Jorgelina Aruzzi y el final de El primero de nosotros: “Lloramos todos, pero con alegría”

El Primero de nosotros, la serie con la que Telefe volvió a la ficción luego de la pandemia y que eligió como temática central la convivencia de un grupo de amigos de 40 años con la enfermedad terminal de uno de ellos, llega a su fin en la televisión abierta.

Y si bien el final parece obvio, lo central del cierre de la historia, afirma Jorgelina Aruzzi, no es tanto el qué sino el cómo. En charla con LA NACION, la actriz habló de Valeria, su personaje, de las repercusiones que tuvo en el público, del éxito del programa y de su último episodio que se emitirá el próximo jueves por la pantalla de Telefe y que ya está disponible en la plataforma Paramount+.

Jorgelina Aruzzi y su mirada de una ficción que se metió con "la mitad de la vida"

−El primero de nosotros fue uno de los grandes regresos de la ficción luego de la pandemia. ¿cómo lo viviste?

−Para todos, en general, fue hermoso volver a laburar, volver a encontrarnos y volver a tener algo de normalidad. Momentos como almorzar con alguien, poder charlar... También lo vivimos con mucha exigencia: nos cuidamos mucho con testeos, con los barbijos entre las escenas y si te tenías que besar te hisopaban otra vez. Al sentirnos cuidados fue una alegría volver a trabajar y volver a estar con amigos. Y con respecto a lo laboral, uno siempre vuelve con más ganas cuando tenés un parate, y más aún un parate tan fuerte como fue la pandemia.

−Cuando leíste por primera vez el libro, ¿qué te hizo decir “este personaje es para mí”?

−Antes de leer el libro tuve algunas reuniones con la producción y con los directores y hablamos de lo que querían hacer con el programa, entonces un poco saboreaba esto de contar algo de la mitad de la vida , ¿no? Qué pasa cuando ya tenés ciertas cosas cumplidas, qué pasa con el deseo y cómo algo tan repentino lo activa. Cuando leí el guion, ya me encantó. Siempre los guiones me representaron, y este también. Nos dejaron aportar desde el crecimiento del personaje. “Eso quiero”, pensé: hacer un personaje y una historia con mucha verdad.

Con El primero de nosotros Telefe volvió a la ficción luego de la pandemia

−¿Hay cosas tuyas en Valeria? ¿Cómo construiste el personaje?

−Con respecto de Valeria y el conflicto de la maternidad, de querer ser madre con el cuerpo, lo tenía presente por amigas que habían intentado. Conocía por ellas lo doloroso que es cuando no sucede. Y el deseo de una maternidad por fuera de los mandatos, el deseo limpio que tiene Valeria de ser mamá. Después, en relación al conflicto de enamorarse de su mejor amigo, con esas características que él tiene, fui pasando por sufrimientos y por impulsos que tienen que ver conmigo, pero traducidos en Valeria.

−Valeria está atravesada por muchas de las problemáticas que los últimos años comenzaron a debatirse en la sociedad gracias al feminismo, y las atraviesa desde el drama, pero también desde el humor. ¿Fue una decisión consciente?

−En la vida, para mí, está muy equilibrado el drama con el humor, y en una historia tan fuerte, el humor era muy importante. Tratar escenas con humor y verdad. Cuanto más cerca del dolor estás más irónico tal vez te ponés, y el humor surge más como una especie de salvataje a lo dramático. ¡Me la dejaron servida también! Karina Hernández, Noralih Gago... Sabíamos que algo así íbamos a hacer.

Valeria (Jorgelina Aruzzi) y uno de los grandes momentos de este final: su boda con Nicolás (Luciano Castro)

−Valeria está rodeada de mujeres con improntas muy distintas y con personalidades fuertes, incluso su madre (Marita Ballesteros).

−Sí. También con Mercedes [Funes] y con Paola [Krum]. No solo éramos amigas en la ficción sino que también nos fuimos haciendo más amigas por fuera, entonces los personajes también se iban pegando con la vida real en ese caso.

−Cada personaje tiene su conflicto y su forma de encarar el mundo, ¿con cuál te identificaste más?

