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Julia Bullock por fin de regreso con la New World Symphony

Este año, el festival “I Dream a World” (en español, ‘Sueño un Mundo’) que organiza la New World Sympny (NWS) planea llevar al espectador en un viaje a la Europa del siglo XX entre guerras “para conocer a los músicos negros que transformaron el arte y la cultura en ambos lados del Atlántico” e inspiraron a compositors como Ravel y Stravinsky.

Una de las grandes atracciones de este periplo de dos semanas con la música del jazz de entonces, es el regreso a Miami de Julia Bullock. Una intérprete que se parece a muchas y a ninguna, que es tan notable como atípica, palabra que la define. Es soprano y canta como mezzo. Clásicamente entrenada, Bullock aborda el repertorio pop con una soltura que asombra, tal es su versatilidad.

Miami conoció a Bullock hace siete años en la NWS, donde dicho sea de paso conoció al entonces becario en dirección orquestal Christian Reif, hoy su marido y padre de su hijo nacido este noviembre, razón por la cual no abrió la temporada oficial de la agrupación como estaba previsto.

Afortunadamente para los miamenses amantes de la buena música, la pareja regresa a Miami Beach desde Alemania donde residen, para dos presentaciones -a las 7:30 y 9:30 de la noche, al parecer ya con localidades agotadas- el próximo 3 de febrero abriendo el festival, cuyo título completo es “I Dream a World: The Harlem Renaissance in Europe” (“Sueño un Mundo: El Renacimiento de Harlem en Europa”).

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En aquel momento, la nativa de Saint Louis contó al blog Miami Clásica como había crecido con el cancionero de los 60-70 y cómo la voz de Régine Crespin en “Las noches de estío” de Berlioz “cambió” su vida. Bullock se perfeccionó en Eastman, Bard y Juilliard.

Ayer como hoy su meta es “lograr una voz distintiva, de adentro hacia afuera, con el material totalmente asimilado; soy ambiciosa pero voy despacio, cuesta tanto formarse y que la propia voz aparezca y florezca…. Paciencia es la virtud más difícil de aprender, me gusta tomarme mi tiempo con cada pieza, aprenderla, asimilarla, vivirla, gozarla”, nos dijo. “La música debe ofrecerse sin diluirla o atemperarla, tal como es, sin concesiones. No se trata de hacerla más accesible sino de exponer el producto genuino, es el arma más poderosa para ganar nuevos públicos.”

Dueña de una franqueza que desarma, nos habló también de sus raíces, relatando como “en college pensé que tendría cierta negación con mi legado afroamericano, iba a cantar música escrita por blancos en un ambiente blanco, temí limitarme. Ahora exploro con total libertad, incorporo músicos afroamericanos, esa liberación es parte de mi libertad. No se si hay un black sound pero hay diferencias entre una persona blanca y negra cantando, quizás sea una conexión más profunda, más visceral con el cuerpo. He trabajado con Dawn Upshaw y no querría que me vieran como una «pequeña Dawn», nuestro enfoque es opuesto… es… – y remata con una sonora carcajada – blanco y negro!”.

Para concluir afirmando que “las escuelas de música nos entrenan extraordinariamente pero no incitan a la imaginación, no hacen hincapié en la individualidad sino en la precisión y eso conlleva un peligro inmenso tanto para el intérprete como para el público. Hoy demasiados brindan lecturas perfectas pero impersonales. Remo en contra de esa uniformidad, ese sonar bello pero igual. ¿Mi meta? Sentirme libre en todo lo que hago sin dudas ni miedos”.

Julia Bullock inicia el festival “I Dream a World” (en español, ‘Sueño un Mundo’) que organiza la New World Sympny (NWS) planea llevar al espectador en un viaje a la Europa del siglo XX.
Julia Bullock inicia el festival “I Dream a World” (en español, ‘Sueño un Mundo’) que organiza la New World Sympny (NWS) planea llevar al espectador en un viaje a la Europa del siglo XX.

Reflejo cabal de sus palabras es “Walking in the dark” (Nonesuch 7559790817) el primer solo discográfico que acaba de presentar. Es exploración y periplo a la vez, tanto para artista como para audiencia. Es una combinación ecléctica y original así como su voz, aterciopelada con cierto esmalte metálico, que usa como formidable vehículo expresivo. Aquí no hay arias de ópera sino dos hitos del renglón sinfónico: el Memorial de Tlatelolco del oratorio navideño “El Niño” de John Adams y “Knoxville, verano de 1915”, la maravillosa pieza de Samuel Barber comisionada por Eleanor Steber en 1947, esencial al repertorio de grandes desde Leontyne Price hasta Renee Fleming. En ambas emerge toda la batería de una soprano de fuste, rotunda en Adams y poéticamente evocadora en Barber, en ambas acompañada por Reif y la Philharmonia Orchestra.

El resto del programa trae la fascinante propuesta tácita de asistir a la transformación del material escogido y comprobar cómo lo hace literalmente suyo. Con Brown Baby, contrastan dulzura y ferocidad en una suerte de Pietá musical. En el poder narrativo, el abandono en el discurso, Bullock hace de cada canción un himno y viceversa; son rasgos que vuelven a apreciarse en el spiritual “A City Called Heaven” y en el clásico de Nina Simone “I Wish I Knew How It Would Feel To Be Free”, donde no teme ahondar en los graves cavernosos para luego ascender firme hacia la luz. Más bienvenidas sorpresas son “Who Knows Where the Time Goes” - en otro arreglo de Reif y Jeremy Siskind también responsables de los demás - donde otra vez, no es Nina Simone ni Judy Collins ni Eva Cassidy sino una Julia magistral. Y la última, “One by One” de Connie Converse, la compositora-cantante que desapareció en 1974 sin dejar rastros, y que suena a oídos desprevenidos como un inquietante Lied de Schubert, hallazgo y pequeño clásico instantáneo que la refleja.

Si para ella “En oscuridad podemos hallar protección y seguridad, escondernos y sanarnos” la estrofa final nos alerta “Estamos caminando en la oscuridad. Si tuviera tu mano en la mía, podría brillar, podría brillar como el sol de la mañana, como el sol”. Demás está decir, quien brilla y ha llegado a esa claridad no es otra que Julia Bullock.

Para más información sobre el “I Dream a World” Festival en la NWS visite https://www.nws.edu/nws-harlem-renaissance-europe/

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