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El corto de un español en Netflix plasma una verdad enorme sobre las relaciones tóxicas

Apenas 17 minutos, es todo lo que necesita el madrileño Alberto Mielgo para maravillarnos visual y emocionalmente. A tan solo unos meses de ganar el Óscar al mejor corto animado con esa joyita arrolladora que fue El limpiaparabrisas, el director español vuelve a cautivar, impactar y dejarnos tan anonadados que no quieres ni pestañar. Y lo hace con un corto titulado Jibaro que forma parte de la nueva temporada de Love, Death + Robots de Netflix.

Se trata del noveno y último episodio de la nueva tanda de capítulos de la antología animada creada por Tim Miller (director de Deadpool). Una pieza con una potencial visual tan enorme como su mensaje punzante sobre las relaciones tóxicas. Es una verdadera maravilla.

Love, Death & Robots: Volume 3. Cr. COURTESY OF NETFLIX © 2022
Love, Death & Robots: Volume 3. Cr. COURTESY OF NETFLIX © 2022

Para quienes no la conozcan, Love, Death + Robots es una serie animada antológica que nació como rescate para uno de los proyectos más infernales que David Fincher estuvo desarrollando durante once años. Se trataba de una especie de revisión modernizada de la película de 1981 Heavy Metal, sin embargo, no fue hasta que Netflix acordó distribuir la idea que nació la oportunidad de transformarla en serie. Así, cada episodio funciona de manera independiente pero todos representan algunas de las temáticas del título (o todas) en sus narrativas. Se trata de cortometrajes desarrollados por equipos creativos y países distintos, explorando arcos desde todo tipo de perspectivas, ofreciendo una gran variedad de historias que van desde el drama a la fantasía, pasando por la ciencia ficción, comedia, terror, etc.

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Y entre todos estos capítulos -nada menos que 35 a lo largo de tres temporadas- encontramos Jibaro, una joya visual en donde Alberto Mielgo recurre a la observación de las relaciones humanas como hizo con El limpiaparabrisas. Sin embargo, si el corto nominado al Óscar expandía el foco empático sobre la lejanía social que enfrasca la individualidad moderna a través de muchos personajes, aquí se centra en dos: un conquistador en busca de oro durante la colonización europea de América y el mito de la sirena que provoca la locura con su canto y baile.

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Jibaro arranca con la llegada de un grupo de conquistadores a tierras aparentemente sudamericanas, enloqueciendo uno a uno al escuchar una sirena vestida en oro cantando y bailando desde las aguas. A excepción de uno de ellos que no cae en el hechizo al ser sordo y no poder escucharla. Con una animación de primera punta y un realismo arrollador, la historia arranca abogando por la empatía hacia ese conquistador confundido y aterrado ante el panorama que le rodea, huyendo despavorido mientras la sirena se siente compungida pero atraída por ese ser diferente al resto.

Es así como la sirena baja la guardia para estar a su lado, despertando curiosidad y atracción mutua. Sin embargo, ninguno puede contener quién es por naturaleza. El encuentro pasional se transforma en una masacre de un impacto visual extraordinario, con ese colono despojando a la sirena de su identidad, arrebatándole todo el oro que la viste. Su sangre circula entonces por el río, y cuando él lo bebe para saciar su sed, la sangre le otorga mágicamente la audición, descubriendo el mundo y sus ruidos por primera vez en su vida. Pero el regalo se transforma en condena, porque la sirena reaparece dolida, consumida y destrozada, usando su naturaleza para destruirlo ahora que puede escucharla.

Love, Death & Robots: Volume 3. Cr. COURTESY OF NETFLIX © 2022
Love, Death & Robots: Volume 3. Cr. COURTESY OF NETFLIX © 2022

Es decir, no estamos ante una historia de amor o un corto meramente reflexivo sobre la colonización, sino ante una alegoría expansiva que expone la codicia del colonialismo; la vulnerabilidad de los colonos y la protección de su territorio pero, sobre todo, una reflexión sobre las relaciones tóxicas.

Porque en esta historia sus protagonistas no son héroes románticos que encuentran en el amor o la pasión una vía de escape a la situación que los separa. Sino que Mielgo propone una visión contraria, donde la relación no mejora, sino que ambos terminan sacando la peor de cada uno, intoxicándose mutuamente hasta que los dos salen perdiendo.

No hay un héroe victorioso ni un héroe romántico, sino un reflejo de las relaciones tóxicas donde el egoísmo y la manipulación son los protagonistas. Y es precisamente esa toxicidad con la que el director juega para hacernos vivir un vaivén de emociones, porque a pesar de su corta duración, Jibaro consigue que empaticemos con el colono ante la masacre que vive para luego trasladarla a esa sirena traicionada.

Love, Death & Robots: Volume 3. Cr. COURTESY OF NETFLIX © 2022
Love, Death & Robots: Volume 3. Cr. COURTESY OF NETFLIX © 2022

Entre planos detallados y una producción visual exquisita, el corto saca a la superficie la banalidad que a veces aflora en las relaciones centradas en la atracción física, despertando el egoísmo de la satisfacción propia, sacando la peor versión de uno mismo. Jibaro nos propone un extremo de relación toxica donde se le da importancia a la sensualidad y la atracción, creando una unión personal por razones equivocadas. Con esta historia el director nos invita a reflexionar sobre esas relaciones donde habita la priorización del auto beneficio, derivando en destrucción y sufrimiento mutuo.

Es así como Jibaro nos deja con el corazón en un puño ante el vaivén de emociones y sin pestañar por el increíble impacto visual que nos ofrece. Y en tan solo 17 minutos.

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