Yahoo Finanzas Juniors Boca: quién es quién entre los 32 pibes del semillero xeneize que debutaron en la gestión de Juan Román Riquelme
Boca atraviesa un escenario histórico. Jamás experimentado en sus 117 años de vida. Y no se trata de los éxitos deportivos, que podrían resumirse en ser el campeón vigente de la Copa de la Liga, de la Copa Argentina (donde busca retener la corona) o haberse convertido el domingo a la noche en el nuevo líder de la Liga Profesional a falta de cinco fechas.
El hecho por el cual el club de la Ribera infla el pecho pasa por su futuro. Sí. Más allá de lo que suceda en las dos competencias que lo tienen como protagonista, la mayor satisfacción que tienen en Brandsen 805 y en el predio de Ezeiza es ver como se hizo realidad el objetivo de promover juveniles.
Hugo Ibarra es el DT de la primera ahora, pero también una especie de nexo entre las promociones y los minutos para darles en primera división. Con respecto a la explosión juvenil que se está viendo en Boca, el DT analizó: “Los chicos algún día tienen que jugar. Confío plenamente en cada uno de ellos. Los conozco. Sé el momento en el que tengo que hacer los cambios y el momento en el que tengo que utilizarlos. Hoy (en referencia al partido con Vélez) sumaron minutos y van colaborando en un equipo que, cuando se necesitan jugadores, están. Lo están haciendo muy bien”.
El gol de Morales a Vélez
Con el ingreso del cordobés Simón Rivero ante Vélez (mediocampista, categoría 2003), ya son 32 los chicos que, desde que Juan Román Riquelme se hizo cargo del fútbol de Boca, cumplieron el sueño de jugar al menos una vez con la camiseta azul y oro. Pero lejos de ser un toco y me voy, aquí el proceso de consolidación se extiende en el tiempo, a los efectos de darle a los chicos todas las posibilidades para que se afiancen y sean una opción real de recambio.
Así las cosas, Cristian Medina lleva 73 partidos en primera. Y a los 20 años es un jugador más completo que el que debutó en 2020 con Miguel Ángel Russo como entrenador. Si no es titular es porque otro pibe, Alan Varela, atraviesa un gran momento o su consolidación fue más rápida. Y a ellos se suma Ezequiel Equi Fernández, hoy a préstamo en Tigre. Medina también tiene competencia como volante interno (si Ibarra juega con los esquemas 4-1-4-1 o 4-3-3) o volante externo (si el DT se inclina por un 4-4-2).
Ese lugar neurálgico del campo de juego sirve como ejemplo de lo que ocurre en el equipo xeneize en cualquier sector de la cancha. Porque lo mismo pasó con los extremos: la salida de Eduardo Salvio le ofreció a Exequiel Zeballos la posibilidad de jugar con más continuidad. El Changuito se ganó un lugar entre los 11 y en el corazón de los hinchas. Su dolorosa, grave e inoportuna lesión ante Agropecuario, por la Copa Argentina, le abrió la chance a Luca Langoni, que con su atrevimiento y voracidad ya suma tantos goles como el santiagueño: 5. El máximo artillero de todos los pibes que debutaron desde enero de 2020 es Luis Vázquez, con 13 conquistas. Aunque el catamarqueño no hizo las inferiores en Boca, sino que fue adquirido a Patronato.
El proyecto de promoción de juveniles le ofrece al club de la Ribera un escenario ideal: agrandó el plantel con chicos de su semillero, que conocen desde adentro el siempre complicado “mundo Boca”. Que a la vez inicialmente no exigirán titularidad porque saben que están recién consolidándose y todavía incorporando conceptos para ser más completos. Y que contagian su compromiso con los colores, su entusiasmo y, fundamentalmente, sus condiciones para jugar en la primera de Boca.
Contrario a lo que solía decirse referido a que los pibes no tienen las espaldas suficientes para jugar los partidos con mayores presiones, el trinomio técnico liderado por Hugo Ibarra sí confía en ellos. De hecho, frente a Vélez, cuando ingresaron Luis Vázquez y Gonzalo Morales los que salieron fueron Benedetto (un 9 de jerarquía que además es referente) y Pol Fernández (capitán). Ningún nombre está por encima del club y todos lo entienden de esa forma. Por eso, la alegría generalizada cuando el Toro marcó el gol del triunfo ante los de Liniers, que tuvo el premio adicional de treparse a lo más alto de las posiciones de la Liga Profesional.
Tras el partido con Vélez, Ibarra habló del rendimiento del Toro Morales, a quien conoce de la Reserva: “Gonzalo es goleador. Le gusta estar en frente del arco, convertir goles. Lo conozco. Como siempre le digo a él y a mis compañeros, siempre tiene una posibilidad de gol. Hoy la tuvo y, por suerte, fue gol. Cada vez que participa, como en Mendoza (frente a Quilmes, por Copa Argentina), sé que se va a crear una situación. El otro día pudo haber hecho más goles, pero no se le puede pedir todo de un día para el otro. Tiene totalmente mi confianza”.
Existe algo todavía mejor para esto que Boca planificó durante años y que desde hace tres recoge sus frutos: el hecho de nutrirse de los propios chicos que forma, y en los cuales invierte mucho dinero, le permite consolidar ese plan de aquí en adelante. Con el plus de que cuando sea inevitable retener a Varela, de evidente destino europeo, habrá un Medina o un Equi Fernández o quien surja desde más abajo, ya afianzado para tomar esa posta.
Y si Benedetto tiene una mala tarde, allí estará Vázquez para contribuir con sus goles. Y si no es él, estará Morales. Y detrás de Fabra están Sandez, Nahuen Genez y Valentín Barco. Y en el lateral derecho está Advíncula, pero también Marcelo Weigandt, y Pedro Velurtas. Y Aranda puede conformar la zaga central del Boca del futuro con Renzo Giampaoli. Y tantas otras variantes. Que Boca disfruta en tiempo presente, pero que sabe que más allá del éxito deportivo cortoplacista, el camino elegido es auspicioso desde todas las aristas posibles.
