Galerías Preciados se fue a pique en España tras una inaudita doble celebración

Hablar de grandes almacenes en España no es posible sin que te venga a la cabeza el nombre de El Corte Inglés. Su liderazgo durante décadas y su colosal exposición mediática le aseguran un lugar de privilegio en el top of mind de los compradores. Pero esto no siempre ha sido así. Durante bastante tiempo el gran referente fue la tristemente desaparecida Galerías Preciados, una compañía que curiosamente celebró su medio siglo de vida en dos ocasiones.

Para entender bien los motivos de esta doble conmemoración hay que remontarse a 1934, cuando se abrió en Madrid un comercio llamado Sederías Carretas. Su fundador fue Pepín Fernández, que tras varios años en Cuba trabajando en los pioneros almacenes El Encanto, decidió regresar a España para aplicar las innovadoras técnicas comerciales que había aprendido.

Pese a ser un local modesto y dedicado exclusivamente a la venta de telas, fue toda una revolución en la capital por su manera de abordar el comercio: productos expuestos en un escaparate, precios a la vista y épocas concretas con grandes descuentos (ahí nacieron las rebajas).

Años después, y viendo que la fórmula funcionaba, Pepín decidió expandir el negocio a lo grande. Ya no le bastaba con una tienda a pie de calle, sino que construyó un edificio de varias plantas con una ambiciosa diversificación de productos. Así nació Galerías Preciados en 1943.

Durante un tiempo convivieron ambos establecimientos, con una línea gráfica similar y cada uno con su propia marca. Pero la situación no se prolongó mucho y el pez grande se comió al chico. Es decir, Sederías Carretas pasó a llamarse Galerías Preciados.

No le duró mucho la alegría al emprendedor asturiano, ya que se vio envuelto en una encarnizada lucha comercial (y familiar) con El Corte Inglés. Fruto de esta competencia surgieron campañas totalmente arraigadas hoy en día, como el Día del Padre o el Día de la Madre.

La expansión descontrolada de Galerías Preciados por el territorio nacional, su apuesta fallida por una política de precios bajos y la falta de profesionalización en muchas áreas del negocio acabaron desembocando en una grave crisis y en constantes cambios de dueño.

En medio de ese panorama tan convulso se llegó a 1984, año en que se cumplían 50 años de la apertura de Sederías Carretas. Y Galerías Preciados no quiso dejar la oportunidad de conmemorar el aniversario lanzando la correspondiente campaña de marketing, con ofertas especiales para intentar reflotar el negocio.

Pero la situación no cambió excesivamente, ya que la compañía siguió pasando de unas manos a otras sin poder deshacerse de su enorme lastre financiero. Eso sí, los establecimientos se mantenían abiertos en 1993, fecha en la que la primera tienda que nació propiamente como Galerías Preciados cumplía medio siglo. ¿Y qué decidieron? Pues obviar que ya habían celebrado ese aniversario y volver a lanzar una llamativa campaña.

Fue el último fuego de artificio de los grandes almacenes, que un año después presentaron suspensión de pagos y en 1996 acabaron cerrando, siendo absorbidos todos sus inmuebles por El Corte Inglés. Un triste final para una de las marcas más icónicas de España, seguramente de las pocas que ha celebrado sus 50 años de vida en dos ocasiones.