La historia de Adia Robotics, la startup que creó un universitario argentino y que Apple compró por US$ 55 millones
Cuando Stanford se contactó con Lucas Roitman para ofrecerle una beca completa, el joven argentino no estaba del todo seguro de ir a la universidad. Sin embargo, hay trenes que pasan una sola vez. Y, quizás, este sea un buen ejemplo de aquella frase trillada. La casa de estudios por la que pasaron gigantes como Larry Page, CEO de Google, y Reed Paul Jobs, hijo de Steve Jobs, acepta a menos del 1% de los estudiantes internacionales y le otorga becas sólo al 0.2%.
"Me sorprendió mucho que me dieran una beca completa, pero ahí es cuando me di cuenta de que mis habilidades eran muy requeridas alrededor del mundo", confiesa el joven, que en aquel entonces ignoraba que, años más tarde, vendería su propia empresa a Apple por un valor de US$ 55.000.000.
La magia de Adia Robotics
Adia Robotics es una compañía de drones con inteligencia artificial fundada por el argentino en Silicon Valley, California, hogar de las oficinas principales de Google y Meta, entre otras grandes empresas. "Nuestro software permite que el usuario maneje cinco o más drones al mismo tiempo y que pueda controlarlos a través de internet, volviéndose cada vez más autónomos", cuenta el emprendedor argentino.
La compañía la fundó junto con Yash Savani, compañero de Stanford, y luego con Nicolas Klein, de su escuela secundaria. "Siempre estuve muy interesado en la tecnología", dice Roitman. Especialmente, todo lo relacionado a la computación y las distintas formas de interactuar con ella como, por ejemplo, la realidad aumentada, pantallas 3D y táctiles, así como también en formas menos tradicionales de "controlar" la computadora (además del mouse y teclado), como ser el control por voz o los acelerómetros y giroscopios para celulares.
"Creo que los drones pueden llegar a ser el futuro de la computación, permitiendo que todas las computadoras inteligentes vuelen, sigan y acompañen a los humanos, y ellos interactúen con los dispositivos, como sucede en las relaciones interpersonales", precisa.
El dron de Adia contiene múltiples cámaras y sensores para comprender su entorno. Los algoritmos de IA le permiten realizar la fusión de sensores, mapear entornos con SLAM y también reconocer y rastrear personas en función de sus rostros y movimientos corporales.
¿Qué se puede hacer con los drones de Adia? Por ejemplo, armar tu propio video al mejor estilo Hollywood. "Dile a ADIA exactamente cómo quieres la toma y agregará un toque de genialidad artística. Puede dibujar la ruta en un mapa y elegir entre algunos comportamientos de filmación prediseñados para que pueda tener la toma perfecta", dice en la página web.
Pueden utilizarse para la entrega de alimentos, medicinas, comestibles o un regalo de última hora. "Las tiendas pueden registrarse para ofrecer una entrega rápida y accesible para un rango de hasta 5 millas", aclaran desde la compañía.
"La plataforma Adia se puede instalar en cualquier dron, mejorándolo con inteligencia artificial, capacidades de vuelo por Internet, capacidades de vuelo autónomo y muchas más características", explican desde el sitio web institucional de la empresa.
Un imán para inversores y tecnológicas
Tal era el potencial de Adia, que la aceptaron aceleradoras de startups mundialmente reconocidas. "Obtuvimos tres rondas de financiación: la primera, de HAX, fue de US$ 100.000. La siguiente, de SOSV, de mayor cantidad, y la última de Yellow Brick, aún más alta. Los valores son confidenciales" agrega.
Gracias a ambas aceleradoras, que con el objetivo de verla triunfar le brindaron un lugar de trabajo, herramientas, recursos tecnológicos avanzados y guía profesional, Adia pudo establecerse en el mercado, realizando deliveries puerta a puerta y estableciendo un sistema de vigilancia de hogares.
En 2018, Adia fue adquirida por Apple con la condición de que Roitman y su equipo se unieran al gigante tecnológico. Es así como ahora trabajan en proyectos confidenciales que involucran redes neuronales convolucionales profundas para la percepción computacional.
Su amor por la tecnología
A Lucas Roitman le apasiona la tecnología desde que tiene uso de razón. Cuando tenía 11 años, ideó un videojuego que se volvió viral. Luego, a los 14, creó y vendió un software de realidad aumentada que revolucionó el mundo digital. Este fue comprado por una empresa internacional de entretenimiento, lo cual convirtió a Roitman en uno de los emprendedores multimillonarios más jóvenes del mundo y lo volvió reconocido en el mundo de la tecnología.
"En retrospectiva, era claro que disfrutaba idear proyectos. Simplemente me enfocaba en hacer lo que me gustaba y buscaba colegas para trabajar en equipo", cuenta el joven.
Roitman completó sus estudios secundarios en ORT, una escuela técnica israelí, donde se graduó segundo en su clase y continuó capacitándose en inteligencia artificial y machine learning, sin saber que, más adelante, estos se convertirían en su campo de especialización. Además, trabajó como desarrollador de videojuegos senior en Electronic Arts y se convirtió en medallista internacional en las Olimpiadas Informáticas, en donde representó a Argentina en Italia y Tailandia como competidor olímpico.
Gracias a sus méritos escolares y su constante búsqueda de innovación, obtuvo una beca completa para estudiar Ingeniería Industrial en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA). Sin embargo, en la Universidad de Stanford también le ofrecieron una beca similar. También había recibido becas de MIT y Yale, las cuales tienen un porcentaje de admisión a estudiantes extranjeros del 1 y 2% respectivamente.
Durante su primer año en la universidad norteamericana, se unió a un equipo de investigación extremadamente selectivo a cargo de Sebastian Thrun, fundador de GoogleX e inventor del vehículo autónomo. El proyecto que comenzaron se convirtió luego en una start-up para smart homes llamada Lighthouse que, tiempo después, fue comprada por Apple.
Gracias a esa prestigiosa educación, Roitman fue elegido para participar del programa de intercambio "Stanford in Berlin" y "Stanford in Beijing University". También completó cursos online de inteligencia artificial y machine learning de Harvard, MIT y Berkeley.
Actualmente, el joven es miembro de un grupo de investigación en Stanford que se dedica a publicar artículos sobre el mundo de la tecnología: inteligencia artificial, machine learning y realidad aumentada y virtual. También, se encuentra en vías de desarrollo de su primera consultora.
"Tengo grandes planes para mi futuro como emprendedor. Me atrae mucho el mundo de las criptomonedas y me gustaría involucrarme en la industria del entretenimiento. Creo que sería interesante combinar varios campos de interés y ver qué sale de eso", concluye Lucas.