−Yo creo que todas tenemos un poco de la otra. El personaje de Mercedes era muy interesante en cuanto a qué pasa con una pareja después de tantos años. Y el de Paola también, el dramatismo que le tocó jugar y le tocó atravesar también es algo muy identificable.

Los seis amigos y protagonistas de El primero de nosotros: Benjamín Vicuña, Mercedes Funes, Luciano Castro, Jorgelina Aruzzi, Paola Krum y Damián De Santo

−La muerte temprana y los conflictos que esa idea generó en personajes que promedian la mitad de su vida fueron aspectos que resultaron novedosos, ¿cómo lo viviste vos?

−Cuanta mayor diversidad de edades tenga la televisión, la ficción y el arte, para mí es mejor. En general dejamos de ver personajes grandes, de 70, de 80. Y en este caso abrir en esta edad fue muy bueno. En todas las edades hay muertes, pero hay determinada edad en la que empezás a escuchar un poco más del tema y de la fragilidad del cuerpo, los últimos cartuchos para cumplir ciertas cosas. En general mucha gente a los cuarenta, cuarenta y pico, tiene una vida que le permite estar cómodo, pero sin poder realizar sus deseos. Y como el programa habla de deseos y de que la vida es tan cortita, esto nos puso a todos a querer cumplirlos. Siempre está bueno cuando la televisión toma una postura y cuando hace una ficción verdadera, con sentimientos . Siempre pega en el público porque se identifica.

−Gracias a las redes, el público tiene acceso a compartir lo que piensa de los personajes de una novela con el actor. ¿Cuáles fueron las repercusiones de tu personaje? ¿Hay alguna reacción que te haya llamado en particular la atención?

−En general los mensajes son todos amorosos. Muchas mujeres me cuentan su experiencia, su intento de ser madres, y cómo le llegaron los hijos, si a través del cuerpo o a través de otra forma de maternar. Eso sí me impacta. También recibo muchos mensajes sobre el elenco. Yo estoy agradecida de la repercusión y de que la gente se haya interesado. Nos transformamos en unos espectadores muy expertos con tanta serie, entonces que nuestra serie sea tan bien recibida está buenísimo.

−En la grilla de la televisión abierta se imponen los realities y los programas de entretenimiento. ¿Te preocupa o creés que las plataformas de streaming cambiaron las reglas del juego para los actores?

−Creo que estamos en un proceso de cambio. Que cambió la televisión abierta, eso es una verdad. Antes había cuatro ficciones por día en los canales de aire. Pero bueno, la plataforma lo que permite es filmar por ahí menos apurados y de otra manera. Vamos a ver qué pasa. ¿Quién accede a las plataformas? ¿Cómo accedemos? Es otra manera de mirar ficción y hay que adaptarse.

El adiós para una tira que mantuvo siempre la atención del público (Bernardino Avila/)

−Y en relación con la oferta laboral, ¿sentís que hubo cambios?

−Las ofertas para el actor se van modificando minuto a minuto. Hay actores que laburan mucho, otros que laburan poco, otros que son actores y laburan de otra cosa... Siempre hay que autogestionarse, hacer, estar... También vivimos en un país en el que el trabajo es bastante fluctuante en todos los ámbitos, pero esperemos que en las plataformas o en la tele abierta, siempre haya trabajo para los artistas, no solo para los actores.

−¿A qué le atribuís el éxito de la tira?

−A lo auténtico, a lo verdadero . Una ficción nuestra, nacional, que nos representa. Me parece que el éxito tiene que ver con que la ficción nacional es muy bien recibida en nuestro país. Eso hay que saberlo.

Luciano Castro, Jorgelina Aruzzi y Benjamín Vicuña, a pura emoción en El primero de nosotros (Bernardino Avila/)

−¿Nos podés adelantar algo del final?

−Para mí el final es hermoso. Lloramos todos, pero con alegría. Hacer El primero de nosotros fue una gran experiencia. Me encantó. Con Lucho hicimos una pareja hermosa, lo quiero mucho y lo mismo a todo el equipo. Para mí fue una gran experiencia.

−¿Y sobre lo que sucede con los personajes?

−¡No creo que pueda decirte nada! Termina muy trascendentalmente. El final me encanta . Creo que hay mucha expectativa para los que lo ven en relación con lo que va a pasar. Algo se sabe, se sospecha, pero hay que ver de qué manera.