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Estos serán los nuevos destinos de los emigrantes mexicanos

<em>Las marchas convocadas para rechazar las políticas de Donald Trump fallaron en su propósito de unir a los mexicanos. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/Alejandro Acosta</em>
Las marchas convocadas para rechazar las políticas de Donald Trump fallaron en su propósito de unir a los mexicanos. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/Alejandro Acosta

Comoquiera que el proyectado y prometido nuevo muro de la frontera entre Estados Unidos y México debería estar completamente listo para dentro de dos años, ya ha comenzado a surtir sus efectos.

El primero de todos sería una disminución gradual de los inmigrantes que logran penetrar a territorio estadounidense y avanzar, hasta radicarse en alguna ciudad donde empezar a rehacer su vida e intentar lograr su “sueño americano”.

Si a ello se le suma el incremento de las detenciones en no pocas localidades del país -este fin de semana ya se reportan cerca de 600 arrestos-, además de los procesos de deportación que se siguen efectuando contra inmigrantes con algún delito, pues estamos ante un escenario cada vez más desestimulante para quienes, desde México, por ejemplo, todavía anhelan instalarse en este país para mejorar sus condiciones de vida.

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Lo cierto es que en apenas tres semanas de mandato del magnate republicano Donald Trump ya se manifiesta una tendencia, del lado sur de la frontera y del río Bravo, a buscar nuevos destinos.

Muchos mexicanos, sobre todo jóvenes, lo tienen claro: si no es a Estados Unidos, se irán de todos modos a otro lugar del planeta. Quedarse no está dentro de sus objetivos de vida.

El vecino del norte

Y claro que apenas se plantea este conflicto, muchos piensan en Canadá, un país cercano, pero mucho más tranquilo, donde debido a sus condiciones geográficas, en muchos lugares se necesita mano de obra para cometer no pocas tareas, desde la construcción hasta la agricultura.

Con una extensión que va del Atlántico al Pacífico, y suficiente tierra virgen, Canadá mantiene por lo demás una actitud abierta con respecto al inmigrante. Así que, mientras Donald Trump pretende construir un sólido muro, Justin Trudeau, el joven Primer Ministro canadiense, opta por erigir un puente.

De hecho, Canadá resulta el segundo país del mundo con una mayor cifra de mexicanos en sus registros: nada menos que 11.8249 hombres y mujeres provenientes del país del tequila y de las tortillas de maíz, según un estimado del año 2015.

Esta considerable cifra se debe a las facilidades que propició el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), un convenio entre Canadá, México y Estados Unidos que posiblemente con Donald Trump sea desestimado por completo.

Con unos muy bajos índices de criminalidad y unos muy altos marcadores educativos y sanitarios, el tranquilo vecino del norte (décima potencia económica mundial), representa un gran atractivo para esa gran mayoría de inmigrantes que ven con ojos azorados los últimos movimientos de control, arresto y deportación establecidos por la administración Trump.

A Canadá le favorece, además, la cercanía y la filosofía integradora de sus políticos, aunque el punto débil para la emigración mexicana sigue siendo el crudo clima invernal que domina al país la mayor parte del año, y la existencia de dos idiomas -el inglés y el francés, según la región-, barreras que quienes pretendan insertarse deberán sobrepasar.

<em>Mexicanos a ambos lados de la frontera Juárez y El Paso. REUTERS/Jose Luis Gonzalez</em>
Mexicanos a ambos lados de la frontera Juárez y El Paso. REUTERS/Jose Luis Gonzalez

¿Y Europa?

Donde sí no encuentran problemas para comunicarse los mexicanos es en España, el tercero de sus destinos preferidos. Aquí el clima es más benigno y la lengua es la misma, pero no es un país al que se acede por carreteras, además de estar atravesando todavía por una crisis económica que lo colocó a un paso del rescate financiero por parte de las grandes entidades que rigen la economía europea.

Felizmente, la economía española muestra indicios de su recuperación; si bien esto no significa que en estos momentos tome medidas para controlar sus flujos migratorios, toda vez que desde los países del Magreb africano recibe semanalmente a decenas de inmigrantes a los que hay que controlar y atender.

A pesar de todo esto, la comunidad mexicana en España es la tercera mayor del mundo, tras las de Estados Unidos y Canadá, con unos 49.236 mexicanos, según estudios del año 2015.

Incluso en 2016, en medio de la crisis económica española, más de 4.000 mexicanos atravesaron el Atlántico para fijar residencia en la península.

La opción más lejana

Por último, ha surgido un lejano, pero no menos interesante destino: Australia. Como mismo está ocurriendo con no pocos estadounidenses que no quieren vivir, como mínimo, cuatro años pendientes de los caprichos de Donald Trump, y huyen a Australia, este país también ha aparecido en la mira de algunos mexicanos.

Se trataría de mexicanos que, tras algunos años en Estados Unidos, ya han adquirido un nivel razonable de inglés y no desean tampoco ser víctima de las veleidades del nuevo presidente republicano.

De manera que ya se han fijado en un exótico destino, en el recodo más alejado del mapa, pero curiosamente a solo 13 horas en avión desde el aeropuerto de Los Ángeles.

Aquel país lleva años exhibiendo un muy buen nivel financiero y suficiente solidez económica, como para garantizarle a sus ciudadanos y residentes extranjeros condiciones de vida realmente envidiables.

Necesitado también de mano de obra calificada, el gobierno australiano ha fomentado en los últimos años un tipo de inmigración de calidad, ordenada y reconocible, para lo cual se han habilitado algunos portales de internet, a través de los cuales no pocos mexicanos e hispanos en general han visto nuevas puertas abrirse.

Ahora mismo, la colonia mexicana en Australia cuenta con apenas 3.255 personas, pero los estudiosos, de aquí y de allá, no desestiman la idea de que en breve esta cifra crezca ostensiblemente.