Jackie Nava, “la dama del ring”, deja un legado incomparable en el boxeo femenino: su relación con la Argentina

La bicampeona mundial Jackie Nava, dueña de una imagen inmaculada en el pugilismo mexicano, tan transparente como admirable, se convirtió en la boxeadora extranjera de mayor reconocimiento y “consumo” en la Argentina. Hoy se retira del pugilismo tras 21 años de grandes batallas.

A los 42, afrontará su última función ante la pampeana Gloria Yancaqueo, en Tijuana, Baja California, con televisación de ESPN, a partir de las 23, en una gala de interés continental llena de nostalgia, reflexiones históricas y evidencias de una superación social permanente que la transformaron en “la princesa azteca”.

¿Por qué su despedida del cuadrilátero amerita un titular central en nuestro boxeo nacional? Porque representa un epílogo feliz en la historia de una mujer ejemplar que dejó siempre una semblanza positiva y favorable tras cada uno de sus combates. Ganando o perdiendo, en el armado de un récord con 39 victorias (16 KO), 4 reveses y 4 empates, con dos coronas mundiales en su haber: gallo y supergallo, entre 2001 y 2022. Fue la atleta escogida por el Consejo Mundial de Boxeo para sancionar su primera contienda femenina en 2005.

Para los mexicanos es una mujer icónica. Algo así como una “María Félix” del deporte o la “María Bonita” del ring. El santafecino Eduardo Lamazón, comentarista principal de Azteca TV de México y el más importante de habla hispana, escribió para LA NACION: “Jackie Nava es dueña del amor y la gloria. Es correcta, es irreprochable, es empecinada. Tiene la disciplina de un reloj suizo y el encanto perenne dibujado en su sonrisa”.

Arquitecta especializada en diseño urbano. Diputada electa en el Congreso de México, por los votantes del octavo distrito de Baja California en 2015. Mamá de Frida y Valentina. Miembro del Consejo del Deporte abocada al seguimiento de la niñez en su país. Medallas y títulos por doquier.

¿Y sus competencias con las argentinas? Gloria Yancaqueo, pampeana de 34 años, que peleará por segunda vez a diez rounds en su carrera de 10 triunfos, 11 derrotas y tres empates, será la séptima oponente con bandera albiceleste. Sin embargo, dos boxeadoras argentinas, representaron su gran espina, las asignaturas pendientes de su campaña: la jujeña Alejandra Oliveras y la formoseña Marcela Acuña. Peleó dos veces con cada una y no pudo vencerlas. Oliveras la vapuleó y la noqueó en su tierra, Tijuana, el 20 de mayo de 2006, y empataron en el desquite en Córdoba en 2007. Nava no supo cómo ganar ese match.

Tampoco pudo frenar a Marcela Acuña en el Luna Park en 2009, en la mejor pelea en el historial de “La Tigresa”. Con el paso de los años (2019) volvieron a boxear en México y empataron, aunque Acuña tenía claras ventajas.

Nava tiene un estilo de una pureza técnica incomparable en el boxeo femenino. Elegante, purista y de una llamativa eficacia. Sólo los mexicanos Miguel Canto y Ricardo “Finito” López exhibieron en tiempos modernos del pugilismo azteca una esgrima tan depurada para competir.

Reclamó y defendió, en las distintas convenciones de las organizaciones boxísticas, por un concepto peculiar y objetable: proyectar a la mujer a pelear tres minutos por round en lugar de los actuales dos minutos. Dio su parecer y aceptó las diferentes opiniones contrarias a su petición. Con la misma altura y educación que lo hizo con los jueces cuando la declararon perdedora. Algo no muy frecuente en las boxeadoras.

Hoy será su última pelea. Se convertirá en leyenda y en espejo de las chicas que en cualquier lugar del planeta sueñen con subir el ring. La recomendación es simple y didáctica: ¡”Jóvenes… tomen a Jackie como ejemplo!”.