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Grandes tecnológicas, de ser un 'paraíso' en el que todos querían trabajar a un 'infierno' del que muchos huyen

Hace 10 años, todo el mundo quería trabajar en una empresa tecnológica. Enormes sueldos, oficinas repletas de comodidades y stock options formaban un paquete con el que millones de personas soñaban. Los medios de comunicación mostraban las sedes de Google o de Facebook y más bien parecían parques de atracciones, con sus juegos y cafeterías, que lugares de trabajo. Sin embargo, en 2022 todo ha cambiado: las empresas tecnológicas ya no son el paraíso laboral, sino casi un infierno.

Empresas como Coinbase, Alphabet (la matriz de Google), Reddit, Zoom, Snowflake, Meta (anteriormente conocida como Facebook) o incluso Amazon se encuentran entre las 20 peores compañías para las que trabajar en la actualidad. La lista ha sido elaborada por la web Workandmoney.com y tiene en cuenta diversos aspectos, como el tiempo de trabajo, la obligatoriedad de acudir a la oficina, los sueldos o el futuro del negocio al que se dedica.

Recepción en la oficina de Google situada en un edificio histórico en la Plaza Mayor de Cracovia, Polonia, el 29 de noviembre de 2022. (Foto de Beata Zawrzel/NurPhoto vía Getty Images)
Recepción en la oficina de Google situada en un edificio histórico en la Plaza Mayor de Cracovia, Polonia, el 29 de noviembre de 2022. (Foto de Beata Zawrzel/NurPhoto vía Getty Images) (NurPhoto via Getty Images)

Así, por ejemplo, Google destaca como una buena compañía en prácticamente todos los estándares menos en uno esencial: el salario que paga a sus trabajadores, que está por debajo de la media de otras tecnológicas.

Meta aparece en la lista por el hecho de perder rápidamente ingresos por su negocio, no tener claro su futuro y por el hecho de haber recortado en gastos de personal. Por su parte, Amazon está ahí por las duras condiciones de sus almacenes y porque sus ejecutivos cobran menos que los de la competencia.

Silicon Valley pierde su brillo

Durante años, Silicon Valley ha sido el faro al que se trasladaban los principales desarrolladores de software para impulsar sus carreras. Sin embargo, en los últimos años se ha producido un cambio radical en la ubicación de los mejores desarrolladores del mundo. Y no es Silicon Valley.

Desde los años 80, Silicon Valley y el norte de California han sido un imán para los empresarios de software que buscaban su propia historia de unicornio y para los ingenieros de software que buscaban grandes sueldos. Se pensaba que lo mejor de lo mejor siempre se encontraba en Silicon Valley, y las empresas tradicionalmente reclutaban candidatos de esa zona o de escuelas conocidas. Sin embargo, ¿realmente los mejores talentos a nivel mundial sólo se encuentran en el norte de California? Creemos que no.

Empleados almuerzan en la cafetería del campus principal de Facebook en Menlo Park, California, el 15 de mayo de 2012. Foto: ROBYN BECK/AFP/GettyImages.
Empleados almuerzan en la cafetería del campus principal de Facebook en Menlo Park, California, el 15 de mayo de 2012. Foto: ROBYN BECK/AFP/GettyImages. (ROBYN BECK via Getty Images)

Antes de la pandemia de COVID, los equipos de ingeniería se habían estado expandiendo rápidamente. Para cubrir los puestos vacantes, los equipos de RR.HH. trabajaban con una reserva de talento local limitada y buscaban alternativas a las escuelas y zonas de captación tradicionales. El traslado de empleados de centros tecnológicos de Asia o Europa a la zona de la bahía se convirtió en algo habitual, al igual que la contratación de licenciados de escuelas menos conocidas.

Los equipos de RRHH que reubicaban al personal tenían implicaciones financieras y humanas adicionales, tanto para las empresas como para los empleados. Aunque el personal cobraba sueldos locales, tenía gastos locales para cosas como el alquiler y la comida. Los empleados también tenían que tomar la difícil decisión de trasladar a sus familias a su nuevo hogar o dejarlas atrás.

El elevado coste del estilo de vida en el norte de California

Aunque el clima era estupendo, el estilo de vida en el norte de California se ha ido convirtiendo rápidamente en inviable para los empleados que vivían en la región o a poca distancia de los grandes centros tecnológicos. Los empleados empezaban a verse afectados por la escasez de viviendas y los astronómicos costes de la vida cotidiana, que afectaban a sus nóminas.

Cuando se produjo la pandemia de COVID, los trabajadores del conocimiento se vieron obligados a empezar a trabajar a distancia. Cuando se vieron obligados a trabajar a distancia, los principales desarrolladores de software huyeron a zonas menos caras de Estados Unidos, llevándose consigo sus importantes sueldos. Todo ello sin dejar de trabajar a distancia para sus organizaciones.

A lo largo de este periodo COVID, otros países fueron identificando los beneficios que aportarían los centros tecnológicos establecidos y empezaron a construir sus propias versiones de centros tecnológicos o de innovación. Un estudio de KPMG del año 2021 identificó 10 ciudades con centros tecnológicos emergentes, todos ellos compitiendo por las reservas de talento de los desarrolladores de software. Entre ellos estaban Nueva York o Austin, pero también lugares de Asia como Singapur o Tokio. Según el informe, los factores decisivos para un polo tecnológico o de innovación eran la proximidad a una universidad de investigación intensiva y el acceso a un estilo de vida vibrante y enérgico que atrajera a jóvenes profesionales, contribuyendo así a crear una reserva de talentos cualificados.

La Gran Dimisión

Parece que en 2022 los ingenieros de software valoran muy positivamente poder trabajar desde casa o desde un lugar emocionante, más que ira una oficina repleta de videojuegos, salas de dormir y cafeterías de ensueño.

Los trabajadores del sector tecnológico están abandonando sus puestos de trabajo en las empresas por un estilo de vida en el que tienen más flexibilidad y libertad. Algunos llaman a este movimiento "La Gran Dimisión". El término fue acuñado por un psicólogo estadounidense llamado Anthony Klotz, que lo describió como una llamada a replantearse las prioridades en el equilibrio entre trabajo y vida personal.

La Gran Dimisión es el resultado de una confluencia de factores, entre ellos la evolución del "modo startup" en las grandes empresas. Las viejas reglas y procesos que conducen a carreras a largo plazo y a la estabilidad ya no existen, ya que las grandes empresas han pivotado lejos de este enfoque y hacia más ganancias a corto plazo a cambio de más riesgo. Parece que la gente quiere más retos, más sueldo y semanas laborales flexibles en las que puedan pasar más tiempo con sus familias.

Dicho esto, no todos los trabajadores tecnológicos huyen de las grandes empresas en las que antes estaban orgullosos de trabajar. Algunos se quedan porque aún son muy jóvenes en su carrera y no quieren marcharse antes de tener la oportunidad de adquirir conocimientos o experiencia en su campo. Y algunos simplemente se resisten al cambio.

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