Gremio enciende las alarmas sobre sistema mexicano de pensiones

(BNamericas.com) - México enfrenta una agudización de los problemas relacionados con su sistema de seguridad social, a medida que un nuevo marco de pensiones y las bajas contribuciones individuales se traducen en un escenario complicado para los trabajadores más jóvenes, cuando comienzan a recibir beneficios de jubilación, según la asociación de ejecutivos de finanzas IMEF.

En su intervención en un foro internacional sobre pensiones en Ciudad de México, el presidente del comité técnico nacional de seguridad social del IMEF, Francisco Gutiérrez-Zamora, señaló que, entre los miembros de la OCDE, México tiene el porcentaje más bajo de población con cobertura de seguridad social, en apenas 33,1%.

"En Holanda, 100% de la población tiene seguridad social, y en Chile, símil a México, tiene una cobertura de 40,4%", señaló, citado por los diarios mexicanos El Economista y Vanguardia. "Tenemos un verdadero problema en las pensiones del país que se tiene que empezar a resolver de manera urgente".

El marco de las pensiones mexicanas se basó en el sistema chileno de AFP, que actualmente es objeto de masivas protestas y enfrenta mayores modificaciones para aumentar las contribuciones, por lo que México apunta a una legislación que permita cambiar su propio sistema en el futuro cercano.

El ejecutivo apuntó a la situación en Chile, donde los nuevos pensionados están recibiendo menos de 50% de su último salario, y agregó que los problemas de México son incluso peores y que aún no se toman medidas para abordarlos.

En primer lugar, existen dos sistemas, uno bajo la ley de seguridad social de 1973 y otro que se inició en julio de 1997, el plan de afores que imitaba el sistema de AFP de Chile.

México debiera establecer también un importante hito en su sistema de pensiones en 2021, cuando unos 10 millones de usuarios del sistema de afores comiencen a jubilar y obtener beneficios. Según Gutiérrez-Zamora, el impacto completo se volverá evidente para 2030, a medida que los jubilados empiecen a sacar dinero de sus cuentas individuales.

"Las pensiones serán muy bajas para los que coticen con la nueva ley", sostuvo. "En el 2030, cuando se empiecen a jubilar se van a dar cuenta de que las condiciones cambiaron; su papá, que se llevaba una pensión de 50.000 pesos, el hijo —que cotiza con afores— no va a llegar ni a los 20.000 pesos".

La falta de formalidad solo agudiza el problema, agregó, y precisó que 6 de cada 10 trabajadores mexicanos operan fuera del sistema formal.

"El problema es el costo social [ya que] a través de los impuestos tendremos que pagar [a los informales] aunque sea una pensión mínima garantizada", indicó.

Añadió que México debe empezar a tomar el tema de las pensiones en serio. Debería revisarse en forma regular y no cuando esté a punto de explotar.

"No son políticas que vendan, [pero] a dos años de que termine el sexenio no se está haciendo nada", dijo.

El ejecutivo hizo alusión a las recomendaciones del regulador Consar, entre ellas el aumento de la edad de jubilación, la mejora de los rendimientos de los ahorros y el fomento de las contribuciones voluntarias.

"Se trata de un ahorro individual, pero para lograrlo se deben implementar políticas públicas que lo fomenten, como el esquema de pari passu, en el cual por cada peso que ahorre el trabajador, el gobierno aporta con otra cantidad", explicó.

Asimismo, indicó que mientras los incentivos fiscales no sean suficientes para impulsar la seguridad social, las empresas y los empleados no ahorrarían voluntariamente.

"En un país donde se grava la nómina, es más atractiva la informalidad", puntualizó.

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