Gobierno (-0,5%). Hasta 2014, la CE prevé una recuperación de la economía española, aunque esta será, mucho más tímida (+0,8%) que el crecimiento del 1,2% previsto por el Ejecutivo.

"El ajuste de los grandes desequilibrios externos e internos generados en los años previos a la crisis europea impide el crecimiento y llevó el desempleo a niveles muy elevados", afirmó el capítulo del informe consagrado a España.

El crecimiento del país se ve particularmente afectado por el creciente y constante deterioro del mercado laboral, la consolidación fiscal y la restricción del crédito. El desempleo es la peor lacra del país, "afectando a todos los sectores", añadió. Según la Comisión, el desempleo alcanzará un 25,1% en 2012, y se elevará al 26,6% en 2013 y al 26,1% en 2014.

La deuda pública, que hasta ahora no figuraba entre los dolores de cabeza de la cuarta economía de la eurozona, alcanzará en 2014 el 97,1% del PIB, muy por encima del 60% que Bruselas exige a los 17 miembros de la unión monetaria.

Según el borrador de la CE citado por la fuente europea, la deuda de España será del 86,1% en 2012 y del 92,7% en 2013, impulsada por el déficit público, la caída del PIB y el elevado coste de financiación del país.

Los números contrastan con las recientes expresiones de optimismo del Gobierno español. En un artículo divulgado en el Wall Street Journal, el ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmó que el "futuro de España es brillante". "Nadie duda de la determinación del Gobierno" para resolver los problemas de España, afirmó.