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¿Ya no son geniales las insignias azules de verificación?

Las oficinas de Twitter en San Francisco, el 27 de octubre de 2022. (Jim Wilson/The New York Times).
Las oficinas de Twitter en San Francisco, el 27 de octubre de 2022. (Jim Wilson/The New York Times).

Las insignias azules de verificación de Twitter fueron alguna vez un codiciado símbolo de estatus. Ahora, algunos usuarios la llaman “la temida marca” o esa “insignia apestosa”.

La semana pasada, Twitter comenzó a retirar los símbolos de verificación de los perfiles de miles de celebridades, personalidades de los medios y políticos. El cambio ocurrió mientras Elon Musk, el director ejecutivo de la compañía, continúa la implementación de Twitter Blue, un servicio de suscripción que ofrece funciones especiales como la edición de tuits además de la insignia azul de verificación (por 8 dólares al mes).

Ahora que cualquiera puede comprar una marca azul, muchos usuarios consideran al símbolo como algo poco genial. El ícono hace que su dueño parezca “desesperado por recibir validación”, según el rapero Doja Cat. Para otros, es una señal de apoyo a Musk en medio de su convulsa toma del control de la plataforma. Los usuarios que valoran el símbolo lo suficiente como para pagar la suscripción son criticados por usuarios destacados que afirman que la verificación ya no vale la pena.

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¿Sigue siendo deseable tener la marca de verificación azul ahora que ha perdido su aire de exclusividad?

“La idea de que pagarías por estatus y de que es algo que no te es conferido parece ser, en esencia, indeseable para las personas que tienen estatus”, explica Robyn Caplan, una investigadora sénior en el Data & Society Research Institute.

Jacob Sartorius, de 20 años, un músico y creador de contenido, mencionó que se emocionó mucho cuando obtuvo una insignia azul en 2016. “Fue un honor. Fue el tipo de símbolo de... ¡guau!... algo está pasando”, dijo.

Sartorius manifestó que ahora preferiría gastar 8 dólares en un sándwich de Subway que en Twitter Blue. Y añadió: “No es algo que sigue siendo genial”.

La inseguridad de los usuarios de Twitter cuando se trata de sus marcas azules habla de la evolución del símbolo, de ser una herramienta diseñada para evitar a los impostores a un marca inestable de relevancia cultural.

Twitter incorporó las insignias de verificación en 2009 durante lo que Caplan llama la “era de la alfombra roja” de las redes sociales, cuando las compañías intentaban atraer a celebridades y marcas a sus plataformas. Las insignias garantizaban a las figuras públicas que no habría perfiles falsos y el reconocimiento sirvió como un impulso a su ego.

Como muchas figuras públicas recibieron insignias y las masas sin rostro no, buscar conseguir la verificación se volvió algo parecido a un deporte sangriento (y la insignia azul era un símbolo de victoria). En línea, proliferaron las guías que aconsejaban a los usuarios sobre cómo ganar acceso al club.

Musk trató de socavar ese enfoque de dos niveles, al cual llamó un “sistema de lores y plebeyos”. Ha señalado a Twitter Blue como una iniciativa para democratizar la plataforma.

Olas de paranoia por la marca azul comenzaron a recorrer la plataforma el año pasado, cuando Musk indicó que pronto empezaría a retirarlas de los perfiles de los usuarios. Tras dejar pasar el esperado día del juicio final a principios de este mes, Musk empezó a eliminar las insignias el 20 de abril. (Desde hace tiempo, Musk ha demostrado su predilección por el número 420, el cual suele usarse como una alusión a la marihuana, y una vez lo puso en un tuit que le generó problemas con la Comisión de Bolsa y Valores [SEC, por su sigla en inglés]).

Musk no respondió a una solicitud para que hiciera comentarios, y un correo electrónico enviado al Departamento de Comunicación de Twitter fue respondido de manera automática con el emoji de una caca.

La purga del jueves pasado comenzó a modificar el significado del símbolo tan solo unas horas después. Después, cambió de nuevo, cuando las marcas azules reaparecieron en las cuentas destacadas durante el fin de semana.

Sartorius señaló que estaba molesto cuando su marca azul reapareció de manera misteriosa, porque le preocupa que sus seguidores piensen que paga por Twitter Blue. Las marcas también eran visibles en las cuentas de LeBron James, Stephen King y Paul Dochney, que publica con el usuario @dril, todos ellos aseguraron que no pagarían por la verificación. (Musk indicó que él mismo estaba pagando por “algunas” cuentas de Twitter Blue, incluida la de James).

Algunos pudieron deshacerse de ellas. El comediante Patton Oswalt explicó que había quitado la suya al cambiar su nombre visible. Sartorius manifestó que tal vez haga lo mismo. Chrissy Teigen calificó a su marca azul como una suerte de “castigo” y precisó que a la larga se deshizo de ella.

Travis Brown, un desarrollador de software que ha rastreado las suscripciones en el sitio, estimó que entre 615.000 y 650.000 cuentas tienen la verificación de Twitter Blue y que, hasta el jueves pasado, alrededor de 4,8 por ciento de las cuentas verificadas con el sistema previo tenían la verificación de Blue. También calculó que a cerca de 8000 cuentas verificadas mediante el sistema previo se les había obsequiado la verificación.

Quienes no volvieron a tener la verificación, se aventuran, sin marca, hacia un futuro turbio. Adam Richman, de 48 años, quien conduce programas de televisión sobre comida, perdió su marca el jueves. Aseguró que la insignia ya no funcionaba como un autenticador efectivo y que no estaba interesado en usarla como un símbolo de estatus.

“Si mi primito, que tiene 8 años, puede obtener una marca azul de verificación, ¿cuál es el punto?”, aseveró.

c.2023 The New York Times Company