Anuncios
U.S. markets closed
  • S&P 500

    5,254.35
    +5.86 (+0.11%)
     
  • Dow Jones

    39,807.37
    +47.29 (+0.12%)
     
  • Nasdaq

    16,379.46
    -20.06 (-0.12%)
     
  • Russell 2000

    2,124.55
    +10.20 (+0.48%)
     
  • Petróleo

    83.11
    -0.06 (-0.07%)
     
  • Oro

    2,254.80
    +16.40 (+0.73%)
     
  • Plata

    25.10
    +0.18 (+0.74%)
     
  • dólar/euro

    1.0791
    -0.0002 (-0.02%)
     
  • Bono a 10 años

    4.2060
    +0.0100 (+0.24%)
     
  • dólar/libra

    1.2615
    -0.0007 (-0.06%)
     
  • yen/dólar

    151.3400
    -0.0320 (-0.02%)
     
  • Bitcoin USD

    70,185.76
    -456.09 (-0.65%)
     
  • CMC Crypto 200

    885.54
    0.00 (0.00%)
     
  • FTSE 100

    7,952.62
    +20.64 (+0.26%)
     
  • Nikkei 225

    40,369.44
    +201.37 (+0.50%)
     

EEUU es más rico que nunca, pero la clase media no

La vida a bordo de un yate. REUTERS/Philippe Laurenson
La vida a bordo de un yate. REUTERS/Philippe Laurenson

Si valoramos el nivel de bienestar estadounidense por la riqueza global de la nación, podemos concluir que atraviesa la mejor época de su historia.

¿Pero los ciudadanos lo perciben así? Es obvio que no. Los votantes descontentos que pertenecen a la clase trabajadora y la clase media han presionado a la Casa Blanca para desmantelar las instituciones que creen que están fallando. La alienación económica alimenta a los supremacistas blancos, quienes creen que todo el mundo tiene ventajas excepto ellos. Aproximadamente 10 millones de hombres en edad laboral que deben formar parte de la fuerza de trabajo están sentados en sus casas sin hacer nada. Un impresionante 60% de los estadounidenses sienten que la nación está yendo por el camino equivocado.

¿Cuál es exactamente el problema? ¿Cómo esta nación puede ser tan rica y estar tan dividida a la vez? Todo comienza con la concentración de esa riqueza, que reside en una porción pequeña de la población, la más pequeña en décadas. Los consumidores también están más preocupados respecto a la economía de lo que solían estarlo, debido a las cicatrices que aún persisten de la quiebra del sector inmobiliario y la crisis financiera de hace casi una década. Las políticas gubernamentales no han sido de gran ayuda, muchos estadounidenses están convencidos de que Washington no ha mejorado la situación de la clase media sino que la ha empeorado, mientras enriquece a una clase dominante que necesita cada vez menos ese dinero.

PUBLICIDAD

Ante todo, las buenas noticias. Un mercado de valores prometedor junto a la recuperación constante de los precios de las viviendas durante los últimos años ha elevado el valor neto total de los hogares en Estados Unidos a alrededor de 95 billones de dólares, casi 30 billones más que antes de la última recesión. Al ser un porcentaje de los ingresos disponibles, el valor neto de las viviendas acaba de alcanzar un nuevo pico, lo que significa que la riqueza en Estados Unidos en relación con el tamaño de la población está atravesando el nivel más alto jamás registrado. ¡Somos ricos!

El valor neto de los hogares como porcentaje de los ingresos disponibles.
El valor neto de los hogares como porcentaje de los ingresos disponibles.

O sería mejor decir: unos pocos de nosotros son ricos. La empresa Bank of America Merrill Lynch (BAC) señala que, al igual que los ingresos, la riqueza en Estados Unidos está en manos de un porcentaje de la población cada vez más pequeño. En 1992, el 54% de toda la riqueza estaba en manos del 10% de los trabajadores con ingresos más altos, mientras que en la actualidad tienen en sus manos el 63% de la riqueza. Las últimas cifras ofrecidas por Gallup muestran que solo el 52% de los estadounidenses poseen acciones, el porcentaje más bajo registrado, en comparación con el 65% del 2007.

Para muchas familias de la clase media, el capital inmobiliario representa una fuente de riqueza mayor que los activos financieros, pero esta tendencia también es desalentadora. Según datos de la BAML, el 10% de los trabajadores controlan ahora el 30% de la riqueza doméstica, frente al 25% que lo controlaba de 1992. La tasa de propiedad inmobiliaria, que usualmente ronda el 65%, alcanzó el 69,2% en 2004, durante el boom inmobiliario, y bajó al 63,4% en 2015 debido a los millones de ejecuciones hipotecarias o porque se vieron excluidos del mercado de la vivienda por la escasez de crédito o problemas de asequibilidad. No fue hasta hace poco que la tasa de propiedad inmobiliaria comenzó a crecer nuevamente.

Gráfico: Evolución de la riqueza del 10% de la población más adinerado

Más pruebas de que los ricos se están haciendo cada vez más ricos.
Más pruebas de que los ricos se están haciendo cada vez más ricos.

La moraleja ya la conocemos: los ricos se están haciendo cada vez más ricos y las clases media y baja pierden sus ganancias. La frustración generalizada de una clase media que retrocede fue uno de los factores que ayudaron a Donald Trump a ganar la presidencia el año pasado. Y ahora, el mismo fenómeno está deteriorando la economía que Trump prometió sacar del estancamiento. Si bien se han creado empleos y los salarios están subiendo lentamente, los consumidores siguen reacios a gastar, por lo que el crecimiento se mantiene alrededor de un 2% anual, un sólido punto porcentual por debajo de las robustas tasas de crecimiento de los años ochenta y noventa.

Los ricos no gastan basándose en el comportamiento del mercado

La BAML relaciona la creciente desigualdad de la riqueza con el exiguo gasto de los consumidores, que debería ser más elevado mientras más alto sea el nivel de riqueza en general. Esto se debe a que los ricos que disfrutan de la mayoría de las riquezas son menos propensos a gastar ese dinero extra, en comparación con las personas de ingresos más bajos que tienen que ceñirse a un presupuesto. Se supone que el “efecto riqueza” hace que los consumidores sean más optimistas y estén dispuestos a gastar más a medida que aumenta su patrimonio, el valor de sus inversiones o su cartera de jubilación. Sin embargo, como los ricos generalmente tienen todo lo que quieren, son menos propensos a derrochar basándose en la dirección que tome el mercado inmobiliario o de valores. A la vez, las personas de bajos ingresos no van a gastar más si no sienten que son más ricos.

Un porcentaje cada vez menor de estadounidenses experimenta una sensación de prosperidad. Y aquellos que la tienen son menos optimistas sobre cuánto podría durar. De esta manera, el pesimismo y la cautela entran a formar parte de una profecía autocumplida sobre el bajo rendimiento en la economía. Para que Trump pueda acabar con esto, necesitaría convencer a las personas de que están atravesando una época más acomodada que podría mantenerse a lo largo del tiempo. Sin embargo, hasta el momento muchos lo dudan.

Rick Newman