La cara y la cruz para los inversores que apostaron por Argentina en 2017
Argentina ha ofrecido dos caras completamente distintas, y se podría decir que casi opuestas, para aquellos inversores que se han decidido a jugarse el dinero en su economía. Lo bueno y lo malo al mismo tiempo. Motivos de alegría, pero también razones para lamentarse.
Empezando por lo positivo, la bolsa argentina ha sido una de las que ha experimentado un mejor comportamiento del mundo, con una revalorización en 2017 superior al 50%. En concreto, el índice principal de la Bolsa de Bueno Aires, el Merval (^MERV), ha subido un 51% en el año. Sólo han ofrecido a los inversores rendimientos mejores cuatro mercados bursátiles: los de Ucrania, Kazakhstan, Mongolia, Jamaica y Letonia.
Las bolsas de las economías más poderosas del mundo, a pesar de haber vivido un muy buen ejercicio, han subido menos. En Estados Unidos, el Dow Jones (^DJI) ha ganado más de un 25% en 2017, el S&P 500 (^GSPC) en torno al 20% y el índice tecnológico Nasdaq (^IXIC) casi un 30%. En Europa, el índice Euro Stoxx 50 (^STOXX50E) tan solo presenta un alza del 8%.
En cuanto al mercado de renta fija, el bono argentino con vencimiento en diciembre de 2038 ha sido el segundo con mejor comportamiento dentro del segmento de mercados emergentes, con una revalorización en el año del 30%, solo superado por un ‘papel’ emitido por el gobierno de Belice.
El lado negativo para los que se han aventurado a invertir en Argentina ha sido el peso (puedes seguir aquí su cotización frente al dólar). La moneda del país se encuentra entre las que más se han devaluado del mundo. Acumula una pérdida de valor superior al 12%. Se trata de la sexta divisa que más ha caído en lo que va de año, por detrás del soum de Uzbekistán, el franco de el Congo, el leone de Sierra Leona, el birr de Etiopía y el naira de Nigeria.
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