Cuidado con estos juguetes: encabezan la lista de productos peligrosos de la UE

Hay pocas cosas que hay que comprar con más cuidado que un juguete, parece ser la conclusión del último informe de la Unión Europea sobre los productos peligrosos no alimentarios. Y créanme que hay que tener nervios de acero para repasar la lista de muñecas, peluches y carritos potencialmente dañinos, especialmente si tienes hijos pequeños.

El documento de 2021 reúne los resultados del Safety Gate, un mecanismo europeo para proteger a los consumidores y retirar artículos que atenten contra su seguridad.

Sólo los automóviles recibieron más alertas de peligro que los juguetes, lo que indica que las autoridades nacionales de cada país de la UE recibieron un alto número de notificaciones sobre los productos diseñados para el ocio infantil. Aunque advierten que las estadísticas del sistema de alerta rápida no representa el panorama completo de todos los productos peligrosos que están en el mercado.

El tipo de riesgo señalado con mayor frecuencia en las alertas en 2021 fue el que cubre lesiones generales con un 32 % de las denuncias. Mientras los que productos químicos, como los ftalatos detectados en el plástico, o por el plomo en los metales o por el níquel en diversos materiales constituyeron el segundo mayor riesgo, con el 25 % de los casos. También hay que tomar en cuenta que hasta el 15% de las alertas señalaron más de un riesgo.

El 11 % de los productos fueron clasificados como un riesgo potencial de incendios, el 10 % por atragantamiento y el 10% por shock eléctrico.

De cada 100 productos peligrosos en la Unión Europea, 27 son juguetes, según la eurodiputada Adriana Maldonado.

Lista de juguetes peligrosos

Las autoridades de los países participantes de la Red de Seguridad intercambiaron 2.142 alertas el año pasado, pero si buscamos todos los juguetes peligrosos denunciados desde el inicio del sistema la lista arroja 8.203 resultados.

Lo asombroso es que al filtrar los datos por el tipo de alerta, aparecen 7.645 como juguetes que pudieran representar un alto riesgo para sus usuarios.

El primer juguete que aparece, porque fue el último en ser denunciados, son unos sonajeros en forma de abejas de la marca polaca Akuku que fue retirado del mercado porque se rompe con facilidad y queda fraccionado en piezas más pequeñas que un niño pequeño puede meterse en la boca y asfixiarse.

El segundo es un tarro de masilla tipo slime, o limo, de 200g, procedente de China de la marca Glitzer Glibber, que contiene elevados niveles de boro, un elemento químico no metálico que puede producir irritación en la nariz, garganta y ojos. El informe dice que la ingestión o el contacto con una cantidad excesiva de boro puede perjudicar la salud de los niños al dañar su sistema reproductivo.

Los tipos de riesgos de los juguetes están clasificados en asfixia, quemadura, químico, atragantamiento, cortaduras, daños a los oídos, daños a la vista, ahogamiento, shocks eléctricos, disturbios electromagnéticos, consumo de energía, atrapamiento, ambiental, fuego, otros riesgos a la salud, lesiones, seguridad, estrangulamiento, microbiológico.

Puedes consultar la lista completa aquí.

El lucrativo mercado de las copias

El mercado mundial de juguetes tuvo ganancias de 94.700 millones de dólares anuales en 2020 y mostró una tendencia indetenible de ascenso desde los 78.310 millones de dólares vendidos en 2007, según cifras de Statista.

Esa avidez por el consumo de juguetes ha sido terreno propicio para los falsificadores, que fabrican copias ilegales de los modelos más codiciados para apoderarse de una porción del mercado al ofrecer artículos más baratos pero de menor calidad que aumentan los riesgos en la seguridad de los usuarios infantiles.

Entre octubre de 2021 y el 31 de enero de 2022, Europol coordinó la operación Ludus II contra el tráfico de juguetes y otros bienes falsificados, que resultó en la incautación de unos cinco millones de juguetes potencialmente peligrosos en 21 países.

Las autoridades sacaron de circulación todo tipo de juguetes, desde rompecabezas, videojuegos y personajes relacionados falsificados e ilegales, juegos de mesa y cartas, muñecos y títeres de series de televisión famosas, bloques para niños hasta ropa y accesorios de marcas famosas.

Herramientas como Safety Gate y los operativos de Europol reducen los riesgos de los niños europeos, pero investigaciones académicas han determinado que esas normas de seguridad son casi inexistentes en los países en desarrollo. Y advierten que como tampoco hay datos disponibles sobre las lesiones infantiles relacionadas con los juguetes.

A pesar de la falta de homogeneidad en los estándares de los juguetes a nivel mundial, los expertos aseguran que los diseños ahora son más seguros que antes.

Atrás quedó la comercialización de peligrosos juguetes como los dardos para césped, que se comercializaron 1970 y que en una década mandaron a unas 6.100 personas al hospital, solo en Estados Unidos. Y de esa cifra, el 81 por ciento eran niños menores de 15 años.

Y ni hablar de un juguete clásico de 1950, llamado el laboratorio de energía atómica Gilbert U-238. La caja, que tenía emisiones radiactivas, contenía nada más y nada menos que cuatro tipos de mineral de uranio, así como fuentes de radiación.

Los meses de restricciones de movilidad que trajo la pandemia cambio temporalmente las tendencias en lo que respecta a la diversión infantil. Firmas como Hasbro dijeron que los juegos de mesa como el Monopolio, Adivina quién, Battleship, Operando o el Jenga fueron los más vendidos y también los que representan menos riesgos.

Habrá que esperar para ver si la vuelta a la normalidad genera cambios en el mercado de juguetes.

